After Game • Peter Parker ✓

By -ladymarvel

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| ADVERTENCIA: smut | Después de lo ocurrido en Endgame, nadie es igual, especialmente Heather Potts, cuya... More

AFTER GAME
00 | El regreso
01 | After Game
02 | Niño Araña
03 | El chico de la patineta
04 | Chicle
05 | Detención
06 | ¿Eres hija del presidente?
07 | Haría todo por ti
08 | Conquístalo, rosada
09 | Obra de Otoño
10 | Heather Potter
11 | Nico Minaj
12 | No llores, pero...
13 | Confío en ti
14 | Ahora o nunca
15 | No lo sabes hasta que lo pierdes
16 | Promesa
17 | Tres días
18 | Dos días
19 | Día de la Manifestación
20 | Nuevo miembro
21 | Primera Navidad
22 | Pesadillas
23 | Visto
24 | Otra vez
25 | Perfecto
26 | ¿Buen inicio de vacaciones?
27 | Venecia
28 | Quentin Beck
29 | Cabras bebés
30 | Praga
31 | Nadie es perfecto
32 | "Tristeza extrema"
34 | Londres
35 | Pinky Promise
36 | Primer día
37 | Siempre
38 | Storm
39 | Aún no
40 | El chisme es mi pasión
41 | Sanos y salvos
42 | Misión fallida
43 | Mi Peter
44 | Spider-Men
45 | Reencuentros
46 | Nueva Attilan
47 | Plan
48 | No entiendes
49 | Spider-tubbies
50 | Portales silenciosos
51 | Coney Island
52 | Despedida
53 | Recuérdame
Epílogo

33 | Un mejor Spider-Man

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By -ladymarvel

Peter apretó su máscara en su puño, su mente repetía lo sucedido en la mañana. Su corazón dolía demasiado al pensar que su plan con Heather se había ido a la mierda.

¡Honk!

El tren le avisó que había llegado a Berlín. Se puso nuevamente su máscara negra y saltó hasta la entrada de la estación.

—Disculpe.—le dijo a una chica que caminaba cerca.—¿Sabe dónde...?

Antes que pudiera terminar de preguntar, la muchacha empezó a gritar y correr asustada.

—¡Night Monkey!

Varias personas lo empezaron a reconocer. Se giró, dispuesto a irse cuando un auto Audi negro casi lo atropella. La ventana bajó, revelando a Nick Fury.

—Sube.

Peter lo hizo y el carro aceleró rápidamente. Se quitó la máscara, respirando con dificultad.

—Sr. Fury...

—Tienes mucho que explicarme.

—No, escuche...

—Espera a que estemos seguros.—interrumpió nuevamente el del parche.

Peter suspiró.—Ok.

Intentó normalizar su respiración, pero Fury lo seguía mirando atentamente. Hizo un movimiento cortante en su pecho, indicándole que se pusiera el cinturón de seguridad.

—Claro.

Peter tiró del cinturón, pero estaba atascado. Después de algunos intentos de aflojarlo, tiró con tanta fuerza que se rompió. Miró nerviosamente a Fury, quien lo fulminó con la mirada y volvió su vista a la carretera.

Llegaron al garaje de un edificio muy elegante. Subieron algunos pisos, donde estaban bastantes agentes de S.H.I.E.L.D. Wow, Peter no sabía que se habían recuperado tanto desde lo ocurrido en 2014 cuando Hydra se infiltró.

—¿Hay algo que quieras decirnos de tu novia?—dijo Fury al entrar a una habitación.

Peter se encogió al pensar que hablaban de Heather. Su dolor incrementando un 10%

—Se refiere a E.D.I.T.H.—musitó Hill.

—Sé que cometí un error y lo siento, pero no es quien usted cree. Beck es un mentiroso.—dijo Peter, yendo directo al grano.—Mysterio, Los Elementales, todo es falso. Usó tecnología de ilusiones para engañarlos. A mí me engañó para que le diera a E.D.I.T.H.—sacó algo de su bolsillo y lo deslizó por la mesa.—Es un proyector. Lo saqué del monstruo de fuego en Praga.

—¿Y toda la muerte y destrucción que presenciamos fueron creados por esto?—preguntó Fury.

—No sólo esto. Creo que usa drones.

Hill se mordió las uñas, pensativa.

—Si eso es verdad, Beck es muy peligroso y debemos ser listos.—dijo Fury.—¿A quién más le dijiste esto?

       De repente, Peter sintió que su sentido arácnido se encendía.

       —¿Parker?¡Parker!

       —Beck está aquí.—susurró.

       Toda la habitación empezó a desaparecer como un holograma. Todo el edificio estaba abandonado. Un misil atravesó la pared, mandando a Fury por los aires.

       —¡Fury!

       Pero antes que Peter pudiera ayudarlo, el dron le disparó, haciendo que cayera por los miles de pisos. Chocó fuertemente contra el suelo, tociendo repetidas veces.

       —Vaya, Peter, creí que eramos cercanos. Fury debía morir, pero tú no.

       Quentin no estaba por ningún lado. Peter se levantó y vio como miles de drones lo rodeaban y le apuntaban.

       —¡Deja de ocultarte, Beck!

       Le lanzó una telaraña a un dron, pero este se desvaneció, pues simplemente era un holograma. Peter frunció el ceño.

       —Traté de ayudarte para que te alejaras. Ahora me obligas a hacer esto.

       Todo se volvió negro. Peter, quien ahora llevaba el primer traje que Tony Stark le había dado, miró horrorizado como un pasillo de escuela aparecía frente a él.

       Mysterio caminó hacia él.—Me dijiste que eras un simple chico.

       Peter lanzó sus telarañas, pero humo verde fue lo único que salió.

       —Me dijiste que querías ir tras esa chica.—esta vez Mysterio estaba atrás suyo.

        Le dio un puñetazo y nuevamente Beck desapareció.

       —¡Peter!

       Era su voz.

       —¡HEATHER!—Peter se abalanzó contra una puerta y de repente estaba en la cima de la Torre Eiffel.

       —Peter, ¿qué está pasando?—susurró Heather asustada.

       —Sé que no es real.—exclamó Peter.

       Mysterio se materializó junto a Heather, agarrándola por el cuello. Retrocedió y la lanzó al vacío.

       —¡Heather!—Peter se tiró tras ella, sin importarle nada, y chocó contra el suelo.

       —No creo que sepas qué es real.

       Varios edificios pasaron junto a Peter a increíble velocidad. Uno de ellos, con un letrero de neón que leía "QUEENS", se detuvo frente a él. Un gigantesco puño lo atravesó, enviando al chico a volar. Al hacerlo, el aire se rompió como un cristal. Peter empezó a caer entre redes de telarañas hasta que se estrelló encima de un coche.

       Estaba de vuelta, afuera del edificio abandonado. Miró a su alrededor, respirando con dificultad. Una docena de drones salieron de las ventanas del edificio y la ilusión regresó.

       Cayeron enormes fragmentos de vidrio que rodearon a Peter.

       —Mírate.

       Cuando el castaño estiró su mano para tocar uno de sus reflejos, este cobró vida, agarrándole la mano. Miles de Spider-Men se abalanzaron sobre Peter, quitándole el traje.

       —Eres un pequeño chico asustado con traje de sudadera.

       Los Spider-Men desaparecieron. Peter, ahora en su primer traje hecho en casa, estaba en un laberinto de espejos.

       —¿En serio pensaste que ella querría a un torpe niñato como tú?

       A lo lejos, Heather reía en los brazos de Nicholas. Se empezaron a besar de una manera que hacía sentir a Peter como un inexperto.

       Es una ilusión, se repitió mentalmente. Caminó hacia ellos, empezando a correr de la rabia, pero chocó contra un espejo.

       —¿Y en serio crees que Tony Stark reaccionará bien al saber que su elegido lo ha defraudado una vez más?

       Al abrir los ojos, Peter estaba en State Island y, ante él, Tony Stark dándole una mirada de decepción y asco.

       —Nunca debí escogerte.—lo agarró del cuello y en un rápido movimiento lo lanzó del edificio.

       Peter pensó que caería en el océano, pero se encontraba entre las ruinas de una estatua del Capitán América, justo en el centro del escudo. Junto a él había una gigante estatua de Mysterio.

        —Creé a Mysterio para que el mundo tuviera a alguien en quién creer. Yo controlo la verdad. Mysterio es la verdad.

       Mysterio apareció, atacando con sus láseres a Peter, quien se agachó y agarró al hombre con sus redes. Tiró y éste desapareció, en realidad había tirado una grúa hacia abajo. Rodó para evitarla, pero fue muy tarde para esquivar el gigante brazo de piedra.

       El dolor nunca llegó. Abrió los ojos temeroso. Niebla verde lo rodeaba.

       —Si en verdad fueras bueno, la inocente Heather no hubiera sido torturada por tu culpa.

       Una luz lejana se encendió. Dos hombres enmascarados sujetaban algo bajo el agua de una tina. Unos segundos después, soltaron a...

       —Heather.—susurró Peter.

       Los tipos la cogieron de los brazos y la lanzaron con fuerza al suelo.

       —Dinos el nombre de Spider-Man.—exclamó uno.

       —Tienes diez, nueve, ocho...—empezó a contar el otro.

       Peter reconoció esa arrogante voz. Oh, en cualquier lado. Se quitó la máscara, revelando a Quentin Beck.

       —Vete, yo me encargo de ella.—le ordenó al otro, quien sin pensarlo dos veces se fue.

       Heather temblaba del frío y del miedo. Quentin acarició su cabello, luego su espalda, hasta llegar a su pantalón. La chica jadeó, intentando alejarlo.

       —Shh...—Beck alzó su mirada, sonriéndole a Peter.

       —¡NO!—gritó el niño araña. No le importaba si era real o no, se abalanzó corriendo para salvar a la chica.

       —En el fondo sabes que tengo razón.

       Ya no estaba. La había perdido.

       Siguió corriendo cuando un ejército de Mysterios lo empezó a perseguir. Se estrelló contra un vidrio, cayendo en nieve. Estaba en una gigantesca bola de cristal. Varios edificios salían de la nieve y lo rodeaban.

       —Tomaste una decisión. Sólo tenías que hacerte a un lado. Y ahora tienes...

       ¡Bang!

       La ilusión se desvaneció repentinamente. Quentin cayó al suelo al ser disparado en el pecho por Fury, quien cojeó hacia Peter. Varios agentes entraron en escena, saliendo de sus coches y rodeando a Beck.

       —¡Fury!—exclamó aliviado Peter.

       —La gente de Beck está buscando a quienes puedan revelarlo. ¿A quién le dijiste?

       —Eh...

       —Sé que le dijiste a alguien, así que dime a quien.—insistió Fury.

       —S-sólo a Ned y Heather de mi clase, y tal vez Ned le dijo a su novia Betty, pero...

Nick lo interrumpió con un gesto de la mano y empezó a reír.

Peter frunció el ceño, muy confundido.—¿Qué?

—Eres muy tonto.

—¿Qué?—su respiración empezó a agitarse.

—Eres inteligente como un zorro, pero inocentón.—la ilusión de Fury desapareció, mostrando que fue Quentin todo este tiempo.—Ahora tus amigos morirán.

Dos drones empezaron a reproducir diferentes ilusiones para asustar al chico.

—Es fácil engañar a la gente que se engaña a sí misma.—se burló.—Pero si sirve de algo, Peter... en verdad lo lamento.

La ilusión se detuvo. Peter observó su alrededor, confundido, justo cuando un tren lo atropelló.

—Edith...

Hola, Quentin.

—Accede a los archivos de la clase de Peter. Cámbiales el destino de su vuelo a Londres.—ordenó Beck, intentando no sonreír.—Volvamos al plan A.

Pero lo que Quentin Beck no sabía, es que hacía falta mucho más que un tren para matar a Peter.

       —¡Mierda, mierda, mierda!—exclamó Heather mientras golpeaba el teléfono público.

—¿Nada?—preguntó Ned.

—Va directo al buzón, así que deben tener sus móviles apagados.

Ned pasó una mano por su rostro con desesperación. Llevaban diez minutos intentando contactar a Pepper y Tony, pero ninguno contestaba.

—Si tan sólo mis padres se hubieran quedado con ellos en Japón.—musitó el hawaiano.

Heather lo observó asustada.—Ned... ¿y si Mysterio tiene algo que ver con esto?

      Antes que el chico pudiera decir algo, Nico se acercó a ellos con rostro de sorpresa.

       —No puede... ¿Qué?—susurró a sí mismo.

       —¿Qué pasó?—preguntó Heather.

       Nico negó.—N-no estoy seguro, tú sabes que a veces me pongo más ciego que las ratas de Shrek, pero yo... yo estaba sentado ahí.—señaló unas bancas.— y Antonio estaba de pie a unos pocos metros. De repente, pasó un montón de gente y, ¡puf!, ya no estaba.

Heather y Ned fruncieron el ceño confundidos.

—¿Quién rayos es Antonio?

Nico bufó.—Mi guardaespaldas. Dios mío, Heather, ¿nunca te aprendiste sus nombres?

La chica observó el aeropuerto, ignorando las constantes malas miradas que le mandaban sus compañeros (¿Por qué siempre se metían en sus asuntos?).

—Eh... mi guardaespaldas tampoco está.—dijo al no ver a Marcos por ninguna parte.

—¿Crees que esto sea...?—le susurró Ned.

—¿Y si estamos en una ilusión ahorita mismo?— Heather sintió que le temblaban las manos.—Ned, dime algo que sólo ambos sepamos.

—Uhm... oh, una vez hicimos un maratón de Star Wars en la casa de Peter y te dormiste en su regazo y fue adorable.

Heather sintió un vuelco en su estómago al escuchar el nombre del chico.

—¿Nico?

El chico de rulos hizo una mueca.—¿Ilusión? No entiendo.

Ned y Heather se observaron, ambos dudando si contarle la verdad de Peter a su amigo. Ned negó disimuladamente.

—Vamos. Ahora es hijo de Tony, es casi como su hermanastro.—dijo la pelirrosada en voz baja.

—Aún no. No es nuestro secreto.—susurró Ned.

Heather bufó. No le gustaba mentirle a Nico, pero Ned tenía razón.

—Eh... Tony y su grupo descubrieron que Mysterio es una farsa y toda la destrucción fueron ilusiones de miles de proyectores.—Nico frunció el ceñó, pero antes que pudiera responder, Heather continuó.—Es una larga historia; luego te contaremos. Dime algo que sólo tú y yo sepamos.

Pensó unos segundos y rió.—Toda tu ropa interior es de princesas de Disney y un día estabas molesta porque Pepper no quería comprarte, lo digo con tus palabras: "unos más sensuales", por si algún día te acuestas con alguien, lo cual no creo que pase pronto...

—Ya, ya. Definitivamente eres tú.—lo interrumpió Heather, más sonrojada que nunca.

Cariño...

—Ve con ella..—le dijo a Ned.—Nos vemos sospechosos susurrando en una esquina.

Cuando Ned se fue con Betty, Nico iba a preguntarle más sobre Mysterio, pero el Sr. Harrington los llamó a todos.

—Nuevas noticias: ¡Iremos a Londres.

       —No, no. Mis guardaespaldas están perdidos.—dijo Nico rápidamente.

       —Estoy seguro que sabrán como regresar a América.—el señor Dell le dio una palmadita en el hombro.

—Carajo.—murmuró Heather.

Estarían más de dos horas en avión, donde no podrían intentar llamar a Tony. Miró nerviosa su StarkWatch, dudando si debía presionarlo. Aún no. Tenía la esperanza que el niño araña podía solucionarlo.

Peter, aturdido y magullado por el impacto del tren, despertó en una celda de prisión. Tenía una camiseta naranja sobre el pecho. Miró asustado a su derecha, donde dos hombres vestidos de naranja lo miraban con una sonrisa.

—Hola.

—¿Dónde estoy?—preguntó el chico.

—En el Centro de Detención Municipal.

—Te encontraron inconsciente en el patio de maniobras. Muy peligroso.—contó uno, sonriendo.

—Te dimos la camisa porque parecía que tenías frío.

Peter se sobresaltó al darse cuenta que había un tercero a su izquierda.

—Gracias.—susurró.—Son amables. Hablan bien el inglés.

—Bienvenido a los Países Bajos.—dijeron los tres simultáneamente.

Peter parpadeó, confundido.—¿Estoy en los Países Bajos?

—Sí.

Mierda, pensó. Se despidió y salió corriendo a la reja, pero estaba cerrada.

—¡Guardia!—llamó.

—Está de descanso. Quizá hablando con su esposa.—le explicó uno de los hombres.

—Sí, está embarazada.—añadió uno.

Oh ja? Wat leuk!—exclamó alegre el otro.

Peter no tenía tiempo para eso; debía llamar a Tony, Ned o... Heather. Sintió escalofríos al recordar las ilusiones de Mysterio.

Rompió el candado, corriendo fuera de ese lugar. Se puso la camisa naranja mientras miraba su alrededor. Parecía estar en un mercado de agricultores.

—Disculpe, señor, ¿me presta su celular?—le preguntó a un hombre que vendía quesos.

Este asintió, diciendo algo en otro idioma, y le dio su teléfono.

Peter se sorprendió.—Aquí todos son muy amables.

Llamó a su primera y obvia opción: Tony. Pero lo mandó al buzón.

—Mierda.—susurró.

Marcó el número de Ned, pero también estaba apagado. De seguro estaban viajando en avión. Pensó en una última persona...

—Contesta, contesta... Hola, hola. Uh... metí la pata. Necesito que me busques.—dijo Peter a la persona. Se giró un momento al vendedor de quesos.—¿Dónde estoy, señor?

Broek op Langedijk.

Peter asintió lentamente. No entendió nada.

—Espera. ¿Puedes decirlo por aquí?—le pidió al señor, dándole su teléfono.

Het is Broek op Langedijk.—respondió.—No problema, no problema.

Peter le agradeció y volvió a agarrar el teléfono.

—¿Entendiste? Sé que es difícil, pero Tony está en Tokio con el teléfono apagado, tú tienes el acceso a sus naves y... Ok, gracias.

Peter caminaba entre filas de tulipanes rosas y amarillos cuando el Quinjet aterrizó frente a él. La puerta se abrió y Happy bajó las escaleras.

—Peter, ¿estás bien?

—¿Eres tú?

Happy rodó los ojos.—¿Qué si soy yo? Por supuesto.

—¡Detente!—El chico retrocedió, su rostro expresaba miedo.—Dime algo que sólo tú sabrías.

—Que sólo yo sabría...—pensó Happy.—¿Recuerdas que en Alemania pagaste por un video en tu cuarto? No daban los títulos, pero supe por el precio que era una película para adultos y no sabías cómo lo supe...

—Ok, ok, eres tú. No sigas.— interrumpió Peter, increíblemente sonrojado.

Se acercó cojeando hasta él y se abrazaron.

—Me alegro mucho verte.—admitió. Le había tenido más cariño desde que Stark lo despidió por su culpa.

—Peter, dime qué diablos está pasando.

Dentro del Quinjet, Peter le contó todo mientras Happy cosía algunas de sus heridas.

—Bien, no te muevas.—Peter soltó un quejido de dolor.—Creí que eras súper fuerte.

—Aún así me duele.—musitó el chico, cerró su puño al sentir otra ola de dolor.—H-Happy...

—Relájate. Sólo unos más...

—¡Dios mío!—gritó Peter y le pegó a la mesa.

—Relájate.—repitió Happy.

—¡No me pidas que me relaje!—exclamó, levantándose de la silla.—¿Cómo puedo hacerlo si arruiné todo?

Happy suspiró al ver que lágrimas se asomaban en los ojos del castaño.

—Confié en Beck. Creía que era mi amigo así que le di algo que el señor Stark me confió y ahora va a matar a Heather, a mis amigos y a medio Europa.—continuó Peter.—Por favor, no me digas que me relaje.

Se sentó en otra silla, revolviendo su cabello con estrés. Hubo un silencio.

—Disculpa, Happy. No debí gritarte. Sólo que... estoy harto de decepcionar a Tony.

Happy negó.—Yo también lo he decepcionado, pero...

—No.—interrumpió Peter.—No entiendes. Los Vengandores ya no existen y Tony me pidió que fuera el siguiente Iron Man. Pero no puedo, nunca lo logro. Ni siquiera pude proteger lo suficiente a Heather y la secuestraron.

—Peter, ya te hemos dicho muchas veces que eso no fue culpa tuya y...

—Pueden decírmelo un millón de veces más, Happy, pero jamás quitará el hecho que sucedió. Jamás borrará todo lo que ella sufrió.—Lágrimas rodaban por sus mejillas.—Tony me dio una segunda oportunidad para protegerla y no pude, la dejé completamente sola en Europa con unos chicos de diecisiete años y dos profesores que no son capaces de matar una mosca. ¡Soy una decepción y no merezco ser el próximo Iron Man!

Happy lo observó triste.—No eres Iron Man. Nunca vas a serlo. Nadie puede estar a la altura de Tony. Ni siquiera Tony. Él es mi mejor amigo, aunque este molesto conmigo, y te puedo garantizar que es un desastre. Se cuestiona todo lo que hace y es muy distraído. Lo único que no se cuestionó fue elegirte.—Peter alzó la mirada.—Él sabe que puedes cometer errores, pero confía en ti. Tus amigos están en problemas, estás sólo y no tienes equipo. ¿Qué vas a hacer al respecto?

Peter recordó la pequeña charla que le dio Heather sobre como todos cometíamos errores. Tal vez no era Iron Man, pero podía ser un mejor Spider-Man.

—Voy a vencer a Mysterio.

Happy suspiró.—Quiero decir qué vamos a hacer ahora mismo porque llevamos quince minutos sobrevolando tulipanes.

—Claro. Uhm, Heather debía llamar a Tony, pero su teléfono está apagado o no tiene señal. No puedo llamarla a ella o Ned porque Beck rastrea sus celulares.—dijo Peter pensativo.—Dame el tuyo.

Sabía de una persona que le podía decir la ubicación de sus amigos en tiempo real.

Hola, jefe, ¿quiere un té?—hablaba Flash en su transmisión en vivo.—Acabo de llegar a Londres...

—Están en Londres.—le dijo a Happy.—Necesito un traje.

—¿Un traje?—preguntó con una sonrisa. Se volvió hacia la parte delantera y presionó unos botones en el techo.

Un compartimiento se abrió detrás de Peter, quien se acercó y puso su mano sobre una pantalla. Unas luces azules se encendieron.

—Ok, enséñame todo lo que tengas de Spider-Man.—pidió el chico.

De la pantalla aparecieron pequeños hologramas de diferentes trajes. Desplazó entre ellas mientras Happy lo observaba sonriente.

—Abre eso. Bien. No, no.—Peter hablaba con la máquina. Alzó la mirada al notar que Happy lo seguía viendo.—¿Qué?

—Nada. Tú encárgate del traje y yo de la música.—presionó otros botones y Back in Black de AC/DC empezó a sonar.

—¡Me encanta Led Zeppelin!—exclamó Peter.

Happy puso su boca en una línea, sin saber si corregirlo por su error o dejarlo pasar porque estaba de mucho mejor humor que hace unos minutos.

Ok, sería buena persona (algo que estaba practicando gracias a May).

Prendió unos motores y el Quinjet empezó a despegar, tomando como destino la tierra del té y la Reina.

_____________________
larguísimo, ugh, sólo revisé una vez, si hay una falta ortográfica avisen.

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otra historia mas sobre un alumno y un profesor espero que les guste