8; ¡fiesta!

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Ya en casa, comencé maquillándome y luego continué preparando mi cabello. Me puse una falda corta de color negro, unas medias negras y una camisa blanca que transparentaba un poco ya que mi sostén debajo era de color rojo. No me importó mucho.
Fui a la sala, me senté en el sofá y tomé mis zapatos para comenzar a ponérmelos, cuando oí que la puerta del baño se abría por fin. Bangchan había estado un largo rato bañándose, y la hora de irnos ya estaba acercándose. Dirigí mi mirada hacia el baño para hablar con él, pero me llevé una sorpresa.
Él estaba saliendo del baño, con el cabello mojado. Por sus mejillas sonrojadas caían gotas de agua de su cabello. Con una mano se lo secaba, y con la otra sostenía la toalla que cubría solo una mitad de su cuerpo. De su torso descubierto también caían gotas de agua que parecían sudor. Podía ver su abdomen perfectamente marcado, sus brazos fuertes en los que se marcaban sus venas...
Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Lo miré detenidamente, y sentí mucho calor en mi cuerpo, probablemente estaba muy sonrojada.
—L-lo siento... es la costumbre...—dijo Bangchan, completamente sonrojado.
Yo no podía despegar mi vista de él. Me lamí los labios inconscientemente y segundos después me dí cuenta, lo que hizo que me pusiera nerviosa ya que él también se dió cuenta de que hice eso.
—S-solo que-quería decirte que pronto tenemos que irnos...—por fin despegué mi mirada de él y rápidamente volví a centrarme en ponerme los zapatos.
—Está bien—respondió y escuché como la puerta de su habitación se cerró.
Suspiré.

------------------------en la fiesta

Llegamos gracias a Felix, él era el único que sabía donde vive Yeonjun.
La fiesta era en una casa bastante grande, al llegar, Yeonjun nos recibió y nos dirigió hacia adentro. La sala era muy grande, habían luces de fiesta, música fuerte, gente bailando y una barra donde vendían alcohol. Parecía más una discoteca que una casa. Felix, Bangchan y yo nos sentamos en un sofá.
—¿Qué les parece?—nos preguntó Felix.
—Está bastante bien—contestó Bangchan.
—Quizás me siento un poco abrumada...—bajé la mirada—no he ido a muchas fiestas...
—¡Tengo la solución para eso!—Felix se levantó bruscamente del sofá—Chris y yo vamos a buscar bebidas, tú espéranos aquí.
Asentí y vi como ambos se alejaban.

Bangchan

Felix y yo agarramos las bebidas para volver con ella, pero un grupo de chicos nos impidió el paso.
—¡Felix!—una chica se abrió paso de entre los chicos y le dió un abrazo.
Los chicos comenzaron a proponerle cosas, que no nos incluían.
—Esperen, chicos.—les contestó Felix y me tomó del hombro para alejarme un poco del grupo y que pudiéramos hablar en privado—Chris ¿te enojas si voy con los chicos por un rato? Luego volveré con ustedes dos.
Negué con la cabeza, Felix me agradeció y se fue, así que volví al sofá solo.

¿Y Felix?—pregunté al no verlo al lado de Bangchan.
—Volverá por nosotros en un rato, se encontró a unos amigos.—me extendió mi bebida y agradecí.
Desde hoy, el ambiente entre Bangchan y yo se había vuelto algo tenso. Después de que ví su torso desnudo, ambos teníamos algo de vergüenza con el otro.
El silencio entre nosotros se estaba volviendo incómodo, a pesar de lo fuerte que estaba la música de la fiesta. Entonces tomé mi bebida, y comencé a beber rápidamente. Quizás con algo de alcohol podría sentirme más "suelta". Bangchan siguió mi ejemplo.
Luego de un rato comencé a sentirme mareada y con calor.
—Necesito un poco de aire, ¿vamos afuera?—propuse.
El asintió y, no sé como, acabamos en el patio trasero. La música casi no se escuchaba allí. Me quité los zapatos sin pensarlo mucho, el tacón estaba lastimándome un poco.
Corrí hacia el pasto y me acosté. Entre risas y con una botella en la mano, Bangchan se acostó a mi lado. Ambos estábamos ebrios.
Miré las estrellas, se veían borrosas pero aún así se veían hermosas.
—Es una hermosa noche—dijo él intentando romper el silencio, pero su comentario me hizo reír a carcajadas. Él también comenzó a reírse.
—Eres tan gracioso—dije poniéndome de costado para mirarlo.
Él también se puso de costado, y ahora nos mirábamos a los ojos.
—Eres tan bonita.

• Quédate conmigo • BangchanWhere stories live. Discover now