5. Sin arrepentimientos

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Capítulo 5

"Sin arrepentimientos"

BAX

—Créeme, tengo un tercer ojo para estas cosas —dijo Mila desde la habitación mientras él buscaba en el interior del closet—. Allan solo es muy serio, pero no tiene un plan macabro para hacerle daño a tu padre.

Asomó la cabeza por el marco de la puerta, apoyó una mano en el borde para mantener el equilibrio.

—Eso lo dices porque te parece guapo —evidenció—. Si tuviera otra nariz y otros ojos no dudarías en ayudarme.

Encontró la camiseta que necesitaba y emergió del interior del closet ya con ella puesta.

—Creí que el azul no era tu color —resaltó ella al verlo. Se había acostado en la cama con un brazo sosteniendo su cabeza—. Si no te ayudo es porque no hay una buena razón para hacerlo.

—Llámalo desconfianza y prevención —sentenció él, tomó su teléfono que dejó antes sobre la mesa del escritorio, la pantalla estaba iluminada con la notificación de la confirmación que estaba esperando—. Aburrimiento si quieres...

—Siguen sin ser razones para atacar a Allan —dijo su prima, seguido de un bufido. Se puso de pie y tomó los zapatos que dejó al borde de la cama, comenzó a ponérselos—. Él no se ha metido contigo, solo intenta hacer bien su trabajo.

—Lo defiendes mucho —comentó—. Si no quieres ayudarme, está bien. Solo no intervengas, Allan Black no necesita una niñera.

Envió una corta respuesta y soltó el teléfono de vuelta sobre el escritorio. Dio media vuelta y vio que Mila ya se había puesto los zapatos.

—¿Ya te vas? —quiso saber. Regresaron juntos de la academia y comenzaron películas hasta que una los convenció. Él ya ni siquiera recordaba de qué trataba.

—Tengo que ayudarle a Nora con su clase de pintura —explicó ella—. Y no quiero ser testigo de lo que sea que estés planeando, mientras menos sepa, mejor.

Rodó los ojos dejándose caer sobre el brazo del sofá. Mila se acercó y le dejó un beso en la mejilla. Sintió la pesadez y la mala gana con la que lo hizo, pero no dijo nada.

La rubia lo dejó solo en su habitación. Clavó la mirada sobre la caja de helado vacía en la mesita entre el sofá y la televisión. Recordó su encuentro con Allan en la cocina. Regresó dispuesto a hacer algo para que Allan Black dejara de estar tan confiado.

"Tal vez solo me molesta que no actúe como los demás a mi alrededor"

Solo tenía que esperar a que llegara el momento indicado para poner su plan en marcha. Era más una pequeña broma, nada escandaloso como Mila lo veía. Él y su prima solo eran mejores amigos porque desde que eran niños se acostumbraron a asistir a la misma escuela, y los dos siempre estaban en la academia. Crecieron rodeados de instructores que conocían a sus padres.

ImpurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora