68-Mi niña

4.7K 387 17
                                    

*Gavi*

Después de muchas horas acompañados de todos nuestros familiares hacia diez minutos que nos habíamos quedado solos a los tres.

Aitana dormía plácidamente en la cunita del hospital y yo estaba sentado en una silla pegado a la cama de Dani y tenía su mano entre las mías acariciándola, estaba a punto de quedarse dormida después de todo el día y todas las emociones que habíamos vivido.

-¿Por qué no te tumbas conmigo?-me preguntó casi en un susurro abriendo un poco los ojos.

Yo sonreí de lado levantándome y me tumbé en la camilla haciendo que ella apoyase la cabeza en mi pecho y pasará su brazo por mi abdomen abrazandome mientras yo la apretaba contra mi.

-Descansa mi vida-dije dándole un beso en la frente.

Escuché como su respiración se fue calmando poco a poco hasta que se quedó completamente dormida, pero solo diez minutos después un pequeño llanto hizo que Dani abriese los ojos buscando a Aitana.

Hizo el amago de levantarse a por la bebé, pero yo la frené.

-Ya voy yo-le dije y ella asintió mientras se bajaba un poco la bata del hospital dejando su pecho izquierdo al descubierto.

Cogí a Aitana de su cunita dejando un beso en su frente y sonreí mirándola.

-Tranquila mi niña, mami ya te va a dar de comer cielo-le dije mientras se la dejaba a Dani en sus brazos.

Mi niña atrapó el pezon de su madre en cuestión de segundos y me volví a sentar en la silla observando desde cerca este maravilloso momento.

-Duele-me dijo Dani haciendo una mueca de dolor cerrando los ojos.

-¿Quizá solo al principio no?-le pregunté confuso y ella se encogió de hombros sonriendo de lado.

-No lo sé amor, es la primera vez en mi vida que doy el pecho-yo sonreí ante esa respuesta y acaricié la cabecita de mi niña.

-Estoy deseando que nos vayamos a casa los tres-murmuré y Dani asintió.

La pequeña dejó de comer y yo se la cogí a su madre para ponérmela a que expulsará los gases mientras le pedía a Dani que se acostase a dormir, ella había hecho un esfuerzo enorme y tenía que estar agotada.

Pero no se durmió, se tumbó en la cama mirando con una sonrisa como yo daba vueltas por la habitación meciendo a la bebé para que se durmiese.

-¿Qué me miras tanto?-le pregunté con una sonrisa.

-Lo guapo que estas con Aitana en brazos-me dijo embobada y yo sonreí como un tonto enamorado mirándola a ella.

Seguí meciendo a mi niña hasta que noté que había cogido el sueño y la dejé con suavidad en la cuna tapándola con la mantita que nos habían dado.

Era finales de agosto, pero para una recién nacida en Barcelona ya empezaba a hacer fresco por la noche.

Me tumbé de nuevo junto a Dani que estaba esperándome despierta para acurrucarse en mi pecho.

Empecé a acariciarle el pelo hasta quedarse dormida, y poco a poco conseguí coger el sueño yo también.

                              ******

*Dani*

-Amor, te he comprado un donut y un batido de frutas-me dijo Pablo después de haber bajado a la cafetería a por desayuno para mi, porque el del hospital no podía estar más malo.

-Que asco-murmuré haciendo una mueca mirando el donut, había comido tantos en el embarazo que ahora que ya no estaba embarazada no me apetecía nada comerme uno.

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora