Capitulo 3 - Oscuridad

659 35 24
                                    

                                                      

 Oscuridad


"Como una piedra fosforescente, colocada en la oscuridad, emite una irradiación y expuesta a plena luz pierde toda su fascinación de joya preciosa, de igual manera la belleza pierde su existencia si se le suprimen los efectos de la sombra" ―Junichiro Tanizaki



            El crujir de un delgado cristal al astillarse rápidamente bajo sus pies, mala idea el haber apartado aquella tierra con su bota sin tener cuidado, solo por seguir su curiosidad. Sin tiempo para hacerse a un lado Shannon se vio consumido por la oscuridad al caer sobre su espalda tres metros abajo generando un gran estruendo.

            Profirió una maldición aun yacente sobre su dolorida espalda mientras observaba el hueco por donde había  caído, ahora con un halo de luz del atardecer que se colaba y le iluminaba el cuerpo en tonos naranjas y rojos lleno de tierra y vidrio, muchos de los cuales se les habían clavado en los codos y el rostro. Comenzó a pasear la mirada por el lugar aun aturdido por la caída, todo estaba oscuro y apenas podía distinguir con la luz que seguía filtrándose por hueco a modo de tragaluz hasta que divisó dos ojos felinos que se asomaban con lentitud en la penumbra y su corazón se aceleró, preso del pánico.

            Se puso de pie lo más rápido que pudo y su columna se tensó en respuesta, obligándolo a encorvarse; subió la mirada y los ojos habían desaparecido, giró en redondo intentando acostumbrarse  a la escasa luz del lugar pero el temor que lo invadía le dificultaba el proceso; en ese instante sintió una punzada en el codo izquierdo y como pudo lo acercó mas a sus ojos, notando como un fragmento de vidrio se le había clavado, traspasando la tela de la chaqueta de cuero. Apretó los labios, respiró hondo y con su otra mano se sacó de un tirón el cristal, ahogando un grito que exhaló con un gruñido; tapando la herida con la palma de la misma mano libre que usó antes, intentando parar el sangrado.

        Su situación la podía describir en dos palabras fácilmente: adolorido y asustado. Subió la cabeza al hoyo, el anochecer se acercaba rápida y peligrosamente volviendo más tenebroso aquel sitio y eso no era lo peor, temía que una bestia estuviera allá abajo con él, esperando el mejor momento para saltarle y devorarle sin piedad; como sucedía en esas películas de la antigua Roma que tanto le gustaban. Quién diría que se convertía en la presa de su propia historia.

         A pesar de que su cuerpo respondiera con lentitud, su mente maquinaba a toda velocidad.

«Tienes que salir de aquí, rápido ―pensó― el techo es muy alto, no puedes llegar aunque saltes. Tienes que salir de aquí rápido ―se repitió intentando distinguir nuevamente alguna forma, sin éxito― Los muros, debo acercarme a los muros e ir tanteando las paredes como pueda ―un vacío de incertidumbre y temor lo invadió, dudando en salir del pequeño haz de luz que quedaba― suspiró hondo para armarse de valor y avanzó a toda velocidad chocando con "algo", tropezando y cayendo de bruces sin poder evitarlo»

― ¡Maldita sea! ―estalló este aun en el suelo, formando un ovillo y agarrándose la rodilla ahora punzando de un calambre por el golpe.

 ― Se cuidadoso ―una voz sutil, como una seda se extendió y Shannon se sentó alerta, intentando deducir de donde provenía― ¿Te encuentras bien? ―se volvió a escuchar la suave voz, esta vez desde un punto distinto, como si la persona avanzara por el lugar rápidamente.

Club Wonderland - 30 Seconds to MarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora