After Game • Peter Parker ✓

46 | Nueva Attilan

    —Eso, vas bien. Ahora suéltate... Heather, suéltate.

—¡No puedo!—gritó la rubia, chocando fuertemente contra la pared.—Mierda.

Peter y Ganke se acercaron riendo.

—Definitivamente debes practicar más.—dijo el castaño.

—Yo no soy el problema, son estos disparadores tontos.—musitó Heather, quitándose las máquinas que lanzaban telarañas.

—No ofendas así a mis bebés.—exclamó Ganke molesto.

Un pitido en el reloj de Peter impidió que Heather respondiera.

—Es hora.—susurró el chico y fue a buscar su máscara.

—¿Estás seguro que no quieres que te acompañe?—intentó Heather... por décima vez esa noche.

—No hasta que sepas controlar bien esas telarañas.

La rubia rodó los ojos.—Tal vez no sepa eso, pero puedo pelear.

Cuando Peter se giró hacia ella, recibió un puño en el estómago.

—¿Ves?—rió Heather.

—L-lo vi venir, pero te dejé golpearme.—dijo Peter sin aire.

—Llámame si me necesitas.—dijo Heather con algo de preocupación en su voz.

Peter asintió, acomodando sus disparadores de telarañas. Antes que se pudiera poner su máscara, Heather se inclinó y le dio un rápido beso en la mejilla.

—¿Y eso?—murmuró sonrojado.

—Eh... ¿suerte?—respondió Heather, pero sonó más como una pregunta.

Peter se mordió el labio para esconder su sonrisa, se puso la máscara y salió del edificio abandonado usando sus telarañas. Heather soltó un profundo suspiro. Habían rumores que el Duende Verde había regresado a Queens y Peter no perdió oportunidad para planear su venganza.

La rubia se dio la vuelta, encontrándose con Ganke sonriendo pícaramente.

—Conque suerte...—bromeó el asiático.

—Oh, no otra vez.—rodó los ojos.

—Niégame que sientes algo por él.

—Sí: amistad.—fue por su botella de agua, intentando evadir las preguntas de Ganke.

—En otra dimensión fue tu novio, no puedes negar que hay algo.—insistió.

Heather sintió su corazón dar un vuelco ante la mención de Peter, el de su dimensión.

—Son diferentes. Mucho, en realidad.—murmuró cabizbaja.—No lo entenderías.

Ganke notó su cambio de humor y decidió dejar el tema. Hablar de su dimensión siempre entristecía a Heather.

Ya habían pasado tres horas y Peter no regresaba ni respondía los mensajes. Ganke le había negado a Heather ir al principio, pero ahora él también estaba preocupado.

Heather llegó lo más rápido que pudo (sin telarañas) hasta el supuesto lugar donde Peter enfrentaría al Duende Verde. No había señales del villano en ninguna parte, sólo vidrios rotos por todos lados.