୨୧┄┈┈┈୨୧‧⁺̣⋆̩·̩̩ 3 ·̩̩⋆̩⁺̣‧୨୧┈┈┈┈୨୧

816 98 67
                                    

—Princesaaaa. —Adrien dijo pero no recibió respuesta. —Amooooor. —Hizo un puchero, mientras jalaba el vestido de Marinette, tratando de llamar su atención. —Marinetteee, deja de ignorarme.

Aun sin respuesta, Adrien achicó los ojos antes de sentarse erguido jalando a su novia para sentarla en su regazo, evitando que siguiera con su almuerzo. Con un suspiro, Marinette bajó su tenedor y puso su atención en Adrien.

—No sé qué estás jugando, —empezó a decir con tono amenazador. —Pero si no te detienes ahora, ¡voy a lastimarte!

Cuando notó las lágrimas completamente falsas en los ojos de Adrien, Marinette viró los suyos.

—Tu príncipe solo quiere pasar tiempo con su princesa, —Adrien dijo con dramatismo. —¿Por qué mi princesa es tan mala con su príncipe?

Sin ser capaz de contener más su enojo, Marinette se puso de pie de golpe. Se sintió mal cuando escuchó el grito de dolor saliendo de Adrien cuando su rodilla sin querer impactó en la entrepierna de su novio, nada gentil. Pero mientras pensaba en los eventos de hoy, su pequeña compasión se fue en un segundo y no cedió a la carita de pena de Adrien.

—¡Saldré! —anunció. —¡Será mejor que te dejes de tonterías antes de que regrese! Y quítate esas estúpidas orejas de gato del cabello.

—¿Por qué? ¿Mi princesa no piensa que su atractivo novio es adorable?

Marinette empujó las manos en un intento por esconder su enojo, temiendo que de verdad fuera a lastimar a Adrien.

—¡De verdad me enfadaré, Adrien!

Aun con las lágrimas en los ojos por el súbito y doloroso golpe en su entrepierna, Adrien se puso de pie. Su expresión cambió a una de determinación cuando una idea cruzó su mente.

—¡Tu gatito lo hará! —dijo de pie frente a Marinette. —Pero con una condición.

Marinette arqueó la ceja sospechosamente. Tenía una idea de lo que era esa condición. Había solo una cosa que Adrien podría pedir.

—¿Fue tu plan desde el inicio cierto?

Adrien parpadeó con inocencia.

—Gatito no sabe de lo que mi princesa habla.

—Sí, claro. —Marinette musitó.

Estaba enojándose más cada vez que Adrien le decía así.

«¿Qué rayos pasaba con este chico? »

Había ido a la hora del almuerzo llevándole comida, tal como siempre. Pero esta vez, había sido diferente. Adrien había empezado con ese extraño personaje aún más molesto de su ser normal. Y había estado así toda la tarde hasta que Marinette se hartó.

Justo cuando Marinette había pensado que Adrien no podía ser más molesto, él le había probado lo contrario. Pero no era el tipo de molestia que podía lidiar. Estaba sorprendida de haber logrado soportar por CINCO horas. Pero ya había tenido suficiente y estaría de acuerdo en lo que sea en tanto su infantil novio fuera el de siempre.

—¡Solo este sábado! —Marinette cedió con un suspiro.

—¿Huh? —Adrien exclamó sorprendido. —Te refieres a- —Marinette asintió a regañadientes. —¡¿De verdad?! —Adrien preguntó con esperanza y recibió otro asentimiento en señal de confirmación. —¡Siiii!

Marinette vio a Adrien expresando su emoción al saltar como niño que acababa de recibir el regalo que siempre había deseado antes de cargarla y darle unas cuantas vueltas. Al ver lo feliz que estaba, Marinette no podía evitar que la pequeña sonrisa se formara en sus labios. Y cuando de súbito fue envuelta en un fuerte abrazo, no perdió tiempo para cerrar los suyos alrededor del cuello del rubio.

(2) The game of Love (Adrinette)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant