Capítulo 31: Buen juego con ¿buen final?

2.8K 107 5
                                    

En la noche me dediqué a hacer ejercicios de respiración mientras intentaba imaginarme que nada estaba pasando, que yo no había aceptado salir con el imbécil #2 y que definitivamente no estaba a punto de cometer uno de los peores errores de mi vida, porque si iba al restaurant al día siguiente eso es lo que pasaría.

—Iré, sí, iré pero sólo para escuchar las cosas estúpidas que él me dirá —Me sonreí frente al espejo—. Eso es, sólo cosas estúpidas que no tendrán sentido y no tendrían por qué debilitar mi gallardía, ni mucho menos hacerme considerar el hecho de estar con él a pesar de que me jugó mal, no, yo no podría hacer eso.

Mi ojo derecho tuvo un raro espasmo mientras decía todo aquello, lo que me daba la garantía de que estaba enloqueciendo.

—Yo jamás consideraré al imbécil #2 como un pretendiente, él fue un error y un desliz en esta etapa tan complicada que es la adolescencia, sólo eso ¿por qué tendría que serlo? No es que él fuera un buen chico ni que fuera atractivo —Bufé—. Tampoco es como si ese perfume que usa oliera extraordinariamente ni que su sonrisa fuera perfecta, no, él no es eso ¿o sí?

¡ARG! ¿A quién engaño? ¡A nadie! Sólo hago un mísero intento por engañarme a mí misma ¡pero es obvio que no está funcionando!

—Perdí, lo sé —Me dije a mí misma antes de gritar de frustración.

Claro que perdí, no debí hacer jugado al «bésame para deshacerme del imbécil» porque eso me había incluido en esta locura adolescente de la que quería salir lo más pronto posible. Entré en un estado de desesperación por lo que fui hacia mi laptop que ya estaba encendida, abrí mi correo, abrí el último e-mail que Carla me había enviado y seleccioné «responder».

De: e.rogers@gmail.com

Para: cbom23_1@gmail.com

Antes que nada ¡lo lamento! No es la mejor disculpa pero no tengo tiempo para pensar en una mejor. ¡Carla! Estoy en un dilema traumante del que sé sólo tú podrás sacarme con tu gran sabiduría sobre hombres.

Por favor no te rías de esta alma perdida pero en el poco tiempo que he pasado aquí comencé a salir con alguien y al mismo tiempo tuve una aventurilla bizarra con otro. Pero eso no es todo, las cosas se complicaron y con quien salía ya no salgo y con quien tuve la aventurilla bizarra lo envié al infierno (muy típico de mí ¿cierto?). De cualquier manera mañana veré al primero que te nombré pero ya no quiero caer en las garras amorosas que condenan mi pobre alma.

¡Oh sabia Carla, ilumíname! Hazlo o juro que saltaré del segundo piso.

 

Presioné «enviar» sin pensarlo dos veces. Pensé que tendría que pasar mucho tiempo antes de que yo le hiciera semejante consulta a ella ¡oh! Creo que mis palabras exactas fueron «prefiero cortar mi cabello y fingir ser hombre que pedirte consejos sobre amor y hombres». Supongo que a Dios no le agradan los jóvenes que cometen demasiadas estupideces.

Luego de 10 minutos de estar esperando la respuesta de Carla fui bendecida con el correo que contenía mi salvación. Sin perder tiempo lo abrí llevándome la sorpresa de saber que Carla tenía un vocabulario soez amplio, sentí mis mejillas calientes más de una vez mientras leía los primeros dos párrafos donde ella descargaba esa rabia que tenía por el hecho de no escribirle.

 

De: cbom23_1@gmail.com

Para: e.rogers@gmail.com

Inevitable (El juego de Elena #1) [Editada]Where stories live. Discover now