Sam #PGP2021

By Mialroga_

104K 14.9K 3.5K

Un viaje a mi vida y a los amores en ella. Los llevaré a un pequeño recorrido en mi vida, a mi pasado, más co... More

Antes de...
Dedicatoria
Sinopsis
Introducción
Capítulo 1 - Un final inesperado
Capítulo 2 - Adiós a la Abadía
Capítulo 3 - Un inicio accidentado
Capítulo 4 - La familia siempre unida
Capítulo 5 - Nuestro cinco y seis
Capítulo 6 - Amigas inseparables
Capítulo 7 - Bahías de Huatulco
Capítulo 8 - De amores y bahías
Capítulo 9 - Siempre a tu lado
Capítulo 10 - Monte Albán
Capítulo 11 - Agua de horchata
Capítulo 12 - Mole
Capítulo 13 - Desafinados
Capítulo 14 - Sabor a mí
Capítulo 15 - Hierve el agua, Oaxaca
Capítulo 16 - Hogar, dulce hogar
Capítulo 17 - Gritos, regaños y desacuerdos
Capítulo 18 - Propuesta
Capítulo 19 - Ocho en punto
Capítulo 20 - Viaje Estelar
Capítulo 21 - Películas y hormonas
Capítulo 22 - Noche buena y lejía mental
Capítulo 23 - Muérdago
Capítulo 24 - La magia de las palabras
Capítulo 25 - Ángel
Capítulo 26 - Muñeco de nieve
Capítulo 27 - Casi de año nuevo
Capítulo 28 - Gracias
Capítulo