Las notas de Lola | Malenavit...

By malenavitale

42K 5.2K 587

El cuerpo de Lola es encontrado sin vida flotando dentro de una piscina. La policía no tiene pistas, y en la... More

Anónimo
Lola
Lola
Nina
Lola
Jano
Lola
Ámbar
Lola
Luca
Lola
Vera
Lola
Giovanni
Lola
Nina
Lola
Jano
Lola
Ámbar
Lola
Luca
Lola
Vera
Lola
Giovanni
Lola
Nina
Lola
Jano
NOTA DE LA AUTORA
Lola
Ámbar
Lola
Luca
Lola
Vera
Lola
Giovanni
Lola
Nina
Lola
Jano
Lola
Ámbar
Lola
Lola
Vera
Giovanni
Nota de la autora
El rastro de Lola

Luca

415 69 26
By malenavitale

Uriel está blanco como una hoja.

Pero para la sorpresa de todos, no hace ningún amague para irse. Quizás sea porque planea desaparecer una vez que estemos dentro de la fiesta, lo cual sería muchísimo más discreto que salir corriendo ahora mismo. Pero Nina no va a dejarlo ir. Si nosotros estamos enojados con él por haber ocultado que conocía a Lola, créanme que ella no va a parar hasta que confiese todo en un ataque de llanto.

Así que Uriel no tiene escapatoria esta noche.

Ciro nos hace entrar al galpón a través de un pasillo un poco estrecho, por lo que debemos caminar en fila. Y a medida que avanzamos, se escucha cada vez más el ruido del interior. Entonces me pongo nervioso, porque cada paso me conduce a estar cada vez más cerca de la vida de Lola.

Y su mundo deja de ser una fantasía cuando Ciro nos abre paso a un amplio espacio de un solo ambiente, con un techo realmente alto y paredes grises; literalmente un galpón. Y me sorprende la cantidad de gente que hay. Es decir, no sé si siempre fue así, pero es increíble la multitud que convocó esta fiesta. Si esto es mérito del trabajo de Lola, entonces debo decir que como reina del narcotráfico hizo las cosas bastante bien.

Avanzamos entre la gente y miro de reojo a Uriel, que camina con la cabeza gacha y evita hacer contacto visual con cualquier persona que no seamos nosotros. Y ese es un comportamiento bastante sospechoso. ¿Está escondiéndose de alguien? Y si es así, entonces será porque cumplía un rol bastante importante en este lugar y no quiere ser reconocido.

Ciro nos ofrece tragos y los aceptamos a modo de pantalla, pero ninguno está dispuesto a beber esta noche. En primer lugar, nadie sabe qué pueden tener estas bebidas, sin importar que nos las haya dado Ciro. Aunque ahora que lo pienso, no sé por qué confío en él. En segundo lugar, este lugar no es el indicado para que nos agarremos una borrachera. Así que debemos estar lejos del alcohol.

Durante la primera hora tratamos de divertirnos y, de hecho, lo llevamos bastante bien. La música que suena es buena y nos anima a bailar, así que no debemos fingir esa parte. Pero es difícil dejarnos llevar, porque todos estamos conscientes de que estamos en una "misión", por así decirlo. Y de lo que pase esta noche depende nuestra investigación.

Lo más importante es que Uriel no se nos escapó. Nina baila agarrada de su mano y está en su mejor papel de novia cariñosa, así que dudo que pueda llegar muy lejos si se le ocurre algún motivo para irse. De todos modos, no lo veo con intenciones de escaparse. Baila y se ríe con nosotros, a pesar de que continúa un poco paranoico con respecto a ser reconocido. Y como si fuera poco, estuvo bebiendo y comienza a ponerse alegre. Así que creo que no sospecha de nosotros. Pero por las dudas no tenemos que bajar la guardia.

— ¿Vamos en busca de más bebidas? —me dice Ciro. Y sé que en realidad está usando un código para que podamos escaparnos e ir a investigar sobre la red de prostitución en la que, aparentemente, Lola estaba involucrada.

Así que usamos esa excusa para alejarnos del resto.

Ciro me dice que conoce a un chico al que podríamos preguntarle sobre ese asunto, pero que debemos ser cuidadosos con nuestras palabras porque cualquier error podría ponernos a todos en peligro. Eso no me anima en absoluto, pero sí me motiva a no decir estupideces y dejarlo hablar a él, que al parecer conoce el terreno mejor que nosotros.

A medida que siento que estamos más cerca de encontrar a ese conocido, los nervios aumentan en mi interior. Si ya es una locura estar dentro del imperio que Lola dirigía, saber que vamos a hablar con alguien que trabajó con ella hace que mis manos empiecen a sudar un poco. Porque ya no se trataría de alguien que la trató un instante y nada más, sino que es una persona que realmente la conoció. Pero Ciro dijo que no debo preguntar explícitamente por ella, porque eso podría meternos en problemas, así que tengo que controlarme.

Nos detenemos frente a una puerta de madera y sale un chico de estatura mediana, rapado y con un tatuaje de una estrella en el cuello. Él alza su voz para preguntarle a Ciro qué necesita. Tiene una voz tan ronca que me asusta.

—Me dijeron que acá podía consultar sobre servicios especiales.

El chico frunce el ceño.

—Todos nuestros productos se venden en la barra de tragos —responde—. No se me ocurre qué estás buscando que no pueda conseguirse ahí.

— ¿Un servicio sexual, quizás?

La pregunta de Ciro hace sonreír al chico. Y no sé si eso es bueno o malo.

—Lamento decepcionarlos, pero esto no es un prostíbulo —se encoje de hombros—. Pero entraron unas pastillas que luego de ingerirlas los hará creer que están en uno. Se las recomiendo.

Intenta cerrarnos la puerta, pero pongo mi pie y se lo impido. El chico me mira con impaciencia. Y creo que esto era lo que Ciro me había dicho que no haga.

— ¿Será que debemos decir algún código secreto? —pregunto—. Porque muchas personas nos dijeron que habían chicas trabajando en las noches. Y que el servicio era excelente.

Siento asco de mi mismo al decir eso, pero al parecer mis palabras llaman la atención del chico, porque alza las cejas con sorpresa.

—Es solo un rumor que circula desde que un idiota intentó convertirnos en un prostíbulo. Pero la realidad es que nunca se prestó ese "servicio" en nuestras fiestas. Cuando casi sucedió, nuestra antigua jefa corrió al responsable a los disparos —nos explica—. Así que, insisto, deberían ir a probar las nuevas pastillas.

Dichas esas palabras, ahora sí nos cierra la puerta en la cara.

Ciro y yo nos quedamos inmóviles durante un segundo, bastante pensativos, tratando de digerir la información. Y honestamente debo decir que estoy feliz sobre lo que acabo de escuchar, porque la sencilla imagen de Lola echando a Ignacio a los disparos me resulta ¿graciosa? Al mismo tiempo, me alegra saber que ella no estuvo involucrada en ese tipo de negocios sucios –además de los que ya estaba metida, claro-.

— ¿Supongo que el asunto de la prostitución está descartado? —digo.

—Eso creo —responde Ciro—. Aunque no estoy satisfecho con lo que acabamos de escuchar.

— ¿Por qué no?

—Porque me hubiese gustado saber en detalle cómo fue el momento en el que Lola humilló a Ignacio —su comentario nos hace reír a ambos.

—Me alegra saber que entre todas las decisiones que pudo haber tomado Lola, no hacerle caso a Ignacio fue la mejor de todas —me encojo de hombros. Ciro asiente.

—Al menos pudo salvar a otras chicas de quedar involucradas en este mundo horrible —coincide Ciro—. Y eso habla bien de ella, porque si bien su mundo estaba comenzando a desmoronarse, se ocupó de que nadie más repita su historia.

Y ese comentario me hace sentir bastante triste. Lola pudo haber estado involucrada en cosas ilegales, pero incluso desde ese lado de la grieta intentó hacer de ese ambiente oscuro un mundo un poco mejor. O al menos justo.

Le envío un mensaje a Ámbar y le pregunto dónde están. Ella tarda unos minutos en contestarme, hasta que finalmente me dice que están cerca del pasillo por el que entramos hoy. Así que Ciro nos lleva hasta ahí.

Afortunadamente Uriel está lo suficientemente ocupado besando a Nina para preguntarnos dónde están las bebidas que supuestamente habíamos ido a buscar, así que nos evitamos el tener que inventar una excusa. Y no puedo evitar notar que Jano está mirando a Uriel como si estuviese reteniendo las ganas de plantarle un golpe en la cara. Tiene la mirada clavada en él y en la forma que sus manos sujetan la cintura de Nina. No sé si está enojado porque la está besando delante de él, o porque le molesta que ese mentiroso esté abrazando a una chica que no merece en lo absoluto. Pero ahora que pienso en todo eso, a mí también me dan ganas de golpearlo.

Ciro y yo obtuvimos las respuestas que queríamos acerca del tema de la prostitución, algo que hablaremos luego con los chicos. Así que ahora debemos centrarnos en sacarle la máscara a Uriel, que bastante bien la está pasando esta noche. Pero su diversión tiene fecha de vencimiento. Y se vence exactamente cuando alguien se acerca a saludarlo.

— ¡No puedo creer lo que estoy viendo! —grita un chico. Ese comentario lo obliga a separarse de Nina—. Creí que nunca más iba a verte por estos lados.

Uriel se hace el desentendido, primero haciéndose el que no escucha bien debido a que la música está muy alta, y luego diciéndole al chico que no sabe de qué está hablando.

—No finjas que no te acordás de mí, si dudo que algún día puedas olvidar las noches que pasamos en la oficina junto con Lola y Serpiente sacando cuentas, Cal —le pega con un puño en el hombro y se ríe.

¿Cómo lo llamó?

Uriel palidece por un segundo, pero luego fuerza una sonrisita.

—Jamás lo olvidaría, Charlie.

— ¿Qué estuviste haciendo este tiempo? Estás cambiado. Aunque no te veo desde que Lola murió, así que quizás sea por eso —empieza a sacarle charla, pero no puede responder porque el chico vuelve a hablar—: Perdón, no me presente. Mi nombre es Charlie, solía trabajar acá con Cal hace un tiempo. Ustedes me resultan conocidos...

—No lo creo —lo interrumpe Uriel.

— ¡Sí! Sé que los vi en algún lado —el chico nos examina uno por uno y asiente con la cabeza—. ¿Eran amigos de Lola, no? Recuerdo que cuando murió y limpiamos su oficina, encontramos fotos de ustedes en su cajón. No solíamos hablar de nuestras vidas reales, pero pocas veces los mencionó y se notaba que los apreciaba muchísimo.

Todos estamos lo suficientemente anonadados como para responder. Así que nos mantenemos en silencio.

Yo siento que mi corazón está a punto de romperse. Lola tenía fotos de nosotros en su oficina. Estaba metida en un mundo donde no podía estar más alejada de su vida cotidiana, pero de todos modos estábamos presentes para ella. En medio de toda la oscuridad, nosotros éramos su rayo de sol al final del túnel.

Ámbar busca mi mano y la aprieta con fuerza. Yo le devuelvo el gesto.

Entonces alguien llama al chico y se despide de nosotros con rapidez, lo cual agradezco porque si decía una sola palabra más sobre Lola, iba a empezar a llorar. Al parecer a Ámbar y Giovanni les alcanzó con lo que escucharon, porque cuando los miro los encuentro secándose las lágrimas con sus manos o con las mangas de sus camperas.

Uriel no dice nada, lo cual no sé si es bueno o malo.

Más allá de la sensibilidad que nos generaron las palabras de ese desconocido, al menos yo no me olvido que lo llamó Cal y que, si bien no es Serpiente, al parecer era su mano derecha. O algo así.

—Me parece que nos debés una explicación, Cal —escupe Vera.

A Uriel no le queda otra que asentir con la cabeza y hacerse cargo de la situación, porque realmente no tiene escapatoria. Lo reconocieron y confesó delante de todos nosotros que trabajaba con Lola y Serpiente. Así que ahora debe darnos explicaciones... unas bastante largas, la verdad.

Entonces lo seguimos a través del galpón hasta una especie de estacionamiento privado, donde la música casi no se escucha y se puede hablar sin tener que gritar.

—No sé por dónde empezar —nos dice Uriel.

—Por la verdad —responde Nina con frialdad.

— ¿Ya lo sabían, cierto? Es decir, ¿me trajeron hasta este lugar para confirmar sus sospechas? —asentimos.

—Eso no quita que no queramos explicaciones —interviene Jano.

—Creo que después de todo las merecemos —lo apoya Giovanni.

—Claro que sí —coincide Uriel—. Voy a decirles la verdad, pero necesito que me escuchen y no me interrumpan. Antes de lanzarse sobre mí para golpearme, primero déjenme contarles todo.

Resulta tentador golpearlo, pero puede esperar un poco, como dijo él.

—No solo conocí y trabajé con Lola, sino que fuimos novios. O algo así. Es decir, cuando la conocí sabía que tenía novio, pero no me imaginé que era Serpiente. De hecho, lo descubrí recién cuando empecé a trabajar para él. Era su contador. Y durante todo el tiempo que estuve en el galpón, mantuve una relación secreta con Lola. No me gustaba ser el segundo, y se lo dije una que otra vez, pero la amaba tanto que preferí tener una parte de ella antes que perderla por completo.

*Cuando Serpiente dejó el negocio y literalmente desapareció, las cosas entre Lola y yo se mantuvieron igual; ya no era el segundo, pero tampoco su prioridad. De todos modos, seguí a su lado, porque estaba enamorado y no quería perderla. Hasta que desapareció de un día para otro y, a la semana, me enteré que estaba muerta porque su caso salió en las noticias. Sin embargo, ninguno de nosotros sabe qué pasó, porque a todos en el depósito nos tomó por sorpresa. Y era tanto el dolor que sentía, que también decidí alejarme de este mundo, porque no había nada que no me recordara a ella. Y comencé una nueva vida.

Conocí a Nina en la facultad y no tenía ni idea de su amistad con Lola, hasta que ella me lo contó. Quizás debí haberle dicho la verdad en ese momento, pero no pude. No solo la imagen que ella tenía de su amiga iba a estar en peligro, sino también la mía, porque venía del mismo basural que Lola. Y para ese entonces estaba lo suficientemente ilusionado con Nina como para arruinar mi oportunidad. Así que decidí guardar el secreto. Durante dos años.

Hasta que un día Nina y yo estábamos mirando videos con su celular y, cuando ella se fue al baño, le llegó ese email de Lola. Lo leí antes de que ella lo haga y no lo podía creer. De hecho, sigo sin poder creerlo y créanme que estoy tan confundido como ustedes lo están. Esperé a que Nina me diga sobre el mail, pero no lo hizo. Tampoco me dijo sobre las notas y la investigación, me enteré porque la escuché hablando por teléfono con Jano. Entonces se me ocurrió que si quería saber qué era lo que estaba pasando, iba a tener que vigilarlos, aunque eso significara ser su sombra. Así que sí, tenían un acosador y ese era yo. Luego Nina me contó todo y, nuevamente, elegí guardarme el secreto. Pero al menos me contaba los avances de la investigación y ustedes confiaban en mí.

No sé quién mató a Lola, chicos. Y aunque yo sepa más que ustedes acerca de la Lola de ese mundo oscuro e ilegal, no se me ocurre ni siquiera un sospechoso. Así que estoy tan confundido y agobiado que ustedes. Y sé que seguramente deben odiarme y probablemente no me perdonen jamás, pero solamente les pido que me dejen encontrar a su asesino con ustedes. Luego de eso, pueden darme la espalda para siempre. Y te prometo, Nina, que si querés que desaparezca de tu vida, por mucho que me duela, lo voy a hacer. Pero quiero llegar al final de esta investigación tanto como ustedes, porque Lola lo fue todo para mí y cuando ella se fue, una parte de mi murió con ella.

—Hubo noches en las que me desperté llorando, porque incluso dos años después de su muerte sigo teniendo pesadillas sobre la noche en que murió —dice Nina en un hilo de voz, con los ojos llorosos—. Nos viste sufrir a todos nosotros. Y no te importó, porque guardar tu estúpido secreto te pareció más relevante.

—Nina...

— ¿Qué? ¿Vas a pedirnos perdón? —ella lo interrumpe—. Porque si es eso lo que tenés en mente, entonces dejame anticiparte que es una idea bastante estúpida. Durante estos dos años de relación, o incluso cuando te conté sobre la investigación, quizás pude haberte perdonado. Pero no solo nos dijiste la verdad bastante tarde, sino que decidiste hacerlo porque nosotros te descubrimos. De lo contrario, ¿pensabas guardar el secreto para siempre?

—No espero que me perdones.

—Me alegra, porque no pienso hacerlo —le responde—. No hace falta hacer una puesta en común para decirte que te queremos lejos de nosotros, de la investigación, de todo. Y si nadie te golpeó hasta el momento, es por respeto a mí. Porque mis amigos sí me respetan. Pero si te vuelvo a ver, créeme que nadie va a dudar en darte la golpiza que te merecés. Así que te pido que si en algún momento me quisiste, por favor desaparezcas de mi vida y de la de todos. Es lo mínimo que podés hacer, Uriel. ¿O te resulta más cómodo que te llamemos Cal?

Él no le responde, simplemente nos echa una última mirada y se va.

Recién cuando cruza la puerta a Nina se le aflojan las piernas y comienza a sollozar desde el suelo.

••••••••••••••••••••••••••••••

BUENASSSSS, ¿cómo están?
Yo triste porque se terminaron mis vacaciones y no pude hacer nada productivo :( -aunque estuve preparando algo que va a gustarles mucho-.
¿Qué opinan de la confesión de Uriel? ¿Esperaban que él  sea Cal? ¡Los leo!

Les mando un abrazo enorme,

Male ❤

Continue Reading

You'll Also Like

8.7K 281 12
when you want something you've never had,you have to do something you've never done.
50.1K 3.4K 40
después de lo ocurrido en la mina MC , queda en shock respecto a lo que se entera por otro lado los chicos exigen muchas cosas a MC , pero una person...
70M 6.9M 49
[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me d...
11.7K 414 29
Katniss vuelve a casa después de recuperarse, no del todo, de sus heridas. Vivirá una serie de nuevas aventuras y romances en los que la vida la dará...