25. Margaritas, pero no las flores

6.7K 622 687
                                    

✦

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.


BAX

Solía pensar que su casa era inquietante, siempre silenciosa e impoluta. Rara vez se encontraba con su padre, a pesar de que este no tuviera mucho trabajo.

Desde que Will regresó de su viaje de negocios Bax no tenía permitido salir sin la autorización de su padre. Había regresado su tiempo de encierro, volvió a dormir en su estudio, pedía que le subieran la comida y solo continuó con las clases de violín para tener una excusa para salir.

Sus anteriores guardaespaldas no tuvieron nunca tanto trabajo como lo tenía Theo en esos días.

Sabía que su padre le limitaba los permisos para evitar que visitara seguido a Allan, al principio, con la excusa de que Allan necesitaba descanso y tranquilidad durante su recuperación.

Una recuperación que le había tomado a Allan solamente tres días, el resto, y Bax estaba seguro de ello, Allan había fingido. Así como le había ocultado la discusión con Will que Bax personalmente escuchó.

Allan no planeaba contarle lo que ocurría, y por más normal que actuara en presencia de Bax, el sobresfuerzo de Allan en consentirlo y la seguridad con la que hablaba no hacía más que molestar a Bax.

En más de una ocasión, mientras Allan le preguntaba cómo le iba en sus clases, cuando estaba claro que era lo último que le importaba, Bax sintió el impulso de decirle que él conocía la verdad. Que sabía lo que Will le había hecho. Al menos el principio y sin muchos detalles.

Al final, si Allan no hablaba con él sobre un tema tan importante era porque no lo consideraba lo suficientemente maduro para comprender una situación como esa. Al menos había llegado a esa conclusión.

Allan no trabajaba más para su padre. Pero entre William y Allan mantuvieron el secreto de la renuncia de Allan, y a los ojos de los demás, Allan primero se estaba recuperando y ahora se preparaba para una misión fuera de la ciudad.

El viernes por la noche, Theo lo llevó a su casa como de costumbre. Bax bajó su mochila y el estuche del violín del auto y fue directo a su habitación.

Habló solo con Gideon, porque ni su padre Charles ni su hermano estaban disponibles, y después de que la llamada se terminara, envió un mensaje a Reg para preguntarle si estaba libre.

Le respondió que lo recogería en una hora. Después de dormir treinta minutos y bañarse en otros treinta, Reg le avisó que ya estaba frente a la entrada.

Su padre lo esperaba bajo la escalera.

—¿Vas a salir con Reg? —preguntó, seguramente le habían avisado que Reg estaba ahí.

—Sí, te habría avisado, pero no sabía si estabas ocupado —respondió Bax.

En su mente se preparó para recibir la negativa de su padre.

ImpurosUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum