¿QUIÉN ERES?

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El tren en el que viajaba Dazai se había descarrilado, volviéndose un aparatoso accidente donde muchos perdieron la vida, las extremidades y otros... La memoria.

Mori recibió la noticia y le avisó a Chūya del accidente. El pelirrojo se encontraba mal, preocupado, tomó sus cosas y se fue con Ryūnosuke al hospital, en su moto.

Le habían dicho que guardara reposo al menos dos meses, pero apenas habían pasado dos semanas desde el parto y se trasladaba en moto al hospital, a toda velocidad. El bebé azabache iba en una cangurera pegado a Chūya, llorando por los bruscos movimientos del viaje.

— Ryū, no llores... Me estás poniendo más nervioso. ¿Qué pasa si Dazai muere? ¿Qué se supone que haga con mi vida y contigo? No, eso no tiene qué pasar... Él no puede morir...

Iba tan distraído, que no se dió cuenta de que un vehículo grande venía a toda velocidad, frenó bruscamente, salvando sus vidas. Ryūnosuke lloró más fuerte, muy asustado. El sonido de los alrededores, el movimiento, el temor que presentía de Chūya, todo le aterraba. Apretaba sus puñitos mientras lloraba.

— ¡Ya cállate, Ryūnosuke! ¡Estás acabando con mi paciencia!

Continuó su camino, oyendo los llantos, pensando en cosas terribles, hasta llegar al hospital.

— ¡Suegro! ¡¿Dónde está Dazai?! ¡¿Cómo está él?! ¡¿Se lastimó mucho?! ¡Por favor... Respóndame...!

Cuestionaba con desesperación, estaba pálido, deseando que todo estuviera bien o mejorara pronto. Mori se quedó en silencio durante segundos, tomó a Ryū y lo arrulló en sus brazos para tranquilizarlo, sabía lidiar con bebés, porque él también era un Omega como Chūya y tuvo que cuidar de Osamu. Pronto, Ryū cesaba su llanto en los brazos de su abuelo.

— Osamu-kun... Perdió la memoria. Sus recuerdos podrían regresar dentro de tres años o quizás... Nunca.

— ¿Eh?

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Aunque haya perdido sus recuerdos con Chūya y con cualquiera de sus conocidos, Dazai no perdió el interés de cuidar niños y educarlos desde pequeños. Con ayuda de Mori, pusieron una guardería, dónde se dedicaría a eso una vez tenía su título de profesor en manos.

Habían transcurrido dos meses desde el accidente. La guardería de Osamu tuvo éxito en Yokohama, muchas personas dejaban a sus niños al cuidado del joven Alfa de veinte años, quien hacía un buen trabajo cuidando niños pequeños y enseñándoles nuevos valores y conocimientos.

Dazai estaba feliz por su logro. Disfrutaba mucho su trabajo, y estaba emocionado de que ese chico, Chūya, estuviera por venir a la guardería a dejar a su pequeño bebé, sin saber quién era en realidad.

El pelirrojo llegaba con Ryū en moto, colgado en su cangurera. Llegaron a su destino, y sacaba al azabache de la cangurera para entregárselo a Dazai.

— Dazai-sensei, bebé Ryūnosuke ha llegado. Si da problemas, me llamas, estaré trabajando en mi primer proyecto de modelaje, aquí cerca.

Dazai envolvía a Ryū en sus brazos, siendo tierno y delicado con él. Sentía una gran conexión con el niño, pero no lograba descifrar qué era. Chūya... Evitaba llorar, sonreía con esfuerzo y le dolía ver qué Dazai no lo recordara para nada, cuando él lo sigue amando como el primer día en que se conocieron. 

— Dazai... Sensei... ¿No recuerdas nada?

El castaño volteó y sonrió.

— Lo recuerdo. Dijiste que traerías al bebé Ryū ayer y lo trajiste hasta hoy. Se te olvidó.

— ¿Eh? O-Olvídalo... Por favor, cuídalo mucho, sé que lo harás bien.

Lo cuidaré como si fuera mi propio hijo. ¿Me dejas darle un besito en la frente?

C-Claro, hazlo...




Terminamos el Flashback aquí.
Continuamos con la trama avanzada.

Gracias por leer!

Volvemos a la actualidad...???
Algo más que les gustaría saber?

EL NOVIO DE MAMÁ [SOUKOKU]Where stories live. Discover now