capitulo 14. felicidades... eres el idiota mas grande del mundo

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Román P.V.O.

¿Como pasamos de estar bailando juntos en medio de la pista a estar aquí afuera, yo rompiéndole el corazón tan rápido?

No sabía como explicarle, pues la verdad ni yo lo entendía. “Me gustas” cuando lo dije algo en ella cambio, algo en sus ojos, tenían un brillo especial. Un brillo que solo un gran imbécil como yo podía borrar tan rápido como apareció, con solo una frase. “Pero bueno yo soy popular y tú... Rara” me arrepentí tan pronto como salió de mi boca. Fue una de esas veces en la que hablo sin pensar.

-¿te da pena que te vean conmigo?-

-no es eso- se puso de pie y me miro a los ojos.

-¿entonces que?- pregunto con la poca voz que le quedaba. No pude contestarle, no encontré una respuesta adecuada y ella lo notó. Por lo que se dio la vuelta y se comenzó a alejar, apenas reaccione tome su brazo.

-espera- le suplique. No quería que esto quedara así.

-no te me vuelvas a acercar, en tú vida- me grito y de un tirón se soltó de mi brazo. Que cayó en mi costado, ya que estaba en shock por lo que me acababa de decir.

-bien hecho idiota- me dije a mi mismo, mientras la veía alejarse. Antes de entrar al salón se detuvo y me volteo a ver. Un par de lagrimas se escaparon de sus ojos, con cuidado se las limpio y continuo con su camino.

Me sentía como la peor basura del mundo, que idiota soy obvio se iba a enojar. Después de unos minutos sentado en el patio. Odiándome y odiando a Megan por haber arruinado el momento. Entre a la fiesta, busque con la mirada a Kim y la encontré entre sus amigos con Beck cerca de ella y una enorme sonrisa, aunque sus ojos no brillaban como antes.

Ya no quería estar aquí, empecé a deshacer mi camino al estacionamiento cuando una mano tomo la mía y me detuvo. Sabía que no era ella, por lo que no me importo quien era. Pero esa persona no me dejo ir tan fácil. Me obligue a voltear y puse mi mejor cara de “ni te me acerques” pero como no era mi día de suerte. Frente a mi tenía a la única persona a la que no le importa lo que haga, no se alejaría. Megan.

-ven, vamos a bailar-

-no me siento bien- le dije y me recargue en una pared cercana. La rubia se acomodó junto a mí y me empezó a contar algo.

Escuchaba su voz diciéndome algo, pero la verdad no me importaba y no quería fingir que si. Así que me dedique a verla bailar y reír a lo lejos. A veces su mirada se cruzaba con la mía, su sonrisa se borraba pero regresaba poco después de desviar la mirada. Era un sonrisa falsa, pues no llegaba a sus ojos.

-¡oye, te estoy hablando!- me grito una voz chillona y molesta. La voltee a ver después de que me pegó en el pecho con el puño, aunque no me dolió.

-perdón- le conteste sin ponerle mucha atención.

-por favor hazme caso- me dijo algo deprimida. Eso me hizo sentir mal, esta chica no tenía la culpa de que yo sea un patán. Ya le rompí el corazón a Kim, no se lo haría también a Megan, era algo molesta y engreída pero no mala persona.

-perdón, pero no me siento bien- me excuse, ella asintió y después de pensarlo un minuto. Me dejo irme a mi casa. Busco una pareja de baile, algo que no le costó nada de trabajo.

La volví a buscar entre sus amigos. Estaban todos menos ella, corrí como loco hacia la salida, para poder hablar con ella y disculparme por… todo. Pero cuando llegue a la salida, la encontré con su hermano y una chica, dirigiéndose a un coche.

-¡Kim!- grite, pero no me escucho y se subió a un coche plateado que se alejó a toda velocidad.  

Busque mi coche rojo y me fui a casa. Me di una ducha rápida y me metí a mi cama. En mi mente solo estaba una persona, una cara con lágrimas en los ojos y una sonrisa fingida. Una chica que sufría por mi culpa, alguien a quien le arruine la noche.

-felicidades Román, eres el idiota mas grande del mundo- me dije a mi mismo y me prepare para dormir. Algo que no logre, por más que intente. Y es que no podía dejarlo así, tenía que disculparme con ella y hacer todo lo posible para que me perdone.

Después de rendirme en lo de intentar dormir, me pare y me prepare para ir a casa de Leo y pedirle perdón a Kim. Cuando termine tome mi teléfono y mis llaves, salí tratando de hacer tiempo para no llegar muy temprano. Conduje lo más rápido que pude los 15 minutos que eran de camino. Cuando llegue me estacione junto a la jeep de Leo y una motocicleta negra que no reconocía, pero no le di mucha importancia.

Toque el timbre de puerta y unos minutos mas tarde me abrió Mercedes que me saludo con el típico “buenos días”. Después de devolverle el saludo me dejo pasar. Como ya conocía la casa solo me dijo donde se encontraba cada quien y se fue a seguir con su trabajo. Subí las escaleras de dos en dos.

Llegue al pasillo, todas las puertas estaban cerradas. Me detuve frente a la de Kim y con cuidado la abrí. Asome mi cabeza, iba a empezar a hablar cuando la vi, cuando los vi.

Estaban parados frente a la cama, el idiota de Beck tenía sus manos en la cintura de Kim y la besaba. Poco a poco fue bajando las manos hasta sus muslos y la arrojo a la cama, solo para continuar besándose. Bueno ya se de quien era la motocicleta.

No podía estar ahí, salí corriendo de la casa y me quede en el jardín. Quería estar a kilómetros de aquí pero ahorita estaba tan molesto y perturbado, que bien podía causar un accidente si manejaba.

-hola hermano. Mercedes me dijo que estabas aquí- me saludo Leo, que seguía en pijama y se sentó en pasto junto a mi.   -¿Qué sucede? estas pálido y no has dejado de apretar los dientes-

Le conté todo, desde lo de la invitación, pasando por el beso y mi estupidez, termine mi relato en lo que vi en la habitación de la chica.

-primero eres un idiota-

-lo se, el mas grande del mundo- le conteste. En ese momento no sabía si era un idiota por lo que hice ayer o por haber creído que a Kim le importaba.

-y en segunda…- un fuerte portazo nos interrumpió. Ambos volteamos a ver al recibidor. Pero solo vimos a una morena que lloraba en el pie de la escalera y que al vernos se sentó en las escaleras.

-¿Qué habrá pasado?- pregunto muy preocupado por su primita

-no se, ni me importa- en estos momentos estaba tan enojado con todo el mundo. Mi amigo me fulmino con la mirada, pero me valió  -me largo-

-Román…- me empezó a decir mi amigo cuando ya había entrado.

-ahórrate tus sermones, papá-  le conteste y voltee a ver a Kim que alzo la cabeza y también me miro  -si esta así es porque se lo merece- ella bajo la cabeza y siguió llorando

-cálmate linda. No vale la pena que llores por idiotas como Beck o Román- le dijo Leo a su prima, se sentó junto a ella y la abrazo mientras me veía con ojos envenenados.

Debo reconocer que una parte de mi se arrepiente de mi manera de actuar y quiere ir a consolarla. Ademas de la enorme curiosidad que tengo de saber lo que sucedió. Pero mi enojo es mayor que eso. Aparte de las imagenes que ahora rebotan en mi cabeza y en este momento prefiero olvidar. Tome mi auto y conduje al bar más cercano.

¡¡BICHO RARO!!Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang