1991

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Estoy seguro que todo el mundo sabe

Cuánto me odia mi cuerpo.

Me decepciona más cada vez

Y me vuelve precipitado y apresurado.

Siento un tirón total ante tu cuerpo desnudo de trabajo ...

¡Sexualidad!

¡Joven, cálida, salvaje y libre!

Sexualidad

¡Tus leyes no me aplican!

Sexualidad

¡No me amenaces con la miseria!

Sexualidad

¡Exijo igualdad!

Sábado 9 de marzo de 1991

-¿Has visto mi varita?-

-Nop.-

-¡Tío!-

-¿Donde la dejaste la ultima vez?-

-Si supiera que no estaría buscando, ¿lo haría?-

—Muy bien, está bien, manténgase el pelo — Grant salió del baño oliendo a pasta de dientes y pantene. Remus casi había volteado la sala de estar en su búsqueda. Se paró en medio del desastre, pasando sus dedos ansiosamente por su cabello.

-Tengo un millón de hojas de examen para corregir hoy, realmente la necesito ...-

-Hazlo sin magia, como el resto de los mortales,- Grant se encogió de hombros, levantando los cojines del sofá para ayudarlo a mirar.

-No puedo, realmente necesito mi varita ...- Remus bufó, mirando debajo de la mesa del televisor.

-Es una pena que no haya un hechizo para encontrarlo, eh-, se rió Grant. Luego vio el rostro de Remus, y se puso serio, levantando su mano, -Ok, no te preocupes, la encontraremos ... bien, la última vez que la usaste ... eh ... cuando se apagaron las luces, anoche, ¿recuerdas?-

-¡Oh si!- Remus corrió al dormitorio. Habían tenido cortes de energía al menos dos veces por semana durante el último mes; Remus pensó que todo había terminado ahora que los mineros habían vuelto al trabajo, pero aparentemente no.

Su varita había rodado debajo de la cama. La agarró, aliviado y lo apretó con fuerza en su puño. Gracias a Merlín. Se susurró a sí mismo.

-¿La tienes?- Grant preguntó, mientras Remus regresaba a la sala de estar. Grant estaba arreglando el desastre que Remus había dejado. Remus agitó su varita triunfalmente, y la habitación se reordenó. Grant hizo un ruido de sorpresa y deleite. -Zuecos inteligentes-. Él sonrió.

Remus sacó la lengua y fue a organizar su pila de papeles.

-Aún no veo por qué necesitas tu varita, ¿acelera las cosas o algo así?-

-No, la necesito para leer-, respondió Remus, sentándose en la pequeña mesa del comedor para trabajar.

-¿Eh?-

-Tengo este hechizo que me ayuda a leer-, dijo Remus, -nunca aprendí a hacerlo correctamente en St Edmund's-.

-¿No sabes leer ?- Grant puso sus manos en sus caderas, mirando a Remus con incredulidad.

-Bueno, puedo un poco ...- dijo Remus, sintiéndose a la defensiva, -No muy bien, las palabras se mezclan, no sé por qué.-

-¡Oh!- Grant dijo, sentándose a su lado. -Eres disléxico-.

All the young dudes (traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora