Capitulo Uno

8.7K 503 157
                                    

H.S

Allí está otra vez, totalmente ajena a mi existencia mientras sus hermosas piernas la llevan de vuelta a su casa, donde pasa sus días sola, principalmente leyendo y permitiendo que el bello espectáculo de su presencia se vea a través de la ventana de su habitación. Puedo  atreverme a decir que no seria posible tener mas fortuna en mi vida que el jubilo que me proporciona observar aquel maravilloso tesoro.

Sus padres nunca están en casa, a veces pienso que a ninguno de los dos les importa que un hombre como yo pueda irrumpir en su casa y hacer que su hija sea mía. De hecho, podría hacerlo, sé que pusieron sus llaves debajo del tapete. Oh, sí, lo haría en este mismo momento.

Rosie Evans, tan hermosa como siempre, ahora se encuentra en su habitación y yo me limito a observarla discretamente desde mi casa, ella se quita la ropa y  tiro de una de las sillas frente a mi ventana, mirándola a través del pequeño espacio entre mis cortinas. Soplo el humo de mi cigarrillo y sonrío.

Mi mano se dirige hacia mis calzoncillos mientras veo como se para frente a un espejo, con sus bragas blancas y sin sujetador. Frunce el ceño y niega con incredulidad.

¿Cómo podría alguien ser infeliz con un cuerpo así? Ella no sabe que es perfecta. Un cuerpo hecho en una fábrica de muñecas, su cuerpo parece tan delicadamente esculpido por artistas que resultaría sumamente complicado tomarlo en mis manos como quiero hacerlo sin pensar que se romperia. ¡Joder! Ella es un maniquí con su cuerpo menudo, piel lechosa, gordos y sonrojados cachetes, cabello castaño largo y senos pequeños.

Quiero ponerla en una caja de vidrio y mantenerla en mi pared para poder jugar con ella cuando quiera y ponerla de nuevo ahí dentro cuando me aburra. Ella será mi próxima víctima. Solo necesito ser inteligente

mannequin. HS [Español] (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora