Treinta y Cinco

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-¿Están juntos otra vez?- preguntó Tyler.

Esa pregunta me tomó por sorpresa y como estaba masticando un trozo de pan no pude contestar, en cambio mis ojos se dirigieron inmediatamente hacia donde se encontraba West.  Y al parecer él tuvo el mismo impulso, porque nuestras miradas se encontraron a través de la mesa y nos observamos sin decir nada. Probablemente ninguno de los dos sabía y tampoco quería tratar de adivinar.

Eran las once de la mañana y definitivamente no esperaba comenzar mi día hablando de aquello, pero no... Tyler tenía que sacar conclusiones rápidas y tratar de confirmarlas. No podía esperar y preguntarme cuando nos encontráramos a solas. No, nos preguntaba a los dos a la vez mientras desayunábamos tranquilamente. Tenía que destrozar la paz, idiota.

-¿Por qué preguntas?- quise saber antes de tomar un sorbo de té.

-No me llamaría mucho la atención que quemaras el departamento mientras cocinas, pero tú...- agregó lo ultimo dirigiéndose a West.-Algo tiene que haberte distraído demasiado.- aseguró.-Sin mencionar que cuando les pregunté qué había pasado ambos actuaron de forma rara y sospechosa, estoy seguro de que estaban teni...-

-No hemos hablado.- le dijo West poniéndose de pie y retirando los platos que había sobre la mesa.-Tal vez más tarde.- agregó mirándome por el rabillo del ojo.

No le contesté, pero asentí y no le quité los ojos de encima hasta que se fue del comedor. Suspiré, llevándome una mano al rostro y frotándome la mejilla. Teníamos mucho de que hablar, puede que lo más importante por ahora fuera un posible embarazo y no si estábamos juntos. Me sentía realmente irresponsable, lo suficiente como para caer en depresión hasta saber si había un alien creciendo dentro de mí o no.

-Sé lo que pasa.- me dijo Tyler al cabo de unos segundos, cuando West ya no estaba cerca.

-¿Ah?-

-Te estás acostando con Eric, ayer...- cerró los ojos por un momento, como si le costara creérselo.-Sí es así, no deberías haber estado con West ¿para qué arrastrarlo...?-

-No, no, no.- lo detuve antes de que su cabecita inventara más teorías locas.-No me estoy acostando con nadie, bueno excepto... digo, no he hecho nada con Eric.- dije, cortante y con claridad.-Sólo nos besamos unas cuantas veces, ni siquiera sé cómo pasó.-

-Esto no está bien, Laila.- se inclinó hacia mí, bajando la voz.-Si quieres estar con Eric, hazlo.- dijo.

-¿Qué?- pestañeé varias veces. Sabía que a Tyler no le gustaba meterse con mis relaciones sentimentales, pero aún así sonó extraño en mis oídos que alguien real me dijera "Sí, hazlo. Haz lo que quieras"

-Pero no le mientas a West, no puedes.- me advirtió.

-Lo sé, pero ayer...- me cubrí el rostro con las manos, iba a explotar.-Necesito un poco de tiempo.-

-Tiempo.- dijo resignado.

-No me pidas demasiado, sabes cómo soy.- me quejé.

-Confío en que manejarás esto bien, o al menos que vas a arreglarlo.- dijo antes de levantarse e irse a la universidad. Abandonándome. 



Estuve unos minutos sentada a la mesa, terminando de comer lo que quedaba en mi plato. Luego, algo desganada limpié lo que había en la mesa y fui a dejar todo a su lugar, por lo que estuve unos diez minutos guardando comida y limpiando platos. No había nada concreto en mi cabeza, mi atención estaba puesta en el correr del agua a través del grifo y el sonido de la esponja al frotar la loza. Luego arrastré mis pies hasta la entrada del departamento, lugar en que se encontraban unos cestos con mi ropa y la de Tyler que se había mojado durante la inundación. Tomé uno por el borde y lo arrastré hasta el cuarto de lavado que había al final, junto al baño.

DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora