Capitulo Cinco

8.4K 427 138
                                    

Rosie

—"No."— le suplico pero mis labios están apretados contra la piel caliente su mano. Mis piernas se retuercen vergonzosamente bajo su cuerpo medio desnudo, me estremezco al recordar que solo la fina tela de la toalla me separa de su masculinidad. Las gotas de agua en su cabello caen sobre mi ropa  mientras besa mi frente y  su otra mano comienza a explorar debajo de mi ropa.

Sus dedos descansan en mi ombligo y susurra:

—"Tenemos que establecer algunas reglas. Número uno, si alguna vez das un paso dentro de mi casa, cariño, serás parte de ella"—

Mi aliento se acelera por la sorpresa cuando me doy cuenta que su mano se encuentra haciendo picaros movimientos debajo de mi camisa, hurgando en mi sujetador y mis pechos. Desliza sus largos dedos y comienzan a jugar con mis pezones hasta que estos,  en contra de mi voluntad, se ponen duros.

Las lágrimas se derraman de mis ojos y miro al gran maniquí sobre mí. ¿Qué es este lugar? ¿Qué va hacer conmigo?

—"Bien, hay muchas reglas, pero eso es lo único que debes saber por Ahora"—

¡¿Por ahora?!

Empuja mi camisa hacia arriba y me baja completamente el sujetador, apretando mis pechos y chupándolos.

Agarro su mano, tratando de quitármela de los labios para poder gritar.

—"¿Quieres decir algo importante, amor? Las palabras innecesarias podrían hacerme perder mi valioso tiempo"—

Disgustada, levanto la rodilla y la impulso contra su entrepierna, logrando que salga de encima de mí. Intento levantarme para llegar a la puerta, pero él agarra mi pierna, intento arrastrarme hacia la salida, pero él es más fuerte.

—"¡Ayuda!"— Grito, pero él recuesta su cuerpo sobre mi espalda, cubriendo mi boca otra vez mientras su otra mano va debajo de mi ropa, vagando desde mis pechos hasta mi núcleo desnudo.

—"Si solo pudieras cooperar, entenderías por qué te quiero tanto"—

—"Estás enfermo."— Mi voz suena amortiguada.

Podía escucharlo reírse bajo, de manera oscura y tenebrosa. El sonido me envía escalofríos por la espalda y cierro los ojos, alzando la mano hacia el pomo de la puerta, pero no puedo alcanzarlo. Me acerco y lo agarro sin que se de cuenta .

—"Déjalo ir, porcelana. No quieres hacer eso ahora, ¿verdad? Déjalo ir, amor, obedece a papi"— dice en tono de advertencia —"Rosie, compórtate"—

Cuando logro girar el pomo , su mano deja mi boca y agarra fuerteme mi garganta. Mis ojos se ensanchan, no por el hecho de que podía sentir su enorme erección contra mi culo, sino porque no puedo respirar.

Puedo sentir el aire que sale de mis pulmones lentamente y dejo ir el pomo de la puerta, mi mano golpea débilmente el piso haciendo un chasquido fuerte.

—"Lo siento mucho."— dice, dándome la espalda. Recupero mi respiración. —"Me asustaste por un momento. Déjame hacerlo mejor, amor"—

Su mano acaricia mis mejillas, veo lo venosos y fuertes que son sus brazos, la forma en la que sus ojos verdes, oscuros por la excitación, están perforando mi alma. Él no tiene alma y creo que por eso ha decidido tomar la mía en su lugar.

—"Déjame cuidar de ti, muñeca"—

Sus suaves labios me besan desde el cuello hasta la parte baja del estómago, mojando cada punto con saliva. Mordiendo la tela de mi falda, pasa la lengua por mi coño. Respira profundamente, siento su cabello mojado contra mi piel. Él inhala sobre mi, mientras gime guturalmente. Usa sus pulgares para abrirme, exponiendo mi clítoris.

mannequin. HS [Español] (EN EDICION)Where stories live. Discover now