39-Ni loca

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*Dani*

-Si me dijeras donde vamos no tendría que estar así-le dije a Pablo frente a mi armario.

Había venido a mi casa temprano, y me había dicho que nos íbamos dos días a una sorpresa y después volvíamos a Barcelona, pero no quería decirme donde y yo no sabía que llevarme.

-Te pongas lo que te pongas a mi me va a gustar, y es a quien le tiene que gustar-solucionó el mientras acariciaba a gol.

-Pablo, no me hace gracia-le dije poniéndome seria y él rió.

-Vamos a un sitio de clima parecido al de Barcelona, ¿contenta?-me dijo y yo asentí.

Seguí haciendo la maleta y guardando ya todo lo que no me iba a poner en otra más grande para no dejarme nada en Sevilla y cuando acabé me tiré en la cama al lado de Pablo acariciando su musculado brazo.

-¿Te lo has pasado bien?-me preguntó él haciendo referencias a nuestras navidades en Sevilla.

-Muy bien, aunque echo de menos también Barcelona y tengo ganas de empezar a trabajar-le dije y el sonrió acariciando mi mejilla.

Iba a empezar a trabajar en las prácticas de la universidad en una empresa, y después de un mes ya tendría mi titulo y podré buscar trabajo o si tengo suerte quedarme en la empresa de las prácticas.

-Estoy muy orgulloso de ti-me dijo rozando mi nariz con la suya acercando nuestras caras y yo sonreí tonta.

Mamá tocó a la puerta asomando la cabeza después.

-Chicos, la comida está lista-nos dijo.

-Vale mamá, ahora bajamos-contesté y ella asintió cerrando de nuevo.

-Comemos y nos vamos, ¿Querrás conducir?-me preguntó Pablo con burla, porque sabía que odiaba conducir.

-Ni loca-respondí levantándome de la cama haciendo que el soltase una carcajada.

La comida fue muy bien, aunque en la despedida como siempre a mamá se le saltaron las lágrimas, papá le dijo a Gavi que me cuidase y Marcos me dijo que pronto subiría a pasar unos días a Barcelona.

Los Páez se quedarían en Sevilla, y también Aurora, que no tenía que volver a las clases hasta febrero, y aprovecharía el tiempo de vacaciones con Javi viajando.

Montamos a Gol en el coche con el cinturón de seguridad y la camita para el coche que le habíamos comprado, y después de meter las maletas pusimos rumbo a la dirección que Gavi anotó en el GPS. 5 horas de camino.

                               *******

-¿¡Valencia?!-le pregunté emocionada al ver que entrábamos en la provincia y el sonrió de lado mirando a la carretera- ¡Si es que te tengo que querer cabezón!-le dije dándole un beso en la mejilla que lo hizo llevar su lengua al lado sonriente.

-Cualquiera lo diría que llevas todo el camino puteandome-me echó en cara con burla y yo reí, porque era completamente verdad.

-Podemos ver a ferran, que el pobre habrá pasado unas navidades fatal-le pedí poniéndole un puchero.

-Mi vida, tenemos un apartamento alquilado, y Carla ha llegado esta tarde y se queda en casa de ferran-me dijo y yo abrí los ojos sorprendida.

-Eres el mejor-le dije sonriendo como una boba y el se encogió de hombros súper mono.

Es increíble lo detallista que se había vuelto, siempre lo había sido en parte conmigo como mejor amiga, pero jamás imagine que el Pablo con el que yo soñaba fuese superado por el Pablo real, mi Pablo.

Aparcamos frente a la costa en un parking, y fuimos hasta la torre de un hotel donde nos dieron una llave para nuestro apartamento.

Era muy acogedor y tenía un pequeño balcón que daba a la playa, aunque hacía un poco de frio porque era de noche, por el día tenía que ser una maravillosa.

-He quedado con Carla y ferri para cenar, ¿Quieres ducharte o nos vamos así?-me preguntó mirando la hora en su móvil.

-Me apetece darme una ducha-le dije quitándome el jersey quedándome en sujetador, y sus ojos bajaron inconscientemente hasta mis pecho-bueno, que nos demos una ducha-le dejé caer con segundas.

-Tu mandas nena, ya lo sabes-me dijo él quitándose su camiseta del tirón haciéndome sonreír.

Me cogió por el culo haciéndome enredar las piernas en su cintura y andó hasta el baño apoyándome en el lavamanos mientras encendía el grifo de la ducha y metia su cara en mi cuello haciéndome jadear.

Me desabrochó el botón del pantalón y le pegó un tirón bajandolo por mis piernas mientras acompañaba el movimiento dejando besos húmedos por mis muslos y, cuando pensé que iba a subir a mis labios de nuevo abrió mis piernas echando mi tanga a un lado para hundir su lengua en mi interior sin esperármelo haciéndome soltar un gemido.

-Pablo...-gemí y el gruñó desde ahí al oírme gemir su nombre.

-Madre mia nena...estas empapada joder..y sólo para mi-murmuró pasando uno de sus dedos por mi entrada haciéndome echar la cabeza para atrás disfrutando de su mano y su lengua sobre mi sexo.

-Sigue..mmm...-le pedí entre jadeos cuando metió otro dedo en mi interior y sentí que iba a explotar de placer-me voy a correr-le hice saber y él buscó mi punto exacto con sus dedos mientras me seguía masturbando haciéndome gritar su nombre mientras explotaba en su boca.

Se secó la boca en mi abdomen y fue hasta mis labios con una sonrisa radiante.

-Me encanta como sabes-me dijo sobre mis labios mientras bajaba las manos a mi culo llevándome hasta la ducha.

Él se terminó de desnudar y estoy segura que sus pantalones lo agradecieron, porque parecía que su entrepierna los iba a reventar en cualquier momento y eso hizo que mi cuerpo reaccionara de nuevo a él cuando se metió en la ducha y empezó a besar mis labios.

Notaba su elección chocar contra mi ombligo y acaricié su punta con mi mano empezando a masturbarle.

Abandoné su boca poniéndome de rodillas metiéndome su miembro en la boca, y el no tardó en echar su cabeza para atrás mientras me la metía en la boca con sus movimientos de cadera.

-Madre mia nena..-gimió excitado.

Acompañé los movimientos con mi mano viendo como su abdomen se contraia, y entonces el me levantó dándome la vuelta y pegando mi cuerpo a la pared de la ducha.

Se hizo hueco entre mis piernas y me penetró haciendo que los dos soltásemos un gemido a la vez.

El llevó sus manos hasta mis tetas haciéndome gemir aún más mientras seguía penetrandome llenandome de placer, hasta que me dio la vuelta cogiendo una de mis piernas y volvió a pegarme a la pared mientras besaba mis labios con fuerza.

Mi cuerpo no aguantaba más, y un cosquilleo que conocía muy bien se empezó a crear en mi vientre bajo haciéndome correrme contrayendo mis paredes vaginales y haciéndole venir a él dándome cuenta de algo que hizo que me separará de él al segundo.

-¡Pablo el condón!-le dije alarmada dándome cuenta.

El puso cara de asustado en cuanto se lo dije, y llevó sus manos a su cabeza a la vez que yo lo miraba sin saber muy hacer.

Cómo coño no nos hemos acordado del condón...

(CONTINUARÁ...)

Quiero traeros sorpresas este finde, haber si puedo, ¡Os leo!❤️

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora