(2) The game of Love (Adrinette)

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—¿Un plan?

—Venganza. —Alya corrigió. —Esos dos, si creen que pueden salirse con la suya, se equivocan.

—¿Qué tienes en mente? —Chloé preguntó con interés.

—Fotografías memorables, —Alya respondió con un tinte de malicia en sus ojos – el cual apareció como promesa al tipo de broma que Chloé estaba buscando. —¿Entonces?

—¡Acepto!

Los labios de Alya se curvaron en una satisfactoria sonrisa ante la rápida respuesta. Había adivinado que Chloé aceptaría ayudarla fácil. Después de todo, ella había estado enojada con la verdad sobre la aparición de Alix porque eso le había arruinado la diversión, pero sobre todo estaba enojada porque Nino y Sabrina no le habían contado nada.

«¿Quién sería mejor aliada que Chloé para ayudarla en su venganza? »

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—¿Ya te vas?

Kim asintió.

—Lo siento, Adrien.

—¿Qué hay de mí? —Alix preguntó con un puchero. —No pareces infeliz por ver que me voy.

—Pasamos mucho tiempo juntos pero apenas vi a Kim. —Adrien se quejó antes de poner atención a su primo. —Pasaste toda tu estadía aquí trabajando.

—Ese es el punto en un viaje de negocios, Adrien. —Kim bromeó con una sonrisa.

—¿Qué hay de visitarnos la próxima vez? —Alix ofreció viendo que Adrien seguía refunfuñando. —Ha pasado mucho tiempo desde que estuviste en Dijon.

—Emilie y tu padre estarán felices. —Kim apoyó. —No te han visto desde ese incidente.

El rostro de Adrien se volvió serio cuando los recuerdos de la última vez que vio a sus padres, lo recorrieron. Fue ese día hace dos meses y medio cuando su padre le dijo que todo había sido un engaño y que su madre confesara que ella había estado detrás de la primera de las tres predicciones. Fue ese día que Adrien se había dado cuenta que había estado viviendo una mentira. Fue ese día que había creído que había perdido a Marinette para siempre.

—¿No has hablado con ellos desde entonces? —Luka, quien había estado callado hasta ahora, fue quien preguntó y Adrien movió la cabeza.

—Te extrañan, Adrien. —dijo Kim. —Sé que lo que tu mamá hizo estuvo mal pero-

—No estoy enojado con ella. —Adrien interrumpió. —No la culpo a ella o a papá. Yo solo- — pausó y bajó la mirada. Cuando volvió a hablar, su voz fue un susurro y nadie en la habitación pudo entender lo que dijo. —Me siento avergonzado.

Sintiendo que era un tema sensible, Luka y Alix rápidamente cambiaron la conversación incitando a Kim a seguir su ejemplo y pronto, los 4 amigos estuvieron hablando de algo menos triste.

Luka podía saber que esa sonrisa le había regresado al rostro de Adrien no fue genuina. Puede que haya engañado a Alix y a Kim, pero no a él. Luka tenía una buena idea sobre lo que estaba pasando en la cabeza de su mejor amigo. Sabía que Adrien había sido sincero cuando había dicho que no estaba enojado con sus padres. Por el contrario, Luka creyó que estaba enojado consigo mismo porque puso a sus padres, en especial a su madre, en esa situación.

Había sido intento fallido el que Luka haya tratado de convencerlo de que no debería sentirse así. Pero Adrien definitivamente se sentía culpable. Estaba culpándose a sí mismo por hacer que su madre mintiera y por ello, hacer que su padre la culpara por lo mismo. Pero quizá, también se sentía avergonzado. Sus primos y amigos siempre se habían burlado de él por creer en esas cosas como el destino y almas gemelas, y por ser tan inocente, viviendo su vida basada en las palabras de una vidente.