Ladrón de Besos(Completa)

La Movida de Karen

Loryann

Las luces del estudio de televisión, eran un tanto más intensas que las de una pasarela, pero pronto me aclimaté y mantuve una amplia sonrisa a mi interlocutora, quien era nada menos que la actriz Monique Dumont, que ahora conducía el programa «Discussions du matin».

Madame Dumont, fue muy amable en su entrevista, después de todo, le estábamos dando una exclusiva. Luego de preguntar sobre mi carrera y mis experiencias con Saint Jean, pasó a tocar el tema que a los espectadores les interesaba.

«¿Está la famosa modelo Loryann Shaw enamorada?». Mi respuesta fue un sí definitivo con una furtiva mirada hacia James, que se encontraba parado justo tras las cámaras acompañado de su hija.

Era una niña muy linda que a sus dieciséis alcanzaba al pecho de su padre. Realmente carecía de algo de toque femenino, pues estaba vestida con unos vaqueros azules tan largos que le cubrían los zapatos tenis, despintados y rasgados; con una blusa de tiras roja. Su cabello era de un rojo parecido a la caoba, totalmente enmarañado y en su rechoncho rostro resaltaban un par de acuosos ojos verdes. Verlos a ambos, padre e hija, enterneció mi corazón.

Me limité a describir a James, como educado, gentil y comprensivo. Pero madame Dumont fue más inquisitiva, pues insistía en saber si ya nos habíamos comprometido. «Pregunto porque veo que aún no llevas anillo». Mi respuesta fue que todavía estábamos explorando nuestra relación, aunque el futuro se veía prometedor. «Otra mirada de soslayo a James». Con eso, me comprometí con Monique a darle la exclusiva.

—Es un hombre maravilloso —dije en el mejor francés que podía—. Y no lo digo solo porque esté enamorada de él. Lo digo porque antes de conocerlo, tenía su vida muy ocupada batiéndose entre su trabajo y su familia. Responsable y decente.

Monique quiso saber más y profundizó en nuestra intimidad. A lo que amablemente respondí que me lo reservaría.

«Damas y caballeros, lo han escuchado en mi programa: "Charlas Matutinas"»; dijo la presentadora y así dimos por concluida la entrevista.

Una vez se fueron a comerciales, me levanté y luego de despedirme de la señora Dumont, caminé lo más rápido que pude hacia James. Cuando me acerqué me sentí algo cohibida de besarlo frente a su hija.

—Oye —me dice la chica—. No entendí nada, pero por las miradas que echabas hacia acá, supongo que hablaste muy bien de mi papá. ¡Así que bésalo mujer!

«Wow. Que forma de hablar». Pero tenía razón y sin más recato, me acerqué a besarlo con un beso largo y tierno.

Realmente me sentía feliz. En el estudio, estaban casi todas las personas que me importaban. Mi madre se acercó y nos abrazamos, seguida de Marie y sus hijas y más atrás pude ver a Natalia Parks junto a Alex. Y él la abrazaba por detrás, mientras ella apoyaba su cabeza en su brazo. «Sabía que había algo entre ellos».

Alex reparó en mí y con señas, me indicó que quería hablar.

—¿Me disculpan? —solicité—. Voy a saludar a mi amigo.

—Bien —respondió James.

Nos encontramos en medio, siendo observados por Natalia de un lado; y mi madre, James y Katie del otro y todas las personas presentes en el estudio.

—Se nota que estás bien enamorada de él —es lo primero que me dice mirando por mi lado a James.

—¿Tanto se nota? —pregunté. Pero en realidad lo dije en broma y él ríe al comprenderla.

—Me alegro por ti. Solo quería decirte que lamento el mal entendido del otro día.

—No te preocupes Alex. Entiendo que te ilusionaste —contesté.