EL NOVIO DE MAMÁ [SOUKOKU]

ACCIDENTE EN FRANCIA

Francia.

La abuelita Verlaine se había recuperado un poco al tener a su familia unida, y feliz de su nuevo nieto Ryuma. La señora Lucy, nombre de la abuela, quería que sus nietos gemelos se vistieran y peinaran igual, y que se vieran completamente idénticos. Su mayor deseo siempre fue tener gemelos y su hijo, el señor Verlaine, se lo había cumplido adoptando a ese par de atractivos gemelos japoneses.

— Mi Ryuma, mi Chūya... Son tan guapos. Vengan aquí, la abuela quiere darles un abrazo y un beso a los dos.

Dijo con cariño al verlos, extendiendo sus brazos. Chūya y Ryuma, quienes se veían difícil de distinguir, se acercaron a ella para recibir ese tierno abrazo familiar que los dos disfrutaban.

— Eres la mejor abuela del mundo.

Dijo Chūya.

— Te quiero mucho, abuela.

Ahora fue Ryuma quien habló.

Se separaron del abrazo, después de que Paul, el nieto con el que sí compartía lazos sanguíneos, se acercara a ella para saludarla también.

— Llegué un poco tarde, abuela. El tráfico era demasiado.

Dijo Paul, avergonzado por haber llegado media hora más tarde de la acordada por la familia.

— No te preocupes, tesoro. La abuela Lucy así te ama. Lo imposible es que estamos los seis unidos. Mi Pablo (padre de Paul), Paul, Leticia (madre de Paul), Ryuma, Chūya y yo.

Ryuma y Chūya sonrieron entre sí, una vez estando sobre un sofá, sentado uno junto al otro.

— S-Somos ocho, sólo que aún no se nota en ninguno de los dos. Es fácil de ocultar. ¿Cuántas semanas tienes, Ryuma?

Preguntó Chūya en voz baja. El otro pelirrojo sonrió.

— Casi dos meses. ¿Y tú?

— Uno.

— ¿Se lo dijiste a Dazai?

— Aún no. Será una sorpresa para cuando regrese a Japón. Le citaré a una cena especial en un restaurante lujoso, y ahí le daré la noticia. ¿Qué hay de tí? ¿Ya le dijiste al padre que tendrás un hijo suyo?

Ryuma se llevó ambas manos a su vientre plano y sonrió con ternura.

— No. Pienso decírselo cuando vuelva a verlo. Hmm... Me gustaría tener un niño y que sea Alfa.

Chūya soltó una ligera carcajada. ¿Quién en el mundo decide sobre el sexo del bebé junto con su condición del Omegaverse? Sólo Ryuma.

— Pides mucho. El 75% de los varones que nacemos, somos Omegas. La probabilidad de que tengas un niño Alfa es muy baja, pero la hay. Yo sólo quiero una niña hermosa que pueda consentir tanto como a mi Ryū. Ryuma, si era un Omega no marcado, cuídate mucho, hay multitud de Alfas abusones en el mundo, te lo digo porque ya lo viví.

— Gracias por tus consejos, hermanito.

— ¡Copias! Ahora que la abuela está mejor, ¿Les parece si vamos a comprar cosas para la cena?

Invitó Paul. Chūya y Ryuma se levantaron del asiento para ir con su hermano mayor en busca de cosas para preparar la cena.

En su camino en coche, justo cuando atravesaban un puente sobre el gran río, otro coche a gran velocidad viajaba por el mismo puente e iba perdiendo el control, estrellándose con otros coches y con el de Paul.

Cinco coches cayeron al río junto con sus pasajeros. Unos perdieron la vida al instante, otros, lograron salir de sus coches y nadaban débiles hacia la orilla, otros pocos quedaron encerrados y luchaban por salir.

Las sirenas de las patrullas y ambulancias se oían sonar cada vez más cerca, y lejos para quienes ya estaban perdiendo el conocimiento.

— ¡Paul! ¡Despierta! ¡No podemos morir aquí! No aún... Quiero conocer a mi bebé...

Ryuma lloraba, golpeaba el vidrio de la ventana para lograr salir, aprovechando que el agua no había entrado en su totalidad al coche. Tenía sangre en su frente y demás partes del cuerpo, sentía frío, el agua estaba a grados bajo cero y pronto comenzaba a afectarles.

— Paul... ¡Chūya! ¡Hermanito, despierta, por favor!

Ahora era a Chūya a quien movía con todas sus fuerzas, sin éxito. Ni Chūya ni Ryuma estaban conscientes.

El río se tiñaba de rojo. Ryuma sacó su teléfono móvil para llamar a sus padres, pero sólo logró encontrar el teléfono de Chūya, al prenderlo, vió una foto de Ryū de fondo de pantalla, y en eso, una llamada entrante de parte de Dazai. Soltó el llanto y unos gritos desgarradores.