71-La pedida y la boda

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*Gavi*

-¿Es para mami?-me preguntó Aitana cuando le enseñé la caja aterciopelada que tenía pensado regalarle a su madre y yo asentí.

Nuestra hija cumpliría dos años en poco tiempo y hoy era el dia de la celebracion, y había esperado todo este tiempo porque teníamos que adaptarnos a tener un bebé en casa y eso no nos había dejado tiempo para mucho, pero ahora que Aitanita no era tan bebé no podía esperar más para casarme con Dani, nos lo merecíamos.

Solo tenía dos aliados en todo esto, Pedri y Aitana, esta última iba a ser la encargada de preguntárselo a su madre conmigo incando rodilla frente a todos nosotros y no podía estar más nervioso.

-Todo va a salir bien hermano, deja los nervios-me dijo pedri dándome un abrazo.

-¿Pedi, tu también me vas a pedi matdimonio a mi cuando sea mayor como mami?-le preguntó mi hija con su media lengua a mi amigo y este rió cogiendola por los aires.

Era increíble el amor incondicional que le tenía mi hija, incluso odiaba a su novia con todas sus fuerzas.

-Pues claro que si princesa, cuando seas mayor te pediré matrimonio-le dijo mi amigo y mi hija sonrió orgullosa abrazándose a su cuello.

-Eso será si papi te lo permite, porque tu eres de papi-le recordé y ella me puso cara de pena haciendo un puchero y sonreí mirándola-haces conmigo lo que quieres, igual que tu madre-le dije a mi hija haciendo que ella y pedri soltasen una risa pero era verdad, al final me convencían las dos de lo que quisiesen.

Me senté en la cama mirando el anillo una vez más, sencillo, como Dani.

Dorado, con un diamante pequeñito en el centro y grabado por dentro con la frase que marcaba nuestra historia de amor desde siempre. "Juramento eterno de sal".

Escuché que llegaban las chicas y pedri y yo disimulamos que jugábamos con Aitana cuando Dani abrió la puerta de la habitación.

-¿Qué hacéis aquí arriba?-preguntó Dani mirándonos.

-Estamos jugando a papas y a mamás mami-le dijo mi hija- pedi es el papa, yo la mamá y papá el bebe-le dijo y yo rodé los ojos al ver como Dani y pedri reían.

-Pues id acabando que pronto llegan los abus y tiene que estar todo listo abajo cariño, necesito a papá y al tito pedri para eso-le pidió y mi niña empezó a saltar contenta.

-¿Van a venir los abus?- preguntó contenta a su madre y está asintió haciendo que Aitana empezara a bajar las escaleras corriendo.

Los tres reímos por como expresaba sus emociones y pedri bajo a buscarla dejándonos solos por un momento.

-Asique...eras el bebé-me dijo Dani cuando nos separamos después de un beso y yo rodé los ojos-hace lo que quiere contigo-me dijo riendo.

-Anda tira para abajo-le dije y ella rió dándose la vuelta mientras yo le daba un tortacito en el culo cuando iba detrás de ella.

Empezaron a llegar el resto de invitados y llegó el momento que teníamos preparado junto a Aitana.

-Venga cariño pide un deseo-le dijo Dani contenta mientras la tenía en brazos y vi como mi hija cerró los ojos siguiendo el plan mientras yo me quedaba un poco más atrás y sacaba la caja del bolsillo.

-Deseo...que papá le pida matrimonio a mamá-acabó de dice Aitana soplando su vela y escuché la risa de Dani al escuchar el deseo de nuestra hija.

Cuando se giró para buscarme yo ya estaba arrodillado ante ella y su sonrisa se borró al verme ahí, sus ojos se aguaron y llevó su mano a la boca sorprendida.

-Pablo...-murmuró casi temblando.

-Tenemos una familia preciosa, y no hay día que no piense que el estúpido plan que se me ocurrió para limpiar mi imagen me hizo enamorarme de la mejor mujer que hay en el mundo, me encanta todo lo que hemos formado, tenemos una princesa en nuestras vidas pero yo quiero todo contigo Dani, lo quiero todo porque te amo sobre todas las cosas, ¿Quieres casarte conmigo?

Ella asintió mientras las lágrimas se le habían saltado por mis palabras y me levanté a abrazarla, bueno, a abrazarlas, porque Dani tenía cogida a Aitana.

Le coloqué el anillo en su dedo cuando nos separamos, las manos nos temblaban a ambos y ella me sonrió cuando me acerqué a dejarle un beso y todos los invitados aplaudían.

-¡Yo lo sabía! ¡Yo lo sabía mami, era un secreto de papi y mío!-le dijo mi hija orgullosa y yo le puse la mano para que chocase los cinco mientras su madre la miraba embobada- ¿Estás contenta mami? ¿Lloras de felicidad como cuando papi me hace cosquillas sin parar?- le preguntó inocente haciéndonos reír a todos y su madre asintió.

-Si cariño, lloro de felicidad porque lo tengo todo en la vida, te tengo a ti y tengo a papá, no necesito nada más para ser feliz-le dijo a Aitana.

Once meses después estábamos casándonos en una bonita finca de nuestra ciudad natal, Sevilla.

Todavía se me ponen los vellos de punta cuando recuerdo todo lo que sentí cuando vi a Dani entrar por la puerta de la iglesia de nuestro pueblo vestida de blanco.

Preciosa, cogida del brazo de mi suegro, cuando llegaron hasta mi ella me sonrió y yo cogí su mano entrelazandola con la mía.

-Cuidala como hasta ahora pablo, hasta el final de tus dias-me dijo mi suegro conmocionado y yo sonreí asintiendo.

Besé la mano de mi futura mujer mientras la tenía entrelazada con la mía.

-Estas preciosa, Dani-le dije embobado y ella sonrió mirándome nerviosa.

-Tu también, amor-me dijo y el cura llamó nuestras atención dando por empezada la ceremonia.

Sin duda fue uno de los días más bonitos de mi vida, como mi hija entraba a la iglesia seguida de mi madre con los anillos, como nos jurabamos amor eterno hasta el final de nuestros días.

Aunque a nosotros no nos hacia falta un papel, nos habíamos querido siempre y siempre nos íbamos a querer.

-Puede besar a novia-escuché decir al cura por fin y cogí la cintura de mi mujer levantando su vela.

-Estoy nervioso-le dije y ella soltó una risa nerviosa también-Te amo, mi morenita-le dije justo antes de rozar sus labios y escuchar los silbidos y aplausos de todos los invitados mientras empezaban a tirarnos arroz.

Nuestra hija vino a buscarnos y la cogí contento cargándola con un brazo mientras que con el otro agarraba la mano de su madre saliendo de la iglesia.

Por fin me había casado con el amor de mi vida..

(CONTINUARÁ...)

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora