17. Inevitable

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Buenas, buenas🌈

Les dejo el aesthetic de Theo, nuestro chico nuevo...

Les dejo el aesthetic de Theo, nuestro chico nuevo

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🥀

Capítulo 17

"Inevitable"

BAX

Toda su vida había sido el centro de atención.

Era el menor de su familia, tanto por parte de Charles como de Will. Nunca le habían negado nada. Estaba acostumbrado a que otros hicieran lo que él quería, a que sus deseos fueran cumplidos.

No se preocupaba por ser cuidadoso, siempre tenía en quién apoyarse; sus padres, su hermano e incluso sus abuelos, estaban para respaldarlo.

Conforme pasó el tiempo y estuvo cada vez más seguro de que no tenía que esforzarse por nada, esperar que el resto de las personas cuidaran de él, lo llenaran de halagos e hicieran lo posible por complacerlo, se convirtió en un rasgo suyo. Parte de su personalidad.

Y él a cambio solo dejaba que su ego se inflara. Comenzó a entender cómo funcionaba el mundo; para resaltar se debía contar con dinero, venir de una familia importante, y, claro estaba, poseer belleza.

Él tenía todo eso. Sin contar que tenía tres apellidos que lo respaldaban. Tres familias con años de prestigio, y que formaban parte de la élite del país.

Habló con su padre, Charles, minutos después de que Allan se fuera. Encontró la excusa perfecta para regresar; su padre pasaría una temporada en la ciudad.

A primera hora de la mañana siguiente, tras dejarle una nota a sus primas, fue llevado al hangar para tomar el avión, y en menos de una hora entró al edificio principal de la academia, donde se encontraría con Charles.

Lo primero que pensó fue en desviarse un poco del camino y saludar a Allan. No sabía cuál era su dormitorio, pero era más seguro que sus clases hubieran empezado.

Se dirigió al área de salones para buscarlo. A pesar de que ya habían intercambiado números, no llamó a Allan para no interrumpir su entrenamiento, en caso de que estuviera ocupado. Prefirió dejar al destino la posibilidad de verse.

—Miren nada más lo que trajo la marea.

No fue Allan quien salió de la primera puerta a la izquierda, sino Erik.

Esperó a que el rubio se acercara antes de hablar.

—¿No tienes clases o algo así? —preguntó.

Erik no se detuvo a una distancia prudente entre ellos, lo que era una costumbre suya. Se aproximó tanto a él que tuvo que levantar la cabeza para mirarlo a la cara.

—Recién terminó —explicó con naturalidad—. ¿Por qué? ¿Vas a invitarme a desayunar?

Una mancha en el cuello de Erik llamó su atención. Un moretón del tamaño de una uva, y del color de una también.

ImpurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora