Dankworth [+18]

By MariaElenaJB

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¿Por que elegir amar a uno cuando puedes amar a los dos? El mayor amaba a la niña buena. El menor amaba a la... More

Sipnosis
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EPÍLOGO
NOTA
SEGUNDA TEMPORADA

17

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By MariaElenaJB

3/?

Corrí al estadio de fútbol donde era el juego. Hace media hora que había comenzado. Me dolía cada parte de mi cuerpo por los golpes del señor Dankworth.

Dios, eso sonaba muy mal.

Empiezo a escuchar los gritos de los espectadores mientras más me acerco. Hoy era el juego desicivo sobre quién representaría a Dankworth en los juegos estatales.

Según Connor siempre ha sido así todos los años. Se formaban dos equipos con los mejores jugadores y competían por quién representaría a la universidad.

Llego al estadio y está lleno. Empiezo a buscar a los mellizos en la parte de las gradas en donde habíamos acordado. Los encuentro y camino hacia ellos ignorando el ardor.

- ¡Hola! - Saludo gritando a los mellizos y Garrett quien tenía a una linda chica a su lado que supuse que era la famosa amiga.

- ¡Hola! - Saludaron al unísono y tomo lugar al lado de Ava.

Ella me mira y me da una corta sonrisa.

- ¡Déjame adivinar! - Grita en mi oído- ¿Los hermanos Dankworth?

Asiento y ella me sacude mientras ríe.

- ¡Acepté! - Le grito.

-¡Sabía que lo harías!

Decidimos dejar la conversación para después y concentrarnos en el juego.

Todos gritamos animando al equipo en donde Connor jugaba. El se veía lindo concentrado. No apartaba la mirada ni un solo segundo del jugador que tenía el balón y estaba siempre en alerta. Gritamos más fuerte al ver como estaban cerca de la portería y los jugadores del equipo contrario intentaba patear el balón hacía esta. Connor no permitió que entrara.

Solo faltaban tres minutos de juego e iban uno a cero, el equipo de nuestro amigo iba ganando. Vemos cómo nuevamente el balón está cerca de la portería que Connor protege. Todas las personas se levantan, incluyendonos, al ver como solo quedan segundos.

- ¡Diez, nueve, ocho, siete... - El público empieza la cuenta regresiva.

Veo como el balón es pateado a la portería y Connor lo patea de vuelta.

- ... Cuatro, tres, dos, uno. - La multitud enloquece. El equipo de Connor era oficialmente el que representaría a Dankworth en las estatales.

Los chicos y yo bajamos de las gradas y nos acercamos a Connor quien estaba sin camisa y sudando. Mi Dios. Connor tenía una buena tableta.

-¡Felicidades! - Grito cuando estamos a su lado y lo abrazo. El me sostiene y me alza apretandome y moviéndome hacia los lados como si fuera una muñeca de trapo.- ¡Connor!

- ¡Abi! - El me baja - ¡Joder, no puedo creerlo!

Los demás lo felicitan y quedamos en celebrar el sábado después de Heights of Abraham.

(...)

Viernes, veinticuatro de octubre. Clases hasta el medio día. Una semana para mí cumpleaños número veinte.

Después del partido Aiden, Ava y yo tuvimos una extensa conversación sobre ayer.

No les conté exactamente lo que había pasado pero si les dije que había tenido sexo con los dos, eso fue más que suficiente para que ellos casi hiperventilaran. Aiden se había enojado por no saber el chisme completo pero estaba complacido en saber que al final si había tenido un trío en la oficina junto con los hermanos Dankworth.

Luego de una extensa conversación sobre los hermanos, Aiden nos contó sobre Blake.

Blake había estado insistente atrás de el. No había hora en donde Blake no le enviara o llamara a Aiden. Mi amigo decidió ceder un poco pues no quiere que Blake se canse y por esto, hoy sería oficialmente su primera cita. Aiden se encontraría con Blake a las tres de la tarde e irían a Londres en helicóptero a la fiesta benéfica de la familia Griffin.

Mientras que Ava... Ava no tuvo un buen final luego de su declaración.

Ava se había llevado a Garrett al gran jardín donde desnudo su corazón dejando al chico en shock sin saber que decir. Según Ava el estaba muy nervioso y sin palabras. El admitió que era primera vez que alguien se le declaraba pero que desgraciadamente tenía que rechazarla ¿La razón? El por qué Ava había quedado "enamorada" de el. Resulta que a Garrett siempre le había gustado Ava y esta lo ignoraba. Le seguía gustando si, pero el no quería que ella estuviera enamorada de él solo por el orgasmo que le había dado, sus dedos y miembro. Luego de eso había llegado la amiga de Garrett quien el había saludado con un fuerte abrazo, una sonrisa brillante y un beso en su frente. Ella llegó hablando sobre un exámen importante que había pasado y el ni si quiera recordó que Ava estaba con el. Ella se fue y el ni siquiera lo noto. Ella estaba desanimada, lo sabía, pero aún así ella trataba de sonreír y no mostrar lo que le dolía.

Caminaba por el gran jardín mientras escuchaba música. Mi última clase se había cancelado. Ava estaba intentando volver a sus andanzas. Fue a intentar coquetear y tener una noche de sexo salvaje, sus palabras, no mías. Mientras que Aiden estaba haciendo su equipaje para irse por un día a Londres.

Así que, aquí estaba sola y aburrida. Sin nada que hacer.

Aunque...

Magnus y Malcolm eran "mis hombres" tenía derecho de verlos cuando yo quiera ¿Cierto?

No lo dude cuando me di la vuelta y empecé a caminar al edificio principal.

Tenía que empezar a conocerlos si iba a tener sexo con ellos y ser "su mujer" ¿Que mejor que un viernes cuando no tenía nada que hacer?

En cinco minutos llegue al edificio y entré. Habían personas caminando de aquí para allá. Empecé a caminar hacia el ascensor y entre antes de que este se cerrará con tres personas dentro.

- ¿A que área se dirige señorita? - Pregunta un hombre con traje formal.

- Dirección general - Respondo y el asiente colocando dos números antes del último.

El ascensor sube y se detiene en dos pisos antes de llegar a mi destino. Salgo de el y me dirijo a la oficina de Malcolm, hasta que me detiene lo que supongo es su secretaria. Una muy bonita secretaria.

- Disculpe, señorita.- Me detengo y la observó - No puede entrar a la oficina del subdirector Dankworth. El se encuentra ahora mismo ocupado.

Suspiro resignada y me dirijo a la de Magnus. Y otra vez, una secretaria me detiene.

- Disculpe pe...- La interrumpo.

-¿Está ocupado?

- No puede entrar a menos que esté en la lista. - Arqueo una ceja ¿Esto es en serio?

-¿Lista?

- Si, señorita. Si tiene una situación donde se necesite atención general debe ir hacia la oficina del director académico Frank Berry.

¿Y quien es ese?

Ella debió ver mi cara de confusión.

- ¿Es nueva? - Asiento a su pregunta - El señor Berry es el que recibe todo y cada uno de los problemas mayores de los estudiantes que necesiten atención de la dirección general. El dirige junto a los señores Dankworth la universidad.

¿Y por qué yo no sabía de ese hombre? Aunque su nombre me suena y creo haberlo escuchado antes, nadie lo había mencionado, eso creo. Los Green no me habían hablado de el y tampoco mencionado.

- Oh - Es lo único que digo para después ir hacia la puerta de Magnus y abrirla sin tocar. Encontrándome a uno de mis sexys hombres leyendo unos papeles.

El alza la vista y frunce el ceño al verme.

- ¡Señorita! - La voz de la secretaria me llamo con miedo y terror. Entra y mira al señor Dankworth.- S-señor yo lamento... Yo le dije que no podía pasar y...

- De ahora en adelante, cuando ella quiera venir a mi oficina dejala pasar si no estoy en algo importante - Magnus la corta dejándola estupefacta - Retirate.

