CUESTIONAMIENTO

1.8K 247 164
                                    

Tiempo después...

Cierto pelirrojo se había estado sintiendo mal desde hace varios días. Sabía la razón, y le asustaba su estado. Tendría un bebé y quería deshacerse de él, pero no sabía cómo. Tampoco quería decirle a los Verlaine que era un Omega y que no era Chūya, sino, el hermano gemelo de Chūya que los había estado engañando todo este tiempo.

— ¡Chūya, hijo! Iremos al zoológico. Alístate.

Entró la señora Verlaine para avisar de su salida. Irían en familia, "Chūya", su esposo, Paul y ella.

— ¿A-Al zoológico? ¿Ahora?

Le aterraba la idea. Sus ascos eran difíciles de controlar y si iría al zoológico, el olor a las heces y a los propios animales le ocasionaría más náuseas.

— Sí. Desde que te trajimos de regreso a Francia no hemos ido al zoológico. Recuerdo que te gustaba mucho ir, aunque siempre me preguntabas si había perros en los zoológicos.

Respondió la mujer de una manera amable y cariñosa. El supuesto Chūya sonrió de manera forzada.

— Está bien. Vayamos.

🐣🍼🐣🍼🐣🍼

Dazai preparaba el desayuno para Chūya y Ryūnosuke antes de que ellos dos despertaran. Un desayuno rico en variedad de alimentos para Chūya, y una deliciosa papilla para Ryū.

— Chūya ha sido un excelente madre para Ryū. Estoy muy orgulloso de él.

Dijo a sí mismo, mientras servía la comida en los platos. Fue en ese momento cuando sintió un abrazo cálido por detrás que lo hizo sonrojar al instante.

Al darse media vuelta, miró a un cariñoso Chūya frente a él, y no dudó en darle un tierno beso matutino.

— Tú... ¿No recuerdas nada, Dazai?

Preguntó de repente. Sabía a lo que se refería, a ese pasado que tuvieron los dos antes del accidente de Dazai. El joven del vendaje sonrió y abrazó a Chūya.

— ¿Te refieres a lo que hicimos anoche? Eres muy atrevido, Chūya. Ryū podría salir en cualquier momento y escuchar...

— ¡N-No estoy hablando de eso!

El rostro de Chūya estaba más rojo de lo normal, y su corazón muy acelerado.

— L-Lo que quiero decir es que... Bueno, tú... Hay algo que no sabes y que podría ser perjudicial para tu salud si te lo digo...

Su gesto se tornó serio, lo que comenzaba a preocupar a Dazai. Ambos fueron hacia la mesa de piso y dejaron la comida cubierta con tapaderas. Dazai en verdad estaba interesado en saber "esa verdad" que le habían estado ocultando durante dos años.

— Dime, Chūya. No moriré por saberlo.

Sujetó una de las manos del pelirrojo para convencerlo.

— Ryū y tú llevan la misma sangre.

— Vamos, Chūya, eso lo sé. Le doné sangre a Ryū, es normal que tengamos la misma sangre ahora.

— ¿Me dejas terminar?

— Sí, claro. Te escucho.

Chūya sacó de una caja unas fotografías dónde aparecían él y Dazai a sus quince años, siendo apenas alumnos de secundaria.

— ¿Somos tú y yo? ¿Acaso nos conocemos desde antes de la guardería?

Chūya asintió con una sonrisa.

— Sí. Esta foto fue el día en que me confesaste tu amor por primera vez, y yo acepté.

Dazai sintió un ligero dolor de cabeza seguido de una pequeña visón, un recuerdo de ese día. Un recuerdo borroso.

— C-Cuéntame más...

— Empezamos a salir desde los quince. Éramos un par de chicos que les gustaba divertirse sanamente por la ciudad. Visitábamos el karaoke, íbamos al parque de atracciones, nos bañábamos en la lluvia, caminábamos o paseamos en bicicleta por los lugares más tranquilos. Incluso una vez fuimos a un hospital abandonado para explorar a los supuestos fantasmas. Sólo vimos un gato. Esos tiempos... Eran bastante buenos.

Sonrió de nuevo. Dazai limpió unas lágrimas que derramaban de sus ojos.

— Chūya, yo... No recuerdo nada de lo que me dices. ¿Qué sucedió conmigo?

— Tuviste un accidente ferroviario. Te lastimaste la cabeza y perdiste la memoria. Ese día venías a verme, ya que estuviste de viaje con tu padre por cuestiones de su trabajo. Él fue llamado a otro hospital por sus servicios como cirujano de emergencia. Ese día... Yo iba a darte la noticia de nuestro bebé, de nuestro Ryū. Pero todo cambió después del accidente.

Dazai estaba llorando, sin recordar mucho, pero creyendo todo lo que su amado le decía. Ni siquiera recordaba su edad o la identidad de su padre. Él había estado viviendo solo después del accidente, y dedicándose a sus niños de la guardería.

— Si todo eso es cierto... ¿Qué pasa con el tipo que abusó de tí? Con ese maldito Alfa. ¿Acaso fui yo? ¿Acaso fui yo ese maldito Alfa que se aprovecha del celo de los Omegas?

— ¡No, tú no eres así! ¡Nunca lo has sido! Tú y yo procreamos a Ryū a los veinte y con el consentimiento de los dos. Ese Alfa abusó de mí cuando yo ya estaba embarazado. Sufrí mucho al no querer separarme de tí y tener que llevar a Ryū a la guardería para que también estuviera contigo y te conociera. Sin poder decir la verdad...

— ¿Quién te dijo que moriría si me enteraba de la verdad? Ni siquiera recordaba tu rostro ni tu nombre, me volví a enamorar de tí. Te hiciste el difícil y eso me dolió. Ví crecer a mi hijo pero ¿Por qué? ¿Por qué no decirme en aquel tiempo cuando el riesgo era el mismo?

Comenzaba a sentir mareos y a ver que las cosas a su alrededor giraban cada vez más rápido. Chūya lo veía mal.

— Tenía miedo, Dazai. Yo no podría vivir sin tí.

Dazai quedó inconsciente.

— ¡¡Oye, Dazai!!

Rápidamente, Chūya buscaría el número de ese doctor padre de Dazai, para avisarle de lo ocurrido. El médico estuvo de acuerdo en que ya era buen momento de decirle la verdad a su hijo, y que los riesgos de morir eran bajos, no obstante, el desmayo era una reacción por la noticia.

🐣🍼🐣🍼🐣🍼

En un buzón en la guardería, alguien dejó a un pequeño niño de la misma edad que Ryū, dormido entre cobertores. Abandonado.




Drama.
Ok no.

Escribiré el mismo fic pero con versión de Ryūnosuke adolescente (16 años), Dazai su maestro de secundaria.

EL NOVIO DE MAMÁ [SOUKOKU]Where stories live. Discover now