Capitulo 15 - Corriendo hacia ti

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                                                                  Corriendo hacia ti

 “Contemplen al antílope, que a diario tiene que correr más rápido que el león para no ser devorado” ―Swami Sivananda.

En la casa de Jared reinaba el silencio y la tranquilidad esa mañana, era una mañana de sábado y por ende todos los trabajadores del Laboratorio de Mars tenían el día libre o casi todos, excepto para Emma Ludbrook la asistente personal del vocalista  y Samantha Evans su manager; ambas mujeres estaban en la mesa del comedor concentradas en poner todas las fechas en orden para los eventos sociales de la banda; que la misma no diera conciertos hasta el día que sacaran el próximo álbum no significaba que se escaparían de premiaciones, entrevistas y eventos sociales. Y debían hacerlo o perderían popularidad entre sus seguidores.

Para Jared, que se había quedado hasta las tres de la mañana escribiendo canciones casi pasa por alto que no era un día de semana como cualquier otro, pero el silencio en el lugar al bajar a desayunar le recordó la obviedad del asunto.

― ¿Dónde están todos? ―preguntó con el seño fruncido a ambas mujeres mientras desayunaba, poco antes de darle una mordida a su sándwich de pan integral y bebía leche de soja.

― Están en el show a las afueras de la ciudad, aquel que pusiste una escusa para no ir ¿recuerdas? ―dijo Emma sin despegar la vista de su laptop.

Jared hizo un mohín, como si aquel gesto pudiera cerrarle la tapa del ordenador a Emma con solo desearlo. Samantha, que lo había mirado de reojo reprimió una sonrisa y siguió con sus anotaciones junto con la asistente.

― ¿Y Genevieve? ―volvió a preguntar intentando no sonar muy interesado, debía disfrutar su tranquilidad matutina, era lo que había deseado por meses, era extraño no verla refunfuñando por sus cualidades culinarias.

 ― Se fue con Tomo esta mañana, salieron temprano para conseguir los mejores lugares, aunque con los pases que les conseguí no creo que tengan problemas. ―respondió Emma― ¿Por qué?

― ¿Qué? ―le había agarrado desprevenido la pregunta que le hacían de vuelta pero se compuso con una escusa como siempre― No, nada, sólo curiosidad. Anoche escribí nuevas letras y quería saber cómo las ejecutaría ella en el piano, es todo.

Y sin esperar más se puso de pie altivo en dirección a la cocina para dejar el plato y el vaso en el fregadero; al hacerlo miró la repisa con sus premios y recordó el día en el que casi Genevieve los destruye con todo y cocina. También recordó cuando, esa misma noche la puso a limpiarlos uno por uno, incluyendo los que no tenían restos de comida y extintor, sonrió por lo bajo al hacerlo y luego sintió un vacío en la boca del estomago. «¿Acaso estaba extrañando su mal carácter?  Por favor, ni que fuese una cualidad por la que sentir melancolía» se dijo con decisión antes de volver al estudio de grabación y seguir componiendo. Sacaría la melodía en el piano con o sin Genevieve como lo había hecho años anteriores, punto.  

                                                                                    ***

El camino en dirección al show había pasado entre música country del reproductor de la camioneta de Tomo, risas y chistes por parte de Anabel la prima de los Leto y Diana, la esposa de Tomo. Ella era tal cual como la había descrito el guitarrista: una mujer de cabellos castaños cortos, menuda en contextura corporal y una actitud dulce y alegre, casi igual de loca que su esposo por sus ocurrencias. Por algo se llevaban tan bien, compartían características muy similares desde su sonora carcajada hasta las muecas de sus ojos, boca y cejas al expresarse; era muy divertido verlos en el asiento delantero del vehículo hablar de todo un poco.

Club Wonderland - 30 Seconds to MarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora