Capítulo Dieciséis
"Amor, tengo que ir"
"No Li, no me dejes solo, quédate ¿si?"
Harry batía sus pestañas y hacia pucheros tratando de convencer a Liam de que no vaya a trabajar, el mayor miraba con ternura como su hermoso esposo se aferraba a su cintura tratando de evitar que se levantara de la cama para comenzar a alistarse.
Liam había recibido una llamada el día anterior de su asistente diciéndole que su presencia era requerida en una importante reunión de inversionistas en su trabajo y que está vez, de verdad, de verdad debía estar presente.
Harry había cambiado por completo su estado de ánimo cuando Liam le dijo que debía volver al trabajo por unas horas, habían estado pegados el uno del otro por las últimas seis semanas, tanto que Harry sentía que necesitaba a Liam para todo y le aterraba la idea de estar solo después de tanto tiempo.
"Haz no iría si fuera absolutamente necesario, sabes que preferiría quedarme contigo mil veces antes que ir, pero amor es mi trabajo y esta vez realmente me necesitan ahí"
El rizado aflojó sus brazos y se acomodó, con un poco de esfuerzo, en las almohadas que tenía a un costado, parecía que después de tanto tiempo con una pierna enyesada ya podía manejarla sin lastimarse, claro que Liam siempre estaba ahí para ayudarle, pero igual ya podía hacer ciertas cosas por sí solo.
Liam se enderezó un poco y acarició los rizos rebeldes que sobresalían de donde Harry había hundido su cabeza sobre la almohada, fingiendo estar enojado porque le estaba dejando solo.
"Bebé, no te enojes, voy a venir corriendo en cuanto acabe la reunión, lo prometo"
"Bueeeeeno, emmm ¿me prestas tu teléfono? Voy a llamar a Niall, para ver si puede venir a visitarme ¿si?"
Todo el cuerpo de Liam se tensó ante el pedido del menor, pero Harry no se dio cuenta de aquello, y si lo hizo seguramente pensaría que fue por los celos que a veces sentía el mayor de su mejor amigo.
"Claro amor" le dijo fingiendo tranquilidad. Agarró su teléfono que estaba sobre la mesita y marcando al rubio se lo pasó al menor.
"¿Hola?" respondió la voz confundida del mejor amigo de Harry.
"Hola Nini, ¿puedes venir a visitarme?"
"¡Haz!" la voz del rubio inmediatamente cambió al oír al rizado, ahora se oía feliz. "Por un momento pensé que me estaba llamando el odioso de tu esposo..."
"¡NI!" Harry se sonrojó y miró a Liam con una sonrisa nerviosa, sabía que Liam estaba escuchando todo, "Liam no es odioso... Ehmm ¿si puedes venir?" pregunto rápidamente tratando de olvidar el penoso momento.
La risa de Niall retumbaba aún a pesar de estar del otro lado de la línea. La cara de Liam estaba contorsionada en una mueca de disgusto, si fuera por él, eliminaba al amiguito de su esposo para siempre de su vida, pero bueno, hay cosas que simplemente no se pueden hacer.
Harry le devolvió su teléfono en cuanto Niall le prometió que estaría por su casa en una hora más o menos.
“Haz, tal vez ya es hora de que empieces a usar tu teléfono, ya sabes para conectarte un poco con el mundo…”
“No quiero Li, me siento mejor así sin saber nada del mundo exterior” le interrumpió el menor con el ceño fruncido. “Además no lo necesito, porque mi mundo está justo aquí entre mis manos” concluyó con una sonrisa radiante, acariciando su vientre.
Liam sólo le sonrió y no dijo nada más, se fue después de unos minutos hacía su trabajo, no sin antes darle un beso en la frente y otro en la pequeña prominencia redonda de su vientre.
Ésta era la primera vez que se quedaba solo en mucho tiempo, y al estar solo con sus pensamientos, Harry no pudo evitar pensar en aquello que había estado tratando de alejar de su mente desde que despertó en el hospital después de su accidente.
No podía creer lo mucho que Liam le había ayudado y cuidado todo este tiempo, se había mostrado tan cariñoso con él y con su bebé. A Harry le sorprendía el enorme cariño que demostraba Liam con la pequeña criatura a pesar de que no era su verdadero padre. Con tristeza empezó a recordar las palabras que Zayn le había dicho la última vez que se habían visto.
"No te creo, lo siento si suena mal, pero ya no te creo Harreh. Si es que estás diciendo la verdad, entonces emm... quiero una prueba de ADN cuando nazca. Y sobre nosotros, ya no sé si quiero esto... Por mucho que te ame, no sé si es lo mejor que sigamos juntos..."
¡Le había pedido una prueba de ADN! Eso demostraba que de verdad no le creía nada de nada. Y eso dolía demasiado. Eso demostraba que en realidad no le amaba tanto como le había hecho creer alguna vez. Su reacción había sido tan distinta a la de Liam, que se cuestionaba si había llegado a conocer la persona que era en realidad.
"¡TÚ NO ERES EL PAPÁ, LIAM!"
"¡Ya lo sé! Pero no me importa. Harry yo te amo tanto que no me importa que ese bebé no tenga mi sangre. Es tuyo y eso me basta para quererle. Piénsalo Haz..."
En cambio Liam, no había dudado ni un segundo en aceptarle y ofrecerle amor a él y a su bebé, Harry creía que eso decía mucho sobre quien era el que le amaba de verdad y por eso, aunque él estuviera enamorado de otra persona, estaba decidido, después de pensar mucho, que debía elegir a Liam, y tal vez debería darle otra oportunidad a su matrimonio.
Si algo le había demostrado el mayor, en los últimos meses era que le amaba de verdad, y que había cambiado mucho como esposo y como persona. Ya no inventaba excusas para salir, ya no estaba distante, parecía que genuinamente toda su atención estaba solo en Harry y su bienestar. No había salido huyendo en cuanto las cosas se pusieron difíciles, y nunca le había empujado para que el rizado se alejara de él, así como Zayn lo había hecho.
Después de pararse como todo un experto, saltando con un pie llegó hacia sus muletas, aunque al principio se le hizo muy difícil y doloroso ahora era todo un profesional en el arte de usarlas. En su última visita al médico hace un par de días, el doctor le había dicho que la recuperación de su pierna estaba yendo mejor de lo que había anticipado, y que lo más probable es que le quitarían el yeso en menos de dos semanas.
Harry no podía estar más emocionado y realmente no podía esperar a que las dos semanas pasen lo más rápido posible, sin el yeso en toda su pierna su vida volvería a ser tan fácil como antes y eso era lo que más quería en esos momentos. Pero lo que más le emocionaba era que, después de que le quitarían el yeso, podría hacerse, por fin y por recomendaciones del médico de quitárselo primero y esperar a su vigésima semana de embarazo, el ultrasonido que revelaría el sexo de su bebé, la idea le emocionaba tanto que no podía parar de sonreír.
El sonido del timbre de la puerta principal sonó interrumpiendo sus pensamientos, con cuidado se dirigió a recibir a su mejor amigo, con quien por fin podría pasar algunas horas a solas, ya que, a pesar de que se habían visto varias veces desde su accidente, siempre habían sido visitas breves y la presencia de Liam había evitado que tuvieran una verdadera conversación.
"¡NiNi!" gritó el rizado dándole un efusivo abrazo a su rubio amigo.
"¡Haz!" Niall respondió al saludo apretándole en un fuerte abrazo. "Heeey ya se nota tu pancita, ¿como está mi mini Haz?" preguntó emocionado.
"Todo bien, el doctor me dijo que en dos semanas podré saber el sexo de mi bebé, ahh ya no puedo esperar, me haré el ultrasonido justo después de quitarme el yeso" Harry le hablaba mientras caminaban hacia la sala.
Niall veía como su amigo parecía que brillaba de felicidad, lo cual contrastaba enormemente con el estado de su pierna inmovilizada. Al rubio le encantaba ver a su amigo tan feliz, pero habían muchas, demasiadas cosas que no entendía, y aprovecharía esta oportunidad para hablar bien con su mejor amigo.
"Te ves muy bien Haz" le dijo con una sonrisa sincera.
"Gracias Ni" Harry se sonrojó ante aquel comentario. "Es por mi bebé, me emociona tanto, ya quiero tenerlo en mis brazos", la sonrisa se ensanchaba en su rostro haciendo que sus hoyuelos resaltaran tiernamente.
"¿Sólo por eso?"
"Claro... ¿Por qué más sería?"
Niall conocía demasiado bien a Harry como para creer que no había nada más detrás del gran buen humor de su amigo.
"No sé, dime tú. La verdad pensé que estarías en estado depresivo después de tu accidente, me preocupé mucho por eso ¿sabes? Es decir, siempre tiendes a ser un poco dramático con todo, y no me malentiendas, dada la situación, era completamente razonable que ésta vez reaccionaras muy mal, pero te ves muy bien de hecho y la verdad me alegra que estés así Haz"
"Sí, lo sé, yo también pensé que iba a estar mal, al principio fue difícil, si no fuera porque Liam me ayudó tanto y siempre está conmigo, no sé que hubiera sido de mí..."
"Liam ¿eh?" Niall hizo una mueca de disgusto por un microsegundo. "Entonces, ¿volviste con él?"
"¡No!" Harry se puso nervioso y ni siquiera sabía por qué. "Ehhmm bueno... Creo que no, es decir, no hemos hablado de eso para nada, ni siquiera ha pasado nada entre nosotros, nada de besos y esas cosas quiero decir... "
Harry se sonrojada al hablar, parecía un adolescente hablando de su crush, lo cual se le hizo muy raro a Niall, ya que hacía años que el rizado no se ponía así al hablar de su esposo, las últimas veces que lo había visto así era cuando hablaba de Zayn.
"... Se está comportando tan diferente ahora Ni, es como si hubiera vuelto en el tiempo, me trata tan tan bien, es cariñoso y atento, y respetuoso porque no ha intentado nada conmigo. Cumple con todo lo que le pido, y me refiero literalmente a todo. El otro día se me antojo un helado de kiwi, a las 2 de la mañana ¿puedes creerlo?" Harry hizo una pausa para sonreír soñadoramente. "No sé cómo hizo, pero lo consiguió, volvió con un helado como en una hora.. Es tan dulce conmigo, siento como si nos estuviéramos conociendo otra vez, como cuando apenas comenzábamos a salir y todo era bonito. Es como si tuviera a ese Liam otra vez conmigo... Y creo que me gusta... "
"Wow" Niall estaba sin palabras, nunca creyó ver a Harry así otra vez, y menos por Liam. No cuando él sabía toda la historia que había entre esos dos, las traiciones, los engaños, las mentiras, pero parece que Liam lo había logrado otra vez, parecía que tenía al rizado otra vez entre sus manos.
"No sé qué decirte Haz, tú sabes que Liam nunca me ha caído muy bien, pero supongo que tú puedes ver en él algo que yo no, ya que suenas igual que hace siete años cuando me contabas sobre tus primeras citas con él" Niall hizo un gesto de asco con la cara haciendo que Harry estallara en risas.
Aunque parecía que estaba bromeando, lo que había dicho era verdad, a Niall nunca le había terminado de agradar el esposo de su amigo. Siempre había pensado que Harry merecía a alguien mucho mejor como pareja, pues él era un chico tan tierno, dulce incluso inocente en ciertos aspectos, tan opuesto a Liam. Además que era extremadamente atractivo, recordaba que cada vez que salían juntos, hacía que casi todas las cabezas voltearan para mirarle, y el rizado parecía que ni se daba cuenta del enorme poder que tenía su presencia.
Una de las principales razones por las que Liam no le agradaba, era que en cuanto comenzó a salir con Harry, lo exhibía como un trofeo en los lugares que iban, era extremadamente posesivo y muy sutilmente hacia sentir mal a Harry solo por mirar en la dirección equivocada, era muy celoso. Harry lo justificaba diciendo que estaba muy enamorado, y que era normal que su novio se comporte un poco loco porque eso demostraba lo mucho que temía perderle. Lo cual en palabras del rizado era "muy romántico". Niall no quiso decirle en aquel momento, que definitivamente no era normal, mucho menos romántico, que tu novio se encierre en el baño contigo por casi toda una noche discutiendo porque saludaste efusivamente a un amigo, o que no te suelte la mano jamás, o que no puedas moverte de su lado sin pedir permiso y dar explicaciones de todos tus movimientos, o de estar pegados como chicle las 24 horas del día, sin tener ninguna noción de lo que es una sana distancia de pareja o espacio personal.
Pero eso no era lo peor, lo peor era que las veces que Liam salía solo, aquellas que convencía a Harry de quedarse en casa y portarse como un niño bueno, (las veces que, para su mala suerte se había encontrado en las mismas fiestas que Niall, porque claro el rubio no se perdía ninguna fiesta importante), se comportaba como un chico soltero, coqueteaba, abrazaba y bailaba con otras personas, como si Harry no existiera. Niall odiaba cuando era testigo de eso, porque si Harry se estuviera comportando así, seguramente Liam armaría la tercera guerra mundial. Pero parecía que las reglas de su relación sólo eran para el rizado.
De todas formas, lo dejaba pasar porque a pesar de verle coqueteando con otras personas, nunca le había visto realmente "engañando" a su mejor amigo. Es decir, nunca le había visto besando a otra persona o algo así, así que supuso que simplemente era demasiado amable o demasiado cariñoso cuando estaba borracho. Además de que igual si le decía algo a Harry, este encontraba una justificación para absolutamente todo lo que hacía su perfecto novio, estaba tan enamorado que no veía ningún defecto en Liam.
Siendo tan jóvenes como eran entonces, Niall no le dio mucha importancia, supuso que Harry tendría que experimentar en carne propia el primer amor y también la primera decepción y el dolor tan característico que viene con la primera ruptura amorosa, esa que es un poco más dolorosa que las demás, esa que piensas, que nunca vas a poder superar. Supuso que luego con su segundo o tercer novio se reiría recordando sobre lo ingenuo que había sido antes.
Pero eso nunca pasó.
Harry se casó con Liam después de dos años de noviazgo, cuando apenas había cumplido dieciocho años. Niall nunca pudo entenderlo, para él, todo aquello simplemente estaba mal, Harry era demasiado joven, y Liam era... ni siquiera sabía cómo describirlo, era indescifrable, a veces parecía que de verdad era un buen novio, se comportaba muy bien con Harry y casi podría convencer a cualquiera que era perfecto para él. Pero luego salía con sus actitudes extrañas, las cuales, obviamente invisibles para Harry, te hacían dudar incluso si de verdad amaba al rizado.
Pero... recuerda lo feliz y enamorado que Harry se veía cuando se casó con Liam, que terminó convenciéndose de que tal vez sí estaban destinados a terminar juntos. Y por un buen tiempo llegó a creer que su amigo tendría ese feliz para siempre con ese hombre que había elegido como compañero de toda su vida.
Claro que todo se fue al caño esa noche que Harry le llamó llorando pidiéndole ir a pasar unos días con él, porque su perfecto esposo le había engañado. Niall suponía que algo así pasaría tarde o temprano, así que no le sorprendió oírlo de la boca de Harry, eso sí, trató de consolarle y apoyarle en todo. Y aunque muchas veces no estuvo de acuerdo con ciertas decisiones que tomó el rizado, Niall sabía que igual siempre estaría ahí para él cuando este le necesitará, sin juzgarle, porque para eso están los verdaderos amigos.
Es por eso que, Niall no le había dicho nada en cuanto Harry comenzó su relación con Zayn aún estando casado, pensó que Liam se merecía que le paguen con la misma moneda, sólo era el karma haciendo justicia. Además de que Harry se veía tan feliz cada vez que le hablaba de su novio, tanto que hacía que también él se sientiera muy feliz por su amigo.
Una sola vez fue la que Niall salió con la pareja, y en aquella única oportunidad pudo ver con sus propios ojos, lo diferente y parecido, a la vez, que eran Zayn y Liam. El moreno no tenía ojos para nadie más que para Harry, le trataba como si fuera su mundo entero, le cuidada todo el tiempo y estaba atento a todo lo que hacía o decía, era como si todo su alrededor desaparecía cada que miraba a Harry. Muy diferente a Liam. Pero también pudo notar, que el moreno podía llegar a ser muy celoso, claro que lo ocultaba muy bien y no se veía loco ni desubicado, a diferencia de Liam, quien a veces se pasaba de la raya con sus celos.
Niall había llegado a la conclusión de que la suerte de su mejor amigo era atraer a tipos posesivos, lo cual a veces le parecía gracioso y desesperante al mismo tiempo. Sin embargo, si tuviera que elegir, preferiría mil veces que Harry se quedara con Zayn que con Liam, simplemente parecía que ellos dos estaban destinados a ser. Parecía que se querían genuina y mutuamente.
Pero como siempre pasa, las apariencias pueden llegar a engañar. Si Harry estaba otra vez "enamorándose de su esposo", era porque las cosas habrían salido terriblemente mal con Zayn, de aquello no había duda.
"¿Qué pasó con Zayn?" le preguntó, inmediatamente el rostro alegre de Harry se tornó oscuro y triste, con un suspiro cansado empezó a contarle a Niall, sin omitir detalles, todo lo que había pasado con su relación con el moreno hasta el día del accidente, que fue la última vez que vio o supo algo de Zayn.
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