23)Nos salvan, preparan una huida y la quinta pista.

6.4K 346 9
                                    

23)NOS SALVAN, PREPARAN UNA HUIDA Y LA QUINTA PISTA.

EMILIE.

El trayecto hacia el cuartel policial fue silencioso... y normal. Ir a las seis de la mañana al cuartel no mola nada, aparte de que somos unos ladrones en estos momentos.

Mary les repitió una y otra vez que nos quedamos encerradas en la tienda y que nuestros dos amigos, que se quedaron dormidos mientras nos esperaban, nos llamaron y les dijimos que habíamos encontrado la forma de salir, que enseguida iríamos. No nos creyeron por el chocolate, y yo les dije con un cabreo muy fingido que ese chocolate lo había traído yo de casa. De una forma u otra logré que uno de los ochos policías me creyera y convenciese al resto para que opinasen igual.

Lo peor de todo esto es que no pude investigar el último parking.

Aun así no nos libramos de quedarnos dentro de una jaula como lo apodó Rose, ya que, era una jaula a fin de cuentas. Noel se agarraba a los barrotes insultando a los policías y exigiendo salir, y ya llegó a un punto en el que me dio miedo. Según me contó Rose en el coche, tiene un año menos que nosotras pero, que no lo aparenta.

Los ocho policías que estaban en el centro comercial nos vigilaban, llamaban a alguien o nos preguntaban cosas. Gracias a Dios, Noel se dio por vencido y dejó de exigir que le sacaran de aquí, más que nada porque Mary le miraba con cara de perrito abandonado rogándole que parara. Nos preguntaban nuestros nombres, apellidos, dirección, instituto... lo normal, recoger datos absurdos para crear un archivo sobre nosotros. Patético. Aunque lo peor llegó al cabo de media hora, cuando uno de esos polis se acercó a mí con un archivo, arqueando una ceja.

—A ti no es la primera vez que te cogen participando en un robo —abre un archivo y carraspea, comenzando a leer—. Emilie Dilaurentis, no acabada esta semana robaste un bolso que contenía más de doscientos euros a una pobre anciana. Al día siguiente te cuelas en una floristería para robar más dinero. Se te descubren por unas fotos que la dueña encuentra en su mesa. Destruyes una parte del cementerio justo con esa chica de ahí al día siguiente —señala a Rose—. Y una noche más tarde te encuentran dormida con una joya en casa de los ricos que se han mudado recientemente. Y hoy, esto.

Todo es por culpa de "el hombre", a excepción de lo de haberme colado en el centro comercial. Eso es por culpa "del acosador". Lo que me sorprende es que se hayan enterado de mi situación en la casa de Andrew. Él creo que no dijo nada al final, porque sus padres no hicieron mucho por retenerme... Es capaz de que esa información la enviase el mismísimo "hombre" para fastidiarme.

—Con lo del cementerio tiene que haber un error —intenta excusarme Mary—. ¿Por qué iba a destruir ella el lugar donde está su padre?

Es que ni siquiera fui yo. Nos persiguieron a Rose y a mí, y si no hubiese sido por Josh quizá no estaríamos vivas ahora.

—Tenemos pruebas —dice el policía que me cargó en brazos, sonriendo con malicia cruzado de brazos—. Tu amiga debería contarte algunas... cosas, ¿no crees, princesa? —aprieto el puño mientras suelto un gruñido.

—Mary, lo del cementerio es cierto —dice Rose mirando a su hermano. Luego mira a Mary como disculpándose por mí. Yo observo a otro lado—, pero no es lo que parece...

—¡Hey, Roland! —grita uno de los policías, y el que leía mi archivo se gira.

—¿Qué pasa?

—Los chicos pueden salir.

Los cuatro, o bueno, los tres ya que Mary está medio enfadada y centrada en sus pensamientos, nos miramos estupefactos. ¿Qué podemos salir porque alguien ha venido? No me he alegrado tanto esta semana como a hora.

La llamada del secuestro. (REEDITANDO&RESUBIENDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora