After Game • Peter Parker ✓

01 | After Game

       Peter decidió visitar al señor Stark el día después del Chasquido. Supuso que Tony estaría triste y de luto, pero se equivocó.

       Al entrar a la casa Stark, Peter se encontró a Tony acostado en su sillón leyendo un libro y comiendo uvas de un bowl.

       —¿Peter?—dijo el genio.—Ven, niño. Siéntate ahí.

       El castaño se sentó, dudoso, junto a Tony e intentó coger una uva, pero el otro le pegó en la mano.

       —Ouch.

       —¿A qué se debe esta... agradable visita?—dijo distraídamente mientras pasaba una página.

       Peter miró nerviosamente sus manos.

       —Pues yo, eh... quería ver cómo estaba, señor.

       Tony arqueó una ceja.—Estoy perfecto, como siempre. Encontré este libro y quiero ver si lo termino de leer en un día.

       —Oh.—dijo Peter, sin saber que decir. —Señor...

       —Mmm...—contestó Tony.

       —Ahora que derrotamos a Thanos y terminó el "Juego Final", como lo llamó el brujo, ¿qué pasará?

       Tony cerró su libro y observó a Peter con una sonrisa sin dientes.

       —Comienza el After Game, niño.—dijo como si fuera obvio.—Siempre habrán villanos que tendremos que detener. Es como un ciclo que nunca acaba.

       Antes que el chico pudiera responder, Pepper bajó corriendo las escaleras y se acercó a ellos. Se veía que había llorado toda la noche y parecía que lo iba a hacer en ese momento.

       —¿Qué pasó?—preguntó Tony.

       La rubia señaló su celular y empezó a tartamudear.

       —Regre-regresó, me acaban de-de llamar...—intentó hablar.

       —¿Qué?—Tony se levantó del sillón.—¿Quién regresó?

       Peter agarró un vaso de agua que había en la mesa y se lo dio a Pepper. La rubia tomó un poco y se sentó.

       —¿Ya está mejor, señora Stark?—dijo el niño Araña.

       Ella asintió.—Gracias, Peter.—se dirigió a Tony y sonrió.—¿Te acuerdas de Heather?

       —No.

       —Mi sobrina.—explicó Pepper.

       —¿Tienes sobrina?

       Pepper soltó un suspiro.—Hace unos años fuimos al funeral de mi hermano y su esposa. Resulta que su hija, Heather, desapareció por el primer Chasquido.—sonrió.—Me llamaron del Departamento de Policía de Florida, está de vuelta y somos sus guardianes responsables.

       —¿Sus qué?—dijeron Tony y Peter al mismo tiempo.

       —Tenemos su custodia, ahora vivirá con nosotros.—dijo la rubia sonriente.

       Tony soltó un grito ahogado.—No, no. Nunca accedí a tener más niños.

       —No es una niña, tiene 16.

       —¿Por qué nunca supe de su existencia?

       —Siempre te he hablado de ella.—frunció el ceño.—Se ve que no me prestas atención.