Capitulo 17: Hola a la vieja Elena

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Me desperté temprano en la mañana con un sabor amargo en la boca y no, no era a causa del normal aliento matutino, sino a causa de saber que Regie y el imbécil jugaban el mismo juego y por supuesto que no me agradaba ya que era volver a caer con la misma piedra.

Salté de la cama para ir al baño, me aseé con rapidez y volví a mi habitación para colocarme mi ropa. Un jean sencillo, una blusa de tiros gruesos de tipo suelto de rayas blancas y verdes, busqué unas lindas zapatillas con detalles en plata y un collar largo de plata. Recogí mi cabello en una cola de caballo alta y supe que estaba lista.

Me sobresalté cuando mi celular vibró en la mesita de noche que tenía a un lado de la cama, me acerqué y abrí el mensaje.

De: Regie

“Buenos días.”

 

Hice una mueca al leer el mensaje, no sabía si responderle o no el mensaje, si lo hacía ¿qué le diría? No estaba de ánimos para hablarle así que simplemente tecleé una respuesta rápida.

Para: Regie

“Buenos días.”

 

Lancé el teléfono a la cama y me encaminé hacia mi closet, había guardado la pulsera y el collar que ambos hombres me habían regalado, les di una larga mirada intentando pensar en lo que haría con cada regalo, al del imbécil podría quemarlo o quizás lanzarlo a la basura y al de Regie… Bien, ese sería más difícil.

Miré a ambos simultáneamente antes de cerrar el cajón. Recogí mi bolso del suelo, metí mi celular en uno de los bolsillos y proseguí a bajar las escaleras sin mucho apuro.

—… Entonces me di cuenta de que teníamos mucho en común —Atajé a escuchar a mi padre.

—Cariño ¿no crees que deberías abrirte a Regie? Después de todo es el novio de tu hija —Defendió mi madre, yo suspiré.

— ¿Regie? Buen chico pero no tanto como Matthew.

Sin querer resoplé, él no tenía ni la más mínima idea de quién era el imbécil ¿acaso le hipnotizó o algo así? Quizás deba mantener a mi padre mejor vigilado.

—Sigue siendo el novio de tu hija —Le recordó mamá con tono firme—, y sería bueno que Elena sintiera tu apoyo.

—No le fuerces —Dije entrando a la cocina.

— ¿Ves? Nuestra hija conoce bien a su padre —Le arqueé una ceja y él me imitó.

Bien, no era bueno cuando tu padre era joven y resulta que tú tienes sus gestos que están perfeccionados en él. Resoplé de nuevo antes de robarle una tostada de su plato, esto era bastante normal por lo que mi madre le preparaba extra comida.

—No te preocupes por Regie mamá, de cualquier forma no dudará.

Me molestó que tanto mi madre como mi padre me miraron con ojo como platos e incluso papá se atragantó con el café que había intentado beber ¿ahora qué? ¿Remordimiento de conciencia?

— ¿No durará? —Preguntó mi atractiva madre antes de llevarse las manos a las caderas y lanzarle una mirada furiosa a mi padre.

— ¿Qué? No fue mi culpa —Se defendió él alzando sus manos.

—Te mantuviste ocupado con el otro chico ¿ves lo que causas Gerard?

Oh, mi madre estaba furiosa, sólo llamaba a mi padre por su nombre cuando lo estaba y eso me decía que era momento para darme un lindo paseo a otro lado donde no pudiera escuchar su sermón.

Inevitable (El juego de Elena #1) [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora