"La ruina de mi existencia" -Luckity

11. Planes

Algo estaba ocurriendo en Karmland.

Se sentía en el aire ese silencio sepulcral que acompaña unos minutos antes de que algo explote.

Era esa sensación que tenias cuando sabes que algo está pasando frente a tus narices, pero no sabes que es.

Como el acecho de la neblina en la montaña.

Como la mirada que sientes en la espalda cuando caminas de noche, solo, por las calles.

Algo estaba ocurriendo en Karmland.

Algo estaba ocurriendo en el silencio de la noche y la tranquilidad de la mañana. Algo estaba siendo susurrado entre los campecinos y los trabajadores.

Algo estaba creciendo, y lo estaba haciendo rápido y con fuerza.

Engendrado en la isla artificial, resguardado en una iglesia.

En este corto tiempo Cochi y Beni no perdieron un solo segundo para comenzar a trabajar.

Quackity había tomado una decisión y había que comenzar a construir la bases para que consiga su objetivo.

Ambos Omegas habían comenzado a reunir gente para darle solidez a esta idea de una revolución.

Simplemente lo empezaron de la manera más eficiente para que algo se vuelve real...

Como un rumor...

"Escuché un rumor..."

¿Había forma más fácil? Porqué cuando un rumor cae en los labios de las personas, se difunde a paso veloz.

Se inyecta en su conciencia y se esparce por su integridad para desembocar en su legua, tan rápido como un virus, y tan potente como una bala.

Y por supuesto, siempre habrá quienes quieran volver el mito verdad... Siempre habrá quien quiera saber de donde viene esa información y Quackity cuenta con ello.

Cuanta con lo que sabe que los une a todos: El fuego de la ira.

Pronto, más temprano que tarde, las personas sabían que algo estaba pasando bajo sus zapatos y querían formar parte de ello.

Los actos de vandalismo hechos por  los propios campesinos no tardaron en lo más mínimo en aparecer.

Los carteles pidiendo la renuncia del Alfa Luzu frente al ayuntamiento no se hicieron esperar.

El pueblo de Karmland jamás fue un pueblo miedoso. Jamás se doblegó ante ningún mago y ningún mal. Este no debía ser el comienzo.

El cartel principal de Karmland tenía ya demasiados papeles de desaparecidos...

"Carlos"

"Nieves"

"Simón"

Y cada uno de ellos era una razón más para sumarse.

Entre los labios que el virus que la furia esparció, estaban los de el pastor Alexby.

A Alexby le tomó un par de días averiguar quién estaba detrás de esta supuesta idea de revolución, quien había despertado la enorme molestia del pueblo en un abrir y cerrar de ojos.

No sabía como sentirse cuando descubrió al hombres tras  la supuesta guerra civil.

"¿Quackity?  No me lo creo".

Y no entendía nada hasta que se citaron para hablar. Alexby le había mandado un telegrama directo al híbrido pato, pidiendo verse cerca de la iglesia.