Mini One shot:

1.5K 93 3
                                    

*Contexto cliché: Axel era un ángel que cayó al infierno por haberse obsesionado contigo a espaldas de Dios, tú también eras una ángel que no hablaba mucho, más bien te encargabas de encaminar a los niños y bebés muertos a un eterno descanso en el cielo y les consolabas si se ponían tristes, temerosos o ansiosos.

-No se preocupen niños, síganme, fueron muy buenos en sus vidas a pesar de sólo haber tenido 5 años- Ahora mismo te encontrabas encaminando al cielo a 3 hermanos que murieron lenta y dolorosamente en un incendio, 2 niños gemelos de 7 años y una bebé de 5 meses que tenías en tus brazos. Ya no sentían nada de dolor, y no, no eras la muerte, sólo permanecías junto al ángel de la muerte para ayudar a los niños y bebés a no sentir miedo cuando elegían el cielo.

-Señorita- Dijo uno de los gemelos -¿Por qué ese demonio de antes la miraba raro?- Estabas antes tan concentrada en saber la elección de los niños sobre el cielo o el infierno que no te diste cuenta, y claro, el demonio Axel era quién trabajaba junto a ti para presenciar las elecciones mencionadas -No lo sé niños, es un poco normal que ángeles y demonios seamos así entre nosotros- En realidad creíste que era porque estaba obsesionado contigo desde hace tiempo y porque no se veía correcto el actuar de manera inapropiada delante de pequeñines como ellos. Empezaste a sentir como la bebé se inquietaba en tus brazos y te tocó arrullarla para calmarla -Shh, ya ya, tranquila pequeña, lo peor ya pasó- Ya estaban frente a la entrada del cielo y la bebé se calmó -¿Están listos niños?- Giraste un poco hacia atrás para ver a unos gemelos temblorosos -Si señorita- Volviste a mirar hacia adelante para hacer una seña a ellos -Bueno síganme- Los gemelos asintieron y entraron al cielo, todo era paz y tranquilidad -¿Les gusta niños? ¿Qué opinan?- Los gemelos estaban asombrados y con la boca abierta, sin llegar a dudas el lugar les había encantado -Es muy hermoso señorita- Hasta la pequeña bebé estaba tranquila y feliz - Pueden tomar a su hermana, y como pueden ver, hay tanto animales y seres humanos como ángeles hombres y mujeres y quién sabe, Dios debe de estar por ahí, tal vez lo encuentren- Uno de los gemelos asintió y tomó con cuidado a la pequeña, te despediste y decidiste volver ya que debías de permanecer al lado de las almas de los ya mencionados.

-¿Se portaron bien la bebé y los pequeños en el camino?- Preguntó "La Muerte" a lo que asentiste -Si, bastante, ¿Cuáles son los siguientes?- Preguntaste abrigándote con tus alas por el frío del lugar -Ahí vienen, una niña de 11 años que murió de un ataque de asma en su casa, su habitación- Volviste a sentir aquella mirada de Axel en tu espalda -No tan rápido (t/n), recuerda belleza que los muertos deben de elegir a dónde quieren ir- Te giraste mientras "La Muerte" continuaba con su trabajo, tenía una mirada coqueta mientras tú acercabas a la niña quién estaba lógicamente asustada. Tú le diste la propuesta de que si va al cielo, tendrá una eternidad tranquila sin dolor, con total relajación sin importar tu religión o si eres atea, que todo consta de qué te haría más feliz y Axel le ofreció una vida llena de diversión sin importar claro las condiciones anteriores pero ojo, las cosas como "el descanso" allí en el infierno no existen, la diversión no parará durante toda la eternidad sin importar de qué tipo sea pero ambos dejaron claro que tenía que decidir MUY BIEN dónde quería pasar la eternidad.

-Creo que prefiero el cielo, nunca tuve tranquilidad con mi asma- Tú sonreíste, le extendiste tu mano y ella la tomó -Bien, te prometo que todo será paz y tranquilidad hasta que tu alma esté lista para reencarnar, pequeña- Y así continuaron las cosas durante un rato hasta que te susurran al oído -Tarde o temprano tú caerás también en la tentación, preciosa- Te irritaste por eso y te giraste para ver que Axel te sonreía pícaramente, no le hiciste caso y continuaste guiando a la niña y a otros más hasta que en una ibas bajando de la montaña que iba camino al cielo y sientes que alguien te agarra acosadoramente por detrás.

-Sabes (t/n) -Dijo un seductor Axel -Desde que me fui al infierno sin poder regresar al cielo, me he sentido muy estresado sin ti- Te pusiste nerviosa y te trataste de agitar y empujarlo -Libérame, Dios no me permite estar así, y los niños y bebés me necesitan- Él rio y lamió tu cuello, por lo que te estremeciste -Ven, deja eso y cae conmigo, sé mía y divirtámonos por toda la eternidad- Te lograste liberar de su agarre y fuiste por los próximos niños y bebés a guiar.

Pero eso sólo lo incitó a llamar a uno de sus compañeros para que lo sustituyeran para arrastrarte a otro sitio, someterte al suelo y por rechazarlo... te arrancó las alas mientras te decía que sólo debías de ser de él mientras tú implorabas porque alguien te ayudase. Tu espalda sangraba brutalmente y veías lo que alguna vez fueron tus alas blancas y con plumas en el suelo, totalmente separada de ti.

-No importa, cuantas veces las..ngh intentes arrancar...agh, ellas SIEMPRE crecerán de nuevo y yo NUNCA te miraré de esa mane...- De pronto ambos escucharon una tenebrosa voz, era Dios que venía a ver lo que había sucedido y al ver lo que hizo Axel, se enojó y fue a salvarte, razón por la cual hizo crecer tus alas de nuevo y por la que regresó a Axel al infierno, lo cual te alivió mucho internamente puesto que te había estado acosando desde hace muchos años cuando fue enviado al infierno. Tú continuaste guiando cuidando de los más pequeños quiénes te contaban camino al cielo historias de abuso, maltrato, catástrofes y enfermedades como el cáncer o el coronavirus horrible que azota a los humanos, por no mencionar los casos de suicidio, claro.

Sin embargo, siempre fuiste lo más agradable posible con ellos para que se sientan seguros a pesar de estar muertos.

-Maldita sea, ojalá pudiera haberla arrastrado hasta acá y ver aún más su cara de pánico, se veía como todo un bombón excitante- Dijo oliendo las plumas de las alas que logró arrancar aquella vez de ti.

-Fin.

Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]Where stories live. Discover now