56-El amor puede con todo

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*Dani*

-No, no te estoy dejando, solo te digo que te conozco y creo que necesitas un tiempo para ti, y quizá tenerme aquí en tu casa no...-me cortó.

-Es nuestra casa Dani, no hables en singular-me corrigió nervioso.

-Tampoco te quedes con eso, te estoy diciendo que se que no estás bien, y yo tampoco lo estoy y quizá..-suspiré-quizá necesitas estar unos días a solas Pablo, no te juzgo ni esto quiere decir que no te quiera conmigo-le dejé claro y él negó mirándome apenado.

-Yo...lo siento de verdad-sollozó llevando sus manos a mi cabeza y yo reprimí mis lágrimas- se que no estoy en el mejor momento, y sé que para ti no está siendo fácil, pero no me pidas espacio, no necesito espacio, te prometo que voy a intentar mejorar el humor, te lo prometo-sollozó cogiendo mis mejillas y yo sequé sus lágrimas.

-No necesito que me lo prometas a mi, necesito que te lo prometas a ti, y para eso necesitas estar tranquilo-le dije y el sollozo negando-mañana me iré unos días, y estando separados quizá ambos nos aclaramos un poco y la cosa mejora-le dije y el negó repetidas veces.

-No, no te vayas de casa, no te vayas porfavor-me pidió y dos lágrimas resbalaron por mis mejillas.

-Pablo, no me lo hagas más difícil, por favor-le supliqué, verlo así de mal me estaba matando, porque tampoco era fácil para mí.

-No, no te vayas, no me dejes Daniela-me pidió llorando como un bebé.

No contesté, solo me seque las lágrimas entrando a la habitación y lo escuché romper a llorar en el pasillo, y eso me mató.

Me pasé mucho rato llorando antes de dormir, con los nervios a flor de piel y las lágrimas resbalando por mis mejillas, pero sinceramente creía que era lo que mejor le podía venir a él para él mismo y para ambos.

Conseguí coger el sueño de madrugada, y al día siguiente me desperté temprano para empezar a trabajar. Bajé primero a beberme un colacao y mi donut, y al bajar vi una maleta en la entrada del salón y a Pablo en la cocina.

-Buenos días-me dijo con muy mala cara, se veía que su noche no había sido mejor que la mía-te he preparado el desayuno, para que no te comas solo un donut-me dijo viendo el sanwich que me había hecho.

-Gracias-Le dije con la voz quebrada-¿y esa maleta?-le pregunté.

-No voy a dejar que te vayas de casa, me voy yo-me dijo y yo abrí los ojos negando.

-Pablo, es tu casa-le rebatí.

-No, es nuestra casa, la casa de nuestra bebé, y no voy a permitir que seas tú la que te vayas cuando el culpable de todo esto he sido yo-me dijo con los ojos vidriosos y cuando fui a contestar no me dejó-y porfavor, no me discutas, porque soy un puto gilipollas-dijo cogiendo aire mientras miraba al techo luchando por que sus lágrimas no salieran.

Me acerqué a él acariciando su brazo y el bajó la mirada hasta mis ojos, veía tanto dolor en ellos como el tenía que ver en los míos.

-Sólo te pido que me llames todos los días o que me cojas el teléfono, quiero saber como estás, y que comas bien porfavor, no solo donuts de chocolate-me pidió y yo asentí.

-Y yo te pido a ti que no pienses que te estoy echando de mi vida, todo lo contrario, solo necesito que vuelvas-le dije acariciando su mejilla y el cerró los ojos al notar mi tacto.

-Te lo prometo mi vida, voy a hacer todo lo que esté en mi mano por mejorar, ya he hablado con el club, sabes que no quise la ayuda psicológica cuando pasó lo de la lesión-me dijo y yo asentí- esta mañana he llamado, esta tarde tengo la primera sesión...supongo que va a ayudarme también-me dijo y yo asentí dándole la razón.

Se agachó a la altura de mi abdomen dejando un beso en él, y volvió para dejar un beso suave sobre mis labios.

-Cuidate, por favor-me pidió y yo asentí sin querer hablar, porquensino sabía que le acabaría pidiendo que se quedase.

Gol apareció en el salón empezando a ladrarle cuando lo vio coger la maleta, como si supiese que se iba y no quisiese que tampoco lo hiciese él.

Pablo lo acarició.

-Cuida a mamá-le pidió al perro en un susurro que pude escuchar, y me dolió como un puñal en el alma cuando lo vi cruzar la puerta de casa.

Gol se acercó hasta mi soltando un ruidito de sollozo, como si supiese lo que estaba pasando y me senté en el suelo abrazando a mi hijo perruno.

-Papi va a volver-sollocé abrazada a él..

*Gavi*

Cuando entré a la casa de mi madre con la maleta creía que no había nadie en casa, pero no podía estar más equivocado, mi madre salió de la cocina al escuchar el ruido, y al ver mi maleta abrió los ojos.

-Pablo, ¿Qué ha pasado?-me preguntó sorprendida viniendo hasta mi, y yo solo pude abrazarla rompiendo a llorar.

-La he cagado mucho mamá, y ahora no sé cómo arreglarlo-sollocé y ella acarició mi espalda.

-Mi vida, cuéntame, ¿que ha pasado?-me preguntó mientras íbamos al salón.

Nos sentamos en el salón y estuve un buen rato contándole un poco como habian sido estos meses, y como mi lesión había hecho una gran brecha en nuestra relación.

Lloré muchísimo, porque aunque no había sido consciente en su momento, en estos días me había dado cuenta de la mayoría de cosas que me había perdido por ser un egoísta y pensar solo en mi lesión cuando mi novia me necesitaba en el proceso tan bonito que teníamos que estar viviendo.

Me había dado cuenta de que ni siquiera estaba disfrutando lo que nos tocaba vivir, cuando al final ella estaba antes que él fútbol, y por supuesto nuestro bebé estaba por encima de cualquier cosa.

Con mi madre fue con la única persona que admiti todo esto en voz alta mientras ella me escuchaba atenta.

-Estoy segura que en unos días vais a estar mucho mejor cariño, solo necesitáis echaros de menos, los cambios son difíciles y lleváis unos meses de muchos cambios cariño, lo de Esther, el que ella se fuese y tuvieseis que estar separados, y cuando por fin todo se calma llega tu lesión, han sido unos meses duros, pero se que os queréis y el amor puede con todo-le dijo acariciando mi mejilla y yo asentí secando mis lágrimas.

-Voy a luchar por mi amor, porque es lo único que me importa mamá, mi familia-le dije seguro y ella sonrió.

-Si, esas son las mejores palabras, porque ahora esa es tu familia, la tuya propia, y estas a tiempo de arreglarlo-me dijo dándome ánimos y yo asentí.

No me iba a dar por vencido, le iba a demostrar a mi niña que era el padre que nuestra niña necesitaba, y el novio que ella se merecía, costara lo que costara...

(CONTINUARÁ...)

Vuestros deseos son ordenes para mi, aquí tenéis otro capi❤️.

Mañana si o si actualizo la de pedri, y si este capitulo tiene mucho apoyo y comentarios también subo uno aquí, os adoro siempre✨️🥰.

¡Os leo!¿Qué opináis?❤️

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora