Capitulo Diez

6.1K 333 78
                                    

H.S,

La alarma se activa a las cuatro de la mañana como parte de la rutina de mi semana. La silencio antes de que Rosie pueda despertarse, me pongo mis gafas para leer los correos del trabajo en mi teléfono. Momentos después siento un brazo suave  y delicado sobre mi torso entregándome su olor, el cual  recibo mas que gustoso.

—"Hmm ... ¿Papi?"— Gime mi pequeña perezosamente.

Al escucharla,  un poco de sangre corre hacia mi erección matutina de manera inmediata y necesito poner todo de mí para no follarla duro aquí mismo. Su cabeza descansa sobre mi pecho y paso mis dedos por sus mechones enmarañados pero suaves, se ve tan inocente a pesar de lo que sucedió entre nosotros hace apenas unas horas.

—"¿Por cuánto tiempo has estado despierta, niña?"— le susurro.

—"Apenas he dormido"—

—"¿No estás cómoda?"— Digo en tono de preocupación, moviendo mi mano de su cabello  a  su espalda para finalmente detenerme en su hermoso culo. Lo aprieto, duro, ese pequeño y dulce trozo de cielo ahora me pertenece.

—"Simplemente no pude evitar imaginar cosas"— Me dice inocentemente

—"¿Qué cosas?"— 

—"Cosas que una chica no debería contar"— Ella se ríe, escondiéndose bajo las sábanas y justo en este momento desearía que ella menos tímida y lo suficientemente atrevida  como para tirar de mis calzoncillos y chupármela bajo las sábanas, tomándome como su desayuno, fresco y siempre listo para ella.

—"Fácil, amor. Dime lo que quieres d e mí. Lo más probable es que te lo dé sin pensarlo dos veces"—

Rosie salta de la cama y enciende una lámpara. Se encuentra  en ropa interior y camina hacia la ventana, echando un vistazo a su casa. Ojalá pudiera tener mi cámara conmigo. le tomaría una foto a su pequeño cuerpo para atesorarla y hacer cosas creativas con ella en las noches que tenga el infortunio de no sostenerla en mis brazos. Debo apreciar la belleza mientras dure.

La cama vuelve a hundirse a mi lado y murmura: —"Puede que mamá y papá no estén en casa por unas horas más"—

—"¿Qué quieres Rosie?"— Me irrito por su evasiva, ya quiero que me diga que demonios es lo que quiere de mi porque, jorder, estoy malditamente dispuesto a dárselo. 

—"Quiero más caricias, más toques, más de tus manos sobre mí y muchas cosas otras cosas. Pedicura, ropa, dinero, atención y, básicamente, ser tu única chica"—

—"Te puedo dar todo eso si me das una cosa"— Le digo sonriendo. 

Ella levanta una ceja, inocentemente.

—"Tu cuerpo"—

Ella sonríe tímidamente, —"Puedes tenerme...Papi"—

La observo satisfecho de su respuesta y me bajo de la cama para alistarme. Entro al baño y me pego un rápida ducha de agua helada,  después de salir cubierto en una toalla ella  observa detalladamente la manera en la que me seco y comienzo ponerme  mi traje. Se muerde el labio inferior y cuando volteo para mirarla fijamente, aparta la mirada con decencia. Te conozco, niña. Dejar de fingir.

—"Me quedan cinco minutos más"— Le informo.

Me acuesto junto a ella y muevo mi mano de tal manera que aterriza directamente en su entrepierna, justo sobre sus bragas rosas.

—"¿Cuánto quieres mis manos en ti?"—

—"Mucho."— Ella susurra, enterrando su cara en mi pecho.

mannequin. HS [Español] (EN EDICION)Where stories live. Discover now