57-Casi media vida

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*Dani*

Fue un día duro, apenas me pude centrar en el trabajo, después Carla vino a casa a comer y pude desahogarme con ella, y también con ansu, con el que había hablado por la tarde en videollamada y me había asegurado que Gavi no tardaría en reaccionar porque me quería más a mi que a él mismo.

Lo tenía claro, solo necesitaba que me lo demostrase.

Ni siquiera había cenado, simplemente después de que Carla se fuese terminé de trabajar y me pasé la tarde viendo la tele con Gol en el sofá, hasta que sobre las nueve de la noche mi teléfono sonó y me levanté corriendo para ver si era Pablo, y efectivamente era él.

-"Cariño, ¿Estás despierta?"-me preguntó por mensaje de WhatsApp y mi corazón se aceleró solo con leerlo, era increíble todo lo que producía en mi incluso sin estar en el mismo sitio que yo.

-"si"-contesté, y el no tardó en hacerme una llamada.

-Hola-dije yo llevándome el móvil a la oreja mientras volvía al sofá.

-Hola, ¿que tal el día?-me preguntó y yo tragué saliva.

-Bien, trabajando, y luego ha venido un rato Carla y hemos comido juntas-le dije.

-Genial, ¿Has cenado?-me preguntó y yo sonreí, siempre estaba atento a todo.

-Iba a hacerlo ahora, aun no tengo mucha hambre-admití-¿y tu que tal el día?

-Bien, he ido al psicólogo del club, y después he tenido rehabilitación-me dijo encogiendose de hombros.

-Genial, ¿y cómo te ha ido?

-Sin más, es el primer día y en rehabilitación, a partir de la semana que viene van a cambiarme la recuperación y pasaremos al siguiente nivel donde ya puedo hacer algunos ejercicios en la piscina para ir fortaleciendo la zona-me dijo.

-Me alegro mucho, cariño-le dije y por un segundo no contestó y la llamada quedó en silencio.

-Hacia mucho que no me decías cariño-me dijo soltando una risita cariñosa.

-Siempre vas a ser mi cariño, mi amor, mi vida, mi todo, no lo dudes nunca Pablo, llevo enamorada de ti casi media vida-le dije sonriendo y aunque no lo estuviera viendo, sabía que el también estaba sonriendo.

-Tu también morenita, tu también lo eres todo para mi, bueno tu y esa cosita preciosa que llevas dentro de ti-me dijo haciéndome muy feliz-seguro que se parece a ti-me dijo.

-No lo creo, yo creo que va a ser más parecida a ti, dicen que la primera hija es la versión femenina de su padre casi siempre-le dije y el rió al otro lado de la línea- además, yo quiero que se parezca a ti-dije.

-¿Quieres que se parezca a mi?-me dijo sorprendido.

-Pues claro, ¿a quien mejor que a su padre?-Le pregunté y el volvió a quedarse callado por unos segundos.

-Voy a hacer todo lo que esté en mi mano y más para recuperar mi mejor yo, por nuestra hija-me prometió y yo sonreí asintiendo.

-No me cabe duda de ello-contesté.

Estuvimos horas hablando, tanto que mientras hablábamos ambos cenamos, yo recogí la cocina y no recuerdo en qué momento me quedé dormida y supongo que Pablo colgó cuando ya no le contesté.

Llevábamos meses sin apenas hablar, y ahora estando separados nos habíamos puesto a hablar por teléfono durante horas, se que Gavi me necesitaba tanto como yo a él y el primer paso ya lo había dado, estaba yendo al psicólogo cuando no había querido por mucho que todos se lo aconsejaramos, lo estaba haciendo por nosotros.

*Gavi*

Cuando al día siguiente me desperté en casa de mis padres me sentía tan vacío como lleno, era una sensación extraña.

Por un lado me sentía bien por todo el rato que pudimos hablar Dani y yo sin pelearnos, pero por otro lado, quería estar a su lado, y para eso tenía que demostrarle que iba a estar ahí.

Me vestí y bajé a desayunar encontrándome a mis padres en la cocina.

-Buenos días cielo-me dijo mi madre.

-Buenos dias-contesté.

-¿Cómo has dormido?-me preguntó mi padre y yo me encogí de hombros.

-Sin más, tengo que ir a la ciudad deportiva en un rato-le dije y el asintió.

-Yo te llevo, desayuna y nos vamos-me dijo y yo asentí.

Era raro volver a casa de mis padres después de tantos meses viviendo solo, mi madre acarició mi nuca dejándome un beso en la mejilla cuando me senté a desayunar y me sonrió sentándose en frente mientras me miraba atenta.

-¿Qué?-le pregunté riendo.

-¿Has hablado con Dani?-me preguntó y yo asentí.

-Ayer, estuvimos hablando un buen rato-le dije.

-¿Y qué tal?

-Bien-Le dije asintiendo con una sonrisa.

-Quizá podrías decirle de hacer algo juntos hoy..nose, comer, cenar..-me aconsejó mi padre alzando las cejas.

-Quizá si pudiera conducir-le dije frustrado, porque mi pierna no ayudaba para nada.

-Hijo, cada vez te queda menos, ya verás-me dijo y yo asentí intentado autoconvencerme de que eso era verdad.

-Quizá si luego le apetece le digo de ir a mirar cositas para la niña-dije sin pensar y me llevé la mano a la boca, mierda.

-¿¡Es una niña?!-me preguntó mi madre contenta y mi padre sonrió feliz.

-Se me ha escapado, no no, no se os ocurra decirle a Dani que lo he dicho, deberíamos haberlo contado juntos-dije negando y mi madre rió levantándose.

-Será nuestro secreto, no te preocupes-me dijo abrazandome por detrás y yo sonreí.

-Asique una nenita-me dijo mi padre y yo asentí.

-Va a ser preciosa, que ganas de verla crecer-me dijo mi madre y yo asentí, porque solo de pensarlo en mi estómago aparecían maripositas de los nervios, mi niña iba a ser la niña más feliz del mundo y yo me iba a encargar de ello.

Mi teléfono sonó, y lo saqué del bolsillo viendo que era Dani.

-Es dani-dije levantándome, y mis padres empezaron a hablar entre ellos dejándome un poco de intimidad.

Sali al salón para hablar más tranquilo y descolgué la llamada llevándome el móvil a la oreja.

-Buenos días mi vida-le dije contento.

-Pablo, me duele mucho-me dijo con voz de adolorida y yo palidecí en cuanto me lo contó.

-¿¡Qué?! ¿Qué te duele?-Le pregunté nervioso y escuché un sollozo desde la otra línea poniéndome aún más nervioso.

-Nose, es un dolor muy raro, estoy muy asustada ahora mismo, quería ir a urgencias, pero es que nose si voy a ser capaz de conducir con este dolor-sollozó.

-No te preocupes amor, relájate, voy para ya ahora mismo, no llores cariño-le dije colgando y entrando a la cocina pálido.

-¿Qu..-corté a mi madre.

-Dani, tiene un dolor muy fuerte, esta asustada no..-mi padre se levantó cogiendo las llaves del coche.

-Vamos-Me dijo y yo asentí, mi madre se puso la chaqueta acompañándonos, y agradecí que viviéramos cerca, aunque los casi diez minutos que había de una casa a otra se me iban a hacer eternos.

Parecía que nos había mirado un tuerto..

(CONTINUARÁ...)

¡Os leo!❤️🫶

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora