Sam #PGP2021

By Mialroga_

104K 14.9K 3.5K

Un viaje a mi vida y a los amores en ella. Los llevaré a un pequeño recorrido en mi vida, a mi pasado, más co... More

Antes de...
Dedicatoria
Sinopsis
Introducción
Capítulo 1 - Un final inesperado
Capítulo 2 - Adiós a la Abadía
Capítulo 3 - Un inicio accidentado
Capítulo 4 - La familia siempre unida
Capítulo 5 - Nuestro cinco y seis
Capítulo 6 - Amigas inseparables
Capítulo 7 - Bahías de Huatulco
Capítulo 8 - De amores y bahías
Capítulo 9 - Siempre a tu lado
Capítulo 10 - Monte Albán
Capítulo 11 - Agua de horchata
Capítulo 12 - Mole
Capítulo 13 - Desafinados
Capítulo 14 - Sabor a mí
Capítulo 15 - Hierve el agua, Oaxaca
Capítulo 16 - Hogar, dulce hogar
Capítulo 17 - Gritos, regaños y desacuerdos
Capítulo 18 - Propuesta
Capítulo 19 - Ocho en punto
Capítulo 20 - Viaje Estelar
Capítulo 21 - Películas y hormonas
Capítulo 22 - Noche buena y lejía mental
Capítulo 23 - Muérdago
Capítulo 24 - La magia de las palabras
Capítulo 25 - Ángel
Capítulo 26 - Muñeco de nieve
Capítulo 27 - Casi de año nuevo
Capítulo 28 - Gracias
Capítulo 29 - Anticipación
Capítulo 30 - Querer y merecer
Capítulo 31 - Sin respiración
Capítulo 32 - Segundas intenciones
Capítulo 33 - Reacciones a nuestras acciones
Capítulo 34 - Dejarlo partir
Capítulo 35 - Celos cavernícolas
Capítulo 36 - Quédate
Capítulo 37 - Perfectamente imperfecto
Capítulo 38 - Detén el tiempo
Capítulo 39 - Casi una tormenta
Capítulo 41 - Enfermero particular
Capítulo 42 - Sí
Capítulo 43 - Preparativos
Capítulo 44 - Nuestro
Capítulo 45 - Frío
Capítulo 46 - Golpes
Capítulo 47 - Tiempo
Capítulo 48 - Realidad
Capítulo 49 - Ellos
Capítulo 50 - Agosto en Londres
Capítulo 51 - Lágrimas
Capítulo 52 - Sin miedo a vivir
Para ustedes
Pequeño espacio

Capítulo 40 - Primera plana

679 123 31
By Mialroga_

Nuestra relación se volvió pública.

Aunque Gabe y yo intentamos mantener un perfil bajo con la prensa, de un día para otro éramos miembros honorarios de las listas de las parejas más buscadas y famosas de los medios. Las redes sociales no dejaban de hablar sobre nosotros, todos los días, a cada hora, aparecían fotografías de nosotros juntos, y por separado; fotografías haciendo compras, caminando por la calle, en fiestas, comidas con amigos, sacando la basura, en fin.

Aparentemente nos habíamos vuelto tendencia. Si alguien colocaba #couplegoals, ahí estábamos nosotros.

Asistía a sus eventos, esos a los que en el pasado fui llamada para fotografiar famosos. Disfrutaba de la comida, de la compañía y de la música, no obstante la única razón por la cual posaba en las alfombras era Gabe, con el tiempo conocí a un sinfín de personas maravillosas.

Según la prensa, aunque éramos una pareja famosa, nos mantuvimos excesivamente herméticos en nuestra vida privada, y eso no cambió.

— Hay varios paparazzi afuera, quieren un trozo de ti —señaló Terin visiblemente molesta.

— Pues tendrán que esperar, toda su vida.

— Son tan molestos, de verdad. Entiendo que de eso vivan, pero no dejar espacio para que podamos respirar sin sentir que nos asfixian es agobiante. No entiendo cómo lo has estado haciendo estos últimos días.

— Vivo en un mundo alterno a este, uno donde ellos no existen, y yo puedo ir de compras en completa paz, y armonía.

— ¿Le dijiste ya a Gabriel lo del otro día?

— ¡Shh! De eso no se habla.

— Samy Sam, es necesario que hables con él sobre lo que pasó.

— No, no es necesario, ahora continuemos.

Continuamos con la sesión, curiosamente los modelos estaban siendo más amables que de costumbre. No era que en el pasado fueran un dolor de muelas, pero Gabe había hablado, mejor dicho, casi gritado por la actitud que muchos de ellos estaban teniendo, luego de eso, ellos se habían vuelto mucho más afables.

— Yo creo que si algún día de verdad haces enojar a ese hombre —puntualizó Terin en dirección a donde se encontraban los hermanos Kendrick, los cuales estaban visiblemente irritados —, mejor te echas a correr como alma que lleva el diablo.

— Él no es así —hablé en voz baja.

— Pues hoy has sido testigo de su lado furioso —le eché una mirada rápida antes de continuar con la sesión.

— Creo que sigue molesto por lo que sucedió ayer.

Y lo de ayer por la noche, pero nadie tiene por qué saberlo.

— ¿Qué sucedió ayer? —cuestionó llena de curiosidad.

— La luz está cambiando, tomen veinte minutos y volvemos cuando el Sol se mueva un poco, está luz no me sirve —los modelos se disiparon dejándonos a solas —. Intentaron entrar a casa de sus padres, y de Gabe para obtener fotografías de su vida familiar, hasta utilizaron drones, y resulta que Joshep no solo es un encanto, también es un buen tirador. Derribó tres drones, luego interpuso una demanda contra el reportero.

— Esa gente es asquerosa. ¿Cómo se atreven?

— Gabe dice que es algo con lo que han tenido que lidiar en el pasado, pero como el apellido Kendrick vuelve a ser tendencia, quieren más de ellos, y eso no fue todo; al parecer, los reporteros les pagaron a los encargados de sanidad de la ciudad para rebuscar en la basura de Gabe, y la nuestra —Terin se horrorizó —. Así que han demandado a Sanidad de la Ciudad por eso, y están en un pleito legal que van a terminar ganando los Kendrick.

— Voy a comenzar a quemar todo —se lo pensó mejor —, mejor no, no quiero cargarme más al planeta.

— Tritura los papeles y luego los mojas, haciendo una especie de masa, así no tendrán nada.

— Demandaré —proclamó Terin evidenciando su disgusto —, a todos los malditos.

— Gabe y yo estamos... molestos —suspiré dejándome caer en la silla.

— ¿Cómo dices? —Terin tomó asiento a mi lado.

— Discutimos ayer por la noche, le dije que no quería a alguien que me siguiera día y noche para salvaguardar mi integridad.

— No te sigo.

— Que me quiso poner un guardaespaldas, le dije que no, él dijo que sí, volví a negarme, él ordenó que aceptará al guardaespaldas y me negué.

— No le veo lo malo, con todo lo que está pasando. Con lo que te pasó esta semana —la miré asombrada.

— Te necesito de mi parte en esto. Eres mi mejor amiga, tienes que apoyarme a mí, no al sensual y desgarradoramente sexy hombre trajeado de por allá.

— ¿Has pensado que lo hace por tu bien?

— Sé defenderme. Tomé clases de autodefensa y sé artes marciales.

— Eres cinturón amarillo, y casi no pasas el examen.

Esclareció la traidora, recordándome que dejé de practicar ese deporte porque me torcí un tobillo, y terminé picándole un ojo a un compañero, por accidente.

— Igual sé lo básico.

— No seas necia, dale está victoria.

— No, no necesito a nadie que me cuide.

— Tal vez por eso está tan espinosillo. Estoy segura de que, si pudiera, escupiría fuego en todas direcciones, y te chamuscaría las pestañas, al menos un poco, porque con esas miradas que te lanza, no sé si quiere cargarte sobre su hombre cuál cavernícola arrecho y hacerte el amor, o lanzarte a un volcán activo y esperar hasta que te consumas.

— Hablaré con él, solucionaremos las cosas, siempre y cuando me retire la ley del hielo.

— ¿Te ha puesto bajo esa ley? ¿Cuánto tiempo han estado sin hablarse? —revisé la hora de mi teléfono.

— Diez horas, desde esta mañana.

— Exageras —se burló.

— Escucha, Roja, él me dijo "No voy a hablar contigo hasta aceptes tener a un guardaespaldas contigo", y como no acepté, no me habla.

— Son tan ridículos, y tan niños.

— Gracias, amiga.

Dejé mi lugar y caminé hasta la mesa de bocadillos, estar enojada me causaba hambre, en realidad todo me causaba hambre.

De reojo noté que Gabe me observaba, pero me rehusé a darle una segunda mirada, él, por supuesto, se volvió, dándome la espalda.

Gabe no tenía por qué quedarse a la sesión, sin embargo, lo hizo, y aunque se mantuvo a distancia, pude sentir su mirada haciéndome un agujero en la nuca.

Seguramente está cavilando los mil millones de formas de torturarme hasta que acepte su propuesta, pero no cederé. No señor.

Cuando la sesión terminó, me quedé boquiabierta al notar que se marchaba, dejando detrás de sí una estela de polvo.

— Se ha ido —jadeé sorprendida.

— Terremoto —me volví hacía Travis, quien me sonreía desde la distancia —. Las llevaré de vuelta a su casa, a usted y a la señorita Terin.

Le sonreí de vuelta, lo achuché y le agradecí por su tiempo. Ya en casa no recibí ni un solo mensaje de su parte, o una llamada. Terin se ahorró sus comentarios, pero yo no me tragué mi mal humor.

— No quiero y no aceptaré un guardaespaldas —resoplé dejando de lado las palomitas.

— Sabes que tendrá un as bajo la manda —esclareció Terin.

— No tiene nada —me enfurruñé lanzando mi teléfono al otro lado del sillón.

— Le dirá a tu hermano y ambos estarán de acuerdo en que tengas a alguien que te proteja, y no podrás contra él.

Se me pusieron los pelos como escarpias y desvíe mi atención en dirección a la puerta, como esperando que Anton apareciera mágicamente y me exigiera aceptar su propuesta.

— No se llevan bien, él no va a escucharlo.

— Samy Sam, podrán ser enemigos, pero los dos se preocupan por ti, por tu bienestar y si en algo van a estar de acuerdo, será en que tengas a alguien que te proteja. ¿Qué pasa si el día de mañana esas aves de rapiña te persiguen en una de tus caminatas matutinas, como ya sucedió está semana, o cuando vamos al gimnasio, o a hacer las compras, hasta cuando paseas en bicicleta? Podrían provocar un accidente, como el que casi sucede esta semana, y ponerte en riesgo. Una infinidad de posibilidades.

Suspiré derritiéndome sobre el sillón y viendo hacía afuera. Me preguntaba si desde alguno de los árboles que se encontraban en el exterior podría encontrarse alguno que otro reportero intentando obtener imágenes de nosotros.

Me puse de pie y cerré las cortinas de inmediato.

— ¿Entonces, vas a aceptar? —me llevé las manos sobre las caderas y le propiné un pisotón al cojín que yacía descartado sobre la alfombra.

— ¡No! No quiero a un perfecto desconocido siguiéndome de aquí para allá —Terin resopló elevando las manos en dirección al cielo.

— Eres una necia.

— Soy realista, no la necesito.

Dos días después, una infinidad de mensajes de mi hermano, de mi padre, de mi madre, de mis tías y del propio Nathan, Gabriel y yo seguíamos sin hablarnos, y no parecía que ninguno de los dos fuera a ceder.

— Vamos, dame una más y termina la serie —con el hígado en la mano y las piernas en llamas, logré levantar las pesas, colocarlas en su lugar y mi última sentadilla del día había acabado —. Excelente Sam, muy buen trabajo.

— Te odio —me quejé amargamente cuando Camilo, mi entrenador y primo me sonrió.

— Lo hiciste muy bien —Terin llegó gateando a mi lado, con la cara roja y empapada de sudor.

— Ayuda, por favor. Ocúltame de Nico. No puedo más —se aferró a mi pierna.

— Terin, deja de hacer drama y vuelve a terminar tu serie, ahora —Nico, su entrenador, literalmente se la llevo a rastras. La tomó de las piernas y la alejó de mí.

— ¡No! ¡Por favor! ¡Para con la tortura!

— Ya cállate, pareces loca, y le voy a decir a tu madre que eres una dramática.

— Es una suerte que sea su primo —me burlé viendo a mi amiga rogarle que parará con el entrenamiento.

— Vamos a estirar.

Terminé derramando una que otra lágrima aquel día, más por el cansancio de mi cuerpo entero que por otra cosa.

— ¿Los conoces? —indagó Camilo mientras señalaba a dos hombres que se encontraban cerca de las pesas.

— No, ¿por qué?

— Porque no han dejado de ver en nuestra dirección, y si no me equivoco, están tomando fotografías —inmediatamente me volví hacía los dos hombres —. Hijos de mala madre.

— Cam, espera, no vayas.

Pero fue demasiado tarde, él ya estaba caminando en su dirección, visiblemente molesto. Discutieron un momento y al final los sacaron del gimnasio. Lamentablemente para mi mal humor, el día siguiente una fotografía de Cam conmigo en el gimnasio apareció en primera plana, una donde el ángulo favorecía a los chismes.

"Samanta Orozco Ruíz no parece ser una mujer a la que le guste la monogamia".

Ese era el titular del día, y las fotos fuera de contexto que habían obtenido de manera rastrera no ayudaban mucho a mi credibilidad.

— Es mi primo —gruñí lanzando un cojín a la televisión —. ¡Mi primo!, por Dios santo, y que asco.

— ¿Has hablado con Gabriel de esto? —le lancé una mirada furibunda a Terin.

— No, Roja, él sigue sin hablarme.

— ¿Vas a ceder en algún momento en todo esto?

— No quiero un guardaespaldas.

— Por lo menos podrías hablarle para decirle que es tu familia, y no tu ardiente amante con buen cuerpo —hice una mueca.

— No te refieras así de Cam, es mi primo, casi como mi hermano.

— Según las noticias, es un sexy trozo de carne, deseado por muchas, obtenida por ninguna.

— ¡Es mi primo!

— Tu familia lo sabe, tú lo sabes, Gabriel lo sabe, yo lo sé, pero el mundo pareciera obviar ese detalle. Con un guardaespaldas...

— Mira, el guardaespaldas no va a evitar que me tomen fotos o que corran chismes de mí.

— Pero hubiera sacado a esos dos del gimnasio mucho antes.

— ¡No quiero que nadie me cuide, yo puedo hacerlo sola!

La dejé en la sala y me encerré en mi habitación. Me rehusaba a que alguien me cuidará, como si de una niña se tratará. No quería que alguien me siguiera como una sombra por todos lados.

Soy una mujer madura, independiente y sé perfectamente cómo cuidarme sola. 

💚Infinitas gracias a lizzyforyou por tal belleza. Te ha quedado precioso. 💚

¿Qué les ha parecido el capítulo? >>>>

¿Qué me dicen de la actitud de los tortolitos sobre no hacer lo que el otro pide? >>>>

¿Les gustan Gabe y Sam como pareja? >>>>

¿Qué creen que debería hacer Sam con todo el asunto del guardaespaldas? >>>>

¿Cómo creen que reaccionará Gabriel con todo esto? >>>>

Gracias totales por continuar en la historia, agradecimientos especiales Laikami44 y a RENATACOLLIS por comentar en la historia. 

¡Nos leemos pronto!

Continue Reading

You'll Also Like

305 156 10
Siempre me pregunté por qué era la única que tenía una gema incrustada en su cuerpo, en la frente para ser más precisa. -Eres una orferina como yo -d...
66.6K 4.5K 67
“> Antes de que pudiera decir una sola palabra más, Kaspar me empujó contra la pared y comenzó a recorrerme el cuello con los labios. Su respiración...
141K 7K 28
Cuando Allison, una decoradora de interiores y Chris, un abogado, se encuentran esa noche en el bar jamás habrían pensado que terminarían unidos de p...
581 69 8
Odiado por humanos y demonios tubo que aprender a sobrevivir solo y se prometió a si mismo volverse un demonio puro. Todo cambia al conocer una sacer...