—No puedo creer que le di los anteojos.—musitó Peter mientras cerraba las cortinas de su habitación.
—Yo tampoco.—dijo Heather, recibiendo una mala mirada del chico.—Perdón.
—No llames a Tony. Deben estar espiándonos o mandando un dron a matarme.—cerró la puerta.
—¿Con eso ibas a matar a Nico?—Heather abrió los ojos como platos.—Presentía que eras de los celosos, pero no a ese nivel.
—Fue accidental.—apagó su computadora y teléfono.—Además, no murió.
—Prácticamente es mi primo.—susurró sorprendida.
—Debo llamar a Fury y decirle que Beck es un fraude, pero creo que interfirió mi celular.
—¿Y qué harás?
—Necesito mi traje y debo ir a Berlín a hablar con Fury.—Peter sacó su maleta, vaciándola por completo en su cama.
—Espera, espera.—lo detuvo, agarrando su muñeca.—Debemos hacer un buen plan, y hablo de hacerlo ambos; ya vimos que los tuyos no funcionan.
Peter gruñó.—¿Puedes parar?
—Sólo intento ayudar, ¿ok? A veces se me sale lo Stark.
—¿Por qué pelean como esposa y marido?—bromeó Ned, quien acababa de entrar.
—¡Ned! Perfecto.–exclamó Peter.—Mysterio era un fraude. Ya le conté todo a Heather.
—Pero... me salvó a mí y a Betty.
—Simuló todo con tecnología de ilusiones—explicó la pelirrosada.
—Sí, está usando proyectores de hologramas.—añadió Peter.
—Eso es... loco.—admitió Ned.—¿Y ustedes están trabajando en el caso juntos o qué?
—Sí.—dijo Heather.
—No.—respondió Peter al mismo tiempo que la chica, quien se cruzó de brazos.—Ya sé. Ned, llama a May para que le diga al señor Harrington que me quedaré en Berlín con familiares.
—Ok, será fácil.
—Wow, ustedes mienten con mucha facilidad.—dijo Heather, rodando los ojos.
—Heather, de camino a... donde sea que vayan, llama a Tony y cuéntale todo. Me iré ya.—se empezó a poner el traje, pero ella lo volvió a detener.
—No irás a Berlín sin mí. Mañana saldremos con los demás y tomaremos el tren, es más seguro y menos sospechoso.—dijo Heather.
—No. Haremos mi plan.—dijo Peter, continuando con su traje.
—No, haremos el mío.—refutó Heather con el ceño fruncido de la molestia.
—Es muy peligroso que vengas.
—Pero...
—¡Está decidido!
—No, Peter, la cagaste tremendamente y ahora me dejarás ayudarte.
Ned suspiró.—Estoy presenciando la primera pelea de pareja.
—No somos novios.—clamó la chica y Peter sintió un pequeño dolor en su corazón.—¿Sabes qué? Haz lo que te dé la puta gana, Peter. Ya me estoy acostumbrado a que me excluyas de todo.
Heather pasó junto a Ned y cerró con un portazo.
—Eso fue fuerte.—admitió el hawaiano.
Peter masajeó el puente de su nariz. Parecía que sólo cometía más y más errores.
—Tal vez ella tenga razón y es más seguro que vayas sin levantar sospechas.—dijo Ned, dándole una palmada en el hombro.—Igualmente quedan tres horas hasta el amanecer. Deberías descansar.
Peter lo pensó unos minutos. Aguantar tres horas no era mucho. Se quitó el traje negro y lo dejó al borde de su cama. Se puso un pijama cualquiera e intentó dormir, pero sus pensamientos repetían su pelea con Heather. Nada de eso hubiera sucedido si le hubiese contado la verdad desde el principio. Ahora se preguntaba, ¿por qué le había hecho caso a Fury? Él confiaba en Heather y si le decía que mantuviera el secreto, ella lo haría. Además, la quería. La quería demasiado. Pero hace unos minutos se habían dejado llevar por la rabia.
Debía pedirle perdón.
Heather cerró la puerta de su habitación silenciosamente para no despertar a Nico. Entró al baño, se puso el pijama y se acostó junto al chico. La cama era grande, así que no estaban pegados al otro, sin espacio para respirar.
De repente, Nico alzó su cabeza y la observó con ojos entrecerrados por el sueño.
—¿Feather?
—Ajá. Vuelve a dormir.—no estaba de humor para hablar con nadie.
—Me alegra que estés viva, Rosita Fresita.—susurró y, en segundos, se escucharon nuevamente sus ronquidos.
Duerme, duerme, duerme, se repetía Heather, pero sabía que no podía dormir cuando ocurría algo tenso; se quedaba mirando el techo, recordando y pensando demasiado las cosas.
Y eso sucedió.
Las tres horas restantes de la noche estuvo viendo el techado de la elegante habitación. Silenciosas lágrimas manchaban sus mejillas. En momentos así, extrañaba a su mamá, abrazándola contra su pecho y susurrándole una cancioncilla.
Cuando llegó a Queens, Peter la hizo sentir bienvenida. La acompañó a comprar sus libros, se sentaba con ella en los recreos, la invitó a su casa varias veces e hizo que conociera a Ned, quien se había vuelto un gran amigo para ella. ¿Por qué Peter parecía una nueva persona que sólo le mentía y la hacía sentir tan... pequeña y sin importancia? Bueno, habían sucedido demasiadas cosas esos ultimomeses. Como su secuestro.
Recordar eso le daba escalofríos, así que regresó sus pensamientos al chico. Las situaciones difíciles hacen a las personas más unidas, pero ese no fue el caso con ella y Peter.
¿Por qué rayos no le hizo caso a su sentido intuitivo de que esas vacaciones no serían seguras?
Sólo durmió unos treinta minutos cuando Nico la sacudió.
—Levántate, bella durmiente. El señor Harrington nos dio media hora para desayunar.
Heather se estiró, viendo relajada la ciudad de Praga por su ventana hasta que recordó la noche anterior. Agarró una bata del baño, poniéndosela sobre el pijama y corrió a la habitación de Peter.
—¡Woah!
El chico, quien sólo llevaba ropa interior, se tapó rápidamente. Heather sonrió; Peter había escogido su plan de ir juntos. Cerró la puerta y regresó a su habitación. Si lograba bañarse en diez minutos, tal vez podría prepararse unas tostadas para el camino.
—Ddu-du-ddu-du.—tarareó. Lo hacía siempre que tenía los nervios a flor de piel.
Se dio una última mirada en el espejo. Lo lograría. Le haría saber a Peter que, aunque no fuera una diosa, no tuviera poderes, ni supiera artes marciales, podía ayudarlo.
Todo el grupo ya estaba en el gigante salón donde ocurría el buffet. La mayoría terminaba sus desayunos y charlaban. Nico comía un tocino mientras leía un libro en francés. Alzó su vista al verla y le sonrió.
—Iba a guardarte unos panqueques.
Heather buscó en la mesa y frunció el ceño.—¿Dónde están?
—Me los comí. Por eso dije iba a guardarte, verbo pretérito imperfecto...
La pelirrosada rodó los ojos, dejando de escucharle y fue a la gran mesa con comida. Sus ojos se iluminaron al ver la última tostada. Caminó rápidamente y...
Brad la cogió y le dio un gran mordisco. Se dio cuenta de la presencia de la chica y frunció el ceño.
—¿La querías?
Heather bufó. Se giró a ver qué quedaba para comer. ¿Cómo sólo veinte adolescentes se habían terminado casi toda la comida? MJ entró algo cabizbaja, y fue a servirse un vaso de agua.
—Ugh, adivina. Brad me robó la última tostada.—le susurró algo molesta.
MJ no respondió. Pasó a su lado y continuó a ver la mesa de buffet.
—Tengo que contarte algo sobre Peter.—dijo Heather, recordando que MJ sabía sobre Spider-Man.—Ayer íbamos...
—¿En serio tienes el descaro de hablarme?
Heather la miró perpleja.—¿P-perdón?
MJ rió sin gracia y continuó agarrando comida.
—¿Qué pasa? No entiendo.—MJ la ignoró.—Respóndeme.
Nico alzó la mirada de su libro en el momento que MJ le lanzó su vaso con agua a Heather. Algunos ahogaron un grito de sorpresa.
—Lo que pasa es que eres una perra.—exclamó MJ, tan alto que el salón quedó en completo silencio.—Confié en ti, Heather, pero no podías soportar no ser el centro de atención, ¿no?
—¿Qué carajos?—dijo Nico, poniéndose entre ambas.
MJ lo empujó, recibiendo una dolida mirada del chico.
—¿Qué pasó?—preguntó Peter, quien acababa de entrar. Miró la ropa mojada de Heather y el vaso en la mano de MJ.
—Vi a tu novia besarse con él.—señaló a Nico.—Justo después que te dije lo que sentía.
—¡¿Qué?!—gritaron Nico y Heather.
Peter quitó la mano del hombro de Heather. Algunos de sus compañeros empezaron a cuchichear entre ellos. El señor Dell y el señor Harrington jadearon sorprendidos. Flash carcajeó y empezó a transmitir en vivo con el título <<Engañaron a Pito Parker>>.
—¡Somos primos!—exclamó Heather con los ojos como platos.
—Exacto, eres una asquerosa.—musitó MJ.
—Hey, hey, cálmense.—quiso decir el profesor Harrington, pero salió más como un susurro. No le habían preparado para este tipo de situaciones.
—MJ, si esto es alguna broma, no da risa.—susurró Nico.
—¿Ahora yo soy la mentirosa?—MJ volvió a reír sarcásticamente.
Heather alzó su mirada a Peter, quien ya tenía la suya puesta en ella. Le negó con la cabeza, intentando explicarle que no era verdad. Peter respiró hondo, sus ojos con una sombra de lágrimas.
—Lo sabía.—susurró triste.
Se giró, dispuesto a irse, pero Heather lo siguió.
—Peter, no es cierto. Estuve casi toda la noche contigo.—dijo empezando a llorar.
El chico se detuvo. Su mirada rompió el corazón de Heather.
—Lo que sea que teníamos... se acabó. N-no me sigas, no me hables...—dijo en un hilo de vo y salió rápidamente del hotel, sin molestarse en buscar sus maletas.
Nico miró asombrado a MJ.— ¿Por qué haces esto?
Ahí se dio cuenta que todo el grupo lo fulminaba con la mirada. Heather también lo notó. Claro, ¿por qué le creerían a los dos estudiantes parcialmente nuevos que no les habían hablado más que un "hola"? MJ jamás mentía, lo que confundía aún más a ambos Stark. La mirada de pena de Ned alivió un poco a Heather. Salió corriendo a su habitación y se encerró en el balcón, queriendo estar lo más lejos del grupo, los guardaespaldas, Nico...
Se acurrucó en el suelo, abrazando sus piernas contra su pecho. Su corazón le dolía demasiado. Era ese tipo de dolores que sabes no se irán por un gran tiempo. Su mundo se estaba derrumbando: había perdido a sus mejores amigos y a Peter en segundos y sin saber cómo. Se arrepentía tanto de la pelea la noche anterior, de no decirle sus sentimientos ni admitir cuánto lo quería.
Sentía que la cuerda que la mantenía estable se había roto. Extrañaba su anterior vida; comer comida china con sus padres, ver musicales por Youtube con Kat (su ex mejor amiga), jugar videojuegos en línea hasta la madrugada...
Le dolía darse cuenta lo dependiente que se había vuelto de Peter. Cuando no hablaban, se sentía vacía, no podía dormir, todo era negro y gris y, ugh, se odiaba a sí misma por eso.
De repente, una luz rosada y azul empezó a ser emitida por su StarkWatch. Heather frunció el ceño, alejando su brazo lo más que podía.
—¡Ah!—ahogó un grito cuando un holograma de Tony apareció frente a ella.
—¡¿Qué pasa?!—preguntó preocupado.
—¿Qué- cómo?
—Oh, tu reloj me dice tu estado de humor. Es una de sus miles de funciones.—explicó tranquilamente.—Y cuando vi que pasaste de "Nerviosa enamorada" a "Tristeza extrema", me preocupé.
Heather quiso decir algo, pero soltó un sollozo, y otro y otro...
—Oh, ¿qué pasó?—dijo Tony con voz suave.—¿Fue Peter?
—No. Bueno, es algo relacionado con él.
—Recuerda que todas las parejas pelean...
—No somos una pareja.—lo interrumpió mientras intentaba secar sus lágrimas.—Y no creo que lo seamos.
La puerta del balcón se abrió.
—¿Heat- ¡Ah!—Nico se tropezó de la sorpresa al ver a Tony sentado junto a Heather. Se sujetó de las cortinas.—¡¿Qué rayos?!
—Hola, hijo.
—Es un holograma.—explicó Heather.
—Pues se ve muy real.
Heather miró el perfecto holograma de Tony. Parecía que estuviera realmente ahí.
Mysterio.
Abrió los ojos como platos. ¿Cómo lo pudo haber olvidado?
—Tony, tengo que...—se detuvo. Podían estar escuchando la llamada.—Tenemos que salir al aeropuerto.
—Rhodey los recogerá. Nosotros seguimos en Japón.—informó el morocho con una sonrisa.
—Sí, sí. Adiós.—despidió y Tony colgó.
Heather se levantó, corriendo por sus maletas. Nico la observó confundido.
—Estabas llorando hace unos segundos...
—Tengo que salvar a Peter.—exclamó ella.
—¿Qué?
—Te explico después. Tú lleva nuestras maletas y yo las de Peter.—indicó la chica.
Puede que el castaño no la quisiera ver ni en pintura, pero Heather lo quería y no iba a dejar que Mysterio se saliera con la suya.
Por otro lado, en una de las habitaciones del hotel, MJ miraba el amanecer por su ventana. Se sentía como una completa tonta e ilusa. Nico jamás la iba a querer teniendo a una chica como Heather cerca. Ella alegraba todos, incluso sin ser una persona positiva. Siempre diciendo lo correcto sin intentarlo. Y no era fea, al contrario, era bonita en su propia manera. No necesitaba un voluminoso cuerpo ni una cara perfecta para que chicos como Peter y Nico la miraran.
Wao, ¿cómo no lo notó? Nicholas constantemente tenía su atención en Heather, mirándola como si fuera lo único en la habitación.
Una lágrima rodó por su mejilla y la limpió con furia. No derramaría lágrimas por alguien que no le importaba un comino sus sentimientos.
Hubo tres toques en su puerta y Brad se asomó.
—Hey...—dijo con voz baja, como si tuviera miedo de molestarla.—Ya vamos a salir.
Ella asintió, bajando sus maletas ya listas de la cama. Arqueó una ceja cuando Brad no parecía querer irse.
—¿Necesitas algo?
—Yo... mmm, Nicholas es un idiota. Eres genial y...
—Para.—lo interrumpió.—Te lo diré ya para que no te ilusiones o... lo que sea: no me gustas, no siento nada por ti más que amistad. Y no dejaré que te aproveches de mi tristeza. Yo no uso a un chico para olvidarme de otro.
Agarró sus maletas y pasó de él hacia las escaleras donde el resto del grupo esperaba para subirse al autobús. Rodó los ojos al ver a Ned y Heather susurrando entre ellos. Si Ned estaba de su lado, no le dolería... tanto.
—¡Sorpresa!—intentó animar el señor Harrington. La tensión se sentía en el grupo.—¡La agencia nos dará un corto paseo por París antes de regresar a América!
Heather y Ned compartieron una mirada nerviosa. Nick Fury seguía teniendo control sobre su viaje. Eso era bueno, ¿no?
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Yey comienza lo sad- digo, ¿que?
¿Son Team MJ o Team Heather? Yo soy Team Ned.