Ella obedeció y se fue cerrando las puertas a sus espaldas.

Tiro mi bolso al sofá y me quitó mis tenis para luego acomodarme en el, quedando acostada.

-¿Cómoda? - Me pregunta mirándome arqueando una ceja

- Mucho - Respondo.

- ¿Que haces aquí?

Lo miro ofendida.

- Malcolm al parecer está ocupado y vine aqui por que estuve segura que tú no lo estarías. - Vuelvo a responder.

- ¿Soy tu segunda opción entonces? - Lo miro esperando ver enojo, pero como siempre no veo nada.

- No. Simplemente con Malcolm se me hace más fácil hablar y he decidido que tengo que empezar a conocerlos. - Me encojo de hombros.

El asiente y continúa leyendo lo que sea que esté leyendo.

Volteó los ojos y me levanto a curiosear.

Delante de mí había había una biblioteca con varios libros. Libros sobre cosas que no me interesaban de la universidad. Al lado estaba la puerta que se dirigían a los cuartos. En la esquina había un pequeño bar con distintas botellas y vasos. Me acerco y tomo una botella Macallan 15 años, la dejo y tomo otra The Glenlivet 18 años.

Nunca había probado el whisky...

-¿Puedo probar uno? - Pregunto en voz alta y volteandome hacia el. - Nunca he probado el Whisky.

El levanta la vista de sus papeles y me observa para luego observar la botella que tenía en mi mano. El deja los papeles y se levanta para caminar hacia mí. Me cohibo un poco pero me obligo a relajarme.

- Lo más suave que tengo aquí es un Talisker 12 años. Para ti seguiría siendo fuerte. - El toma un vaso de cristal y toma la botella que había nombrado. Dejo la que tengo en mi mano en su lugar mientras el sirve un trago. - Ten.

El me extiende el vaso con una cantidad mínima. Lo tomo y lo huelo. Su olor era muy fuerte. No lo pensé más y me tomé el trago. Cuando aquel líquido paso por mi garganta sentí un fuerte ardor en ella. Mi ceño se frunce y mis ojos se empañan.

- ¡Oh por Dios! ¿¡A esto llamas suave!? -Digo con una mueca. Le doy el vaso y el lo toma.

- Te dije que para ti seguiría siendo fuerte. Esto para mí no es nada.

Lo miro incrédula. Ese líquido era del diablo. Sentía un ardor en mi estómago.

- No me gusta. - Digo para seguir curioseando. - ¿Cual es tu favorito?

- Macallan 25 años. El mejor whisky escocés.

Me acerco a su escritorio y me sonrojo al recordar como Malcolm me había presentado. Me tomo el atrevimiento de sentarme en su silla donde mis pies quedan colgando. Empiezo a girar en la silla aburrida. Magnus no era alguien que me sacaría conversación y tampoco profundizará si iniciará algo. Detiene la silla y la gira quedando frente a él.

Toma mi cintura y me levanta para sentarse en la silla y sentarme a mí en su regazo. Mis mejillas se tornan rojas ante su acción. Unos segundos después, el está devorando mi boca. Cuando aprieta mi trasero gimo y me separo con una mueca de dolor en mi rostro.

- Duele. - Es lo único que digo y su mirada solo demuestra satisfacción ante ese dato.

- No te di tan fuerte. - Lo miro sin poder creerlo. Si eso no era fuerte para el no quiero saber que lo será.

- ¡Lo hiciste! - Chillo.

El voltea sus ojos.

- Créeme, no estuvieras aquí si te hubiera dado fuerte.

Y le creo.

- ¿Eres un Christian Grey o algo así? - Pregunta y el frunce el ceño.

-¿Quién es Christian Grey?

No me sorprendo, no se ve como un hombre que vería películas eróticas. El vive una película erótica.

- Un personaje de un libro y película. - Respondo - ¿Desde cuando te gusta esa cosa de golpear?

- No golpeo, Abi. - El toma los papeles que antes tenía en mano y empieza a leerlos.

- Pues no le decías eso a mí cuerpo ayer. - Lo interrumpo.

- Se llama BDSM y es un estilo de vida como cualquier otro.

- Te da placer inflingir dolor.

- Y también lo doy.

- Pues yo no sentí ningún tipo de placer. - Lo fulmino con la mirada.

- Vuelve a mirarme así y volveré a azotarte. - Su mirada dice que no mentía y estaba muy dispuesto hacerlo.

- Lo siento. - Murmuro.

Siento un vacío en el estómago y observo la hora. Una de la tarde.

-¿Me llevas a comer? - Interrumpo de nuevo su lectura.

El baja los papeles nuevamente y me mira.

-¿Por que no vas a la cafetería?

- Por que no quiero. Quiero que me lleves a comer - Hago un puchero - Llévame.

El suspira.

- Estoy ocupado, Abigail.

- Bien. - Me bajo de su regazo y voy al sofá donde me pongo mis tenis y tomo mi bolso bajo su atenta mirada. - Le diré a Connor que me lleve a comer.

Aquello se me escapó sin querer. Me tense y rápidamente me dirijo a la puerta con rapidez. Solo unos centímetros y llegaba pero el fue más rápido.

Sentí el jalon en mi brazo y choco mi espalda contra su estómago. Si, así de pequeña era a su lado. Apenas mi cabeza rozaba su hombro. Su mano se coloca en mi cuello y la otra en mi abdomen.

- Repite lo que dijiste - Sentí un escalofrío al oír que su voz se tornó peligrosa.

-N-no di-dije nada.- Tartamudeo mientras mi respiración se agita.

- Yo escuché algo, Abi. - Apretó mi cuello- Repitelo.

-S-solo bromeaba.

El me giró y quedamos cara a cara. Sostuvo mi mandíbula y apretó.

- A mí no me hacen gracia tus bromas, Abigail. Yo no soy Malcolm ni ningún niño para que juegues conmigo ¿Entendiste? - Yo solo asiento.- Te llevaré almorzar fuera. Veré si Malcolm está disponible.

Lo veo alejarse de mi y solo pienso en que tengo que ir con mucho cuidado con Magnus.

Él, definitivamente no es alguien fácil de tratar.

(...)

Estábamos los tres en el auto directo a la ciudad para almorzar.

Malcolm se había sorprendido al tener yo la iniciativa de empezar a conocernos mejor.

- ¿Que quieres comer, muñeca? - Malcolm pregunta desde el asiento de copiloto.

- Lasaña. -No dudo con mi respuesta. - Es mi comida favorita.

- Yo no podría escoger mi comida favorita, cada mes tengo una nueva. La de este mes es un buen pato al horno. - Malcolm me cuenta.

-¿Y la tuya Magnus? - Le pregunto al hombre serio que conduce.

- Cualquier plato que lleve comida proveniente del mar.

- Magnus tiene una severa obsesión con los pescados, langostas y esas cosas. - Malcolm palmea su hombro. -Cuentanos de tu vida en Miami, Abi.

Me tenso ante esa pregunta. Las personas de Miami hicieron que cada vez que sea nombrado me diera un mal sabor de boca.

- Nada interesante que decir.- Empiezo intentando pensar que decir. - Mi vida en Miami cuando era más pequeña era llevadera, podía soportarlo. Cuando entré a la universidad se volvió difícil para mí. Ser becada en una universidad de ricos en los Estados Unidos no es fácil. Tienes que aguantar ser juzgado por tener menos, nunca me afectó pero a veces era demasiado para mi. Hasta que llegó el día... - Aquella maldita noche.- En que no pude aguantarlo más y pedí un cambio. Había pedido un cambio a cualquier universidad fuera de los Estados Unidos en donde hablarán inglés aunque no me hubiera importado ir a la China con tal de salir de ahí. La directora me habló de Dankworth y no dudé en aceptar cuando ni siquiera había terminado de recomendarla.

- ¿Que opinaban tus padres?

¿Por que tenía que preguntar las cosas que más me dolían?

- A mí madre no le interesó y a mi padre nunca le dije - Me encogi de hombros aunque sé que probablemente no me estén viendo -Se entero mes y medio después y no le importó mucho que digamos.

El auto se volvió un silencio incómodo después de mi declaración.

- ¿Nacieron aquí en Derby? - Pregunto para romperlo.

- No, nacimos en Londres. En realidad, nuestra vida está allá. Parte de la familia de mi padre y el mismo son de aquí de Derby pero cuando conoció a nuestras madres no dudó en trasladarse hacia allá. Claro sin descuidar la universidad.

- ¿Sus madres? - Decido hacerme la tonta.

- Si, nuestras madres. - Malcolm voltea y me sonríe divertido. - Fueron dos ardientes gemelas que conquistaron a nuestro padre y lograron convencerlo de tener una relación poligama. En la familia de nuestras madres este estilo de vida es muy normal.

- Vaya...- Digo sorprendida. - ¿Quieres decir que ven normal el incesto?

Aquellas palabras escaparon de mi boca antes de procesarlas en mi mente.

Cierro mis ojos y los aprieto sintiendo como mi rostro se vuelve rojo de la vergüenza. La risa escandalosamente alta de Malcolm no ayudaba para nada.

- Oh, Dios- Malcolm sigue riendo mientras seca unas lágrimas que salieron de sus ojos- Se podría decir que sí. No sabemos si nuestras madres... Y tampoco quiero saberlo pero algunos familiares si.

-¿Ustedes...? - Intento preguntar sintiendo como mi rostro explotará en algún momento pero necesito esta información.

- ¿Tu que piensas? - Pregunta y no se si lo hace para que adivine o solo lo hace para afirmarmelo.

-¿Yo que pienso de qué?

-¿Qué crees?

- Pues, no lo sé. Si supiera ten por seguro que me ahorraría la vergüenza de preguntartelo.

Malcolm me ve y muerde su labio intentando no reír.

- No nos hemos follado si es lo que quieres saber y tampoco planeamos que eso pase pero nos gusta el contacto entre los dos y nuestro tercero a la hora del sexo.

- Oh... - Es lo único que puedo decir.

Miro a Magnus quien ha estado callado en toda la conversación.

-¿Estás enojado? - Le pregunto. El me mira sobre el espejo retrovisor y vuelve a mirar a la carretera.

- No ¿Debería?

-No... - Entonces pensé en la edad que debería tener recordando que no les había preguntado su edad y cumpleaños. - ¿Que edad tienen?

- Yo veintiséis - Malcolm se señala. - Magnus treinta y uno.

Entonces el señor Dankworth ya entró a los treinta.

-¿Que edad tienes, Abi? - El señor Interrumpe mis pensamientos.

- ¿No lo saben? - Son los directores de Dankworth, seguro saben hastaa mí tipo de sangre.

- Si lo supiéramos ten por seguro que me ahorraría la molestia de preguntartelo. - Da una respuesta similar a la mia, recordando esos avergonzantes instantes.

- Diecinueve, pronto veinte.

- Eres una bebé - Malcolm me mira con ternura. - ¿Cuando es tu cumpleaños?

- Exactamente dentro de una semana. Treinta y uno de octubre. - Malcolm se ve sorprendido.

- ¿Tienes planes? - Es lo único que pregunta.

-Si -Respondo.- Mis amigos y yo iremos a una fiesta de Halloween de una estudiante. Celebraremos ahí mi cumpleaños.

-¿En tus amigos incluye el chico con el que saliste? - La voz cortante de Magnus vuelve aparecer haciendo tenso el ambiente.

- Sí. - Decido contestar con la verdad y Magnus voltea y mira a Malcolm para luego volver a poner sus ojos en el camino.

- Espero que la última te haya quedado claro de quién eres, Abi ¿Lo sabes?

- Sí.

- ¿Sí, qué? - Demanda.

- Sí, señor.

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