Besos Consentidos

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Loryann

Ya era de noche y tía Clara estaba en la reunión de padres y maestros, decidí calmarme el mal rato que pasé. Me encontraba en el pórtico de la casa tomando una limonada y por más que quise, no lograba apartar la imagen de Alex de mi mente.

Sus ojos me miraban con una intensidad que me petrificó; al parecer Marie tiene razón: «¿Por qué no voltee la cabeza? ¿Por qué me quedé mirándolo como si...? Oh Dios. No quiero pensarlo».

Aunque nunca me habían besado en los labios antes; no tiene porqué gustarme que este chico lo haga. Es solo un beso en los labios, no es para tanto. Más bien es molesto. No, es un atrevimiento. Un asalto a mi persona. Es...

Ahora estoy temblando y tengo ganas de llorar otra vez. No quiero que Alex me siga besando; él no me gusta. Es raro, tiene mal gusto al vestir y estoy segura que hace eso solo para molestarme por tirarle la cámara. ¿O no?

Lo que no quería, lo que realmente no quería pensar era que: «me gustó el último beso».

«¡Dios! ¡Qué cosas piensas Lory!»

Miré al fondo del vaso y mis pensamientos me aturdían. «¿En realidad me gustó el beso?» Me aparté antes de que llegara a mayores. Si no le pegué, fue porque necesito que vaya a la pasarela. Después de eso, no quiero volver a tratar con él.

Y como si hubiera estado invocando al mismísimo demonio, el chico enfundado en sus pantalones vaqueros y una camiseta que lee OZZY, aparece frente a la casa; y mi corazón dio un giro de trecientos sesenta grados en mi pecho, pensando que era producto de mi imaginación.

Ninguno dijo nada, pero Alex, o su imagen, levantó su mano saludando y yo me limité a mirar a ambos lados buscando a alguien a quien preguntarle si era real. Cuando comenzó a avanzar hacia mí, entré en pánico.

—¡No te me acerques! —grité y se detuvo en seco.

—Solo vengo a decirte algo —dijo de lo más campante.

—¡Estás loco Alex! Si mi tía sale y te ve.

—Tu tía está en la reunión de padres y maestros. Mi madre está allá.

Ok, no funcionó el truco, pero por nada del mundo dejaría que se me acercara.

—Está bien —repliqué —. ¿Qué quieres?

—Venía a decirte que hablé con Karen.

Eso no me lo esperaba, pero me dio la mejor excusa para enojarme más con él.

—¿Ah sí? —dije con la expresión más desdeñosa que pude —. Supongo que ahora irás de parte de ella a la pasarela.

—Eso fue lo que me pidió —respondió y me sentí abrumada, aunque no lo expresé en mi rostro —. Pero le dije que ya tenía un compromiso contigo.

Parece que lo había subestimado. Y me acerqué a escucharlo.

—Ella estaba muy melosa al principio —continuó relatando —, pero al escuchar mi respuesta cambió su forma. Tenías razón, solo me quería usar.

—¿Y qué te dijo? —pregunté interesada en saber. Ojalá hubiera estado presente para ver su cara de decepción.

—Que no me dijo. Palabrotas que ni yo me atrevo a decir.

Comencé a reírme con el más sincero placer. «No me juzguen, ya saben lo mañosa que era».

—¿Quieres decir, que irás a la pasarela? —pregunté esperanzada.

—Claro. Puede que no tenga modales, pero sí tengo integridad.

Una de las cosas que tenía que dejar, era ser tan efusiva cuando todo me salía bien. Sin pensarlo, me abalancé hacia él y le di un fuerte abrazo. Musitando un «gracias» desde el fondo de mi corazón. Así de importante era para mí ese evento.

Ladrón de Besos(Completa)Where stories live. Discover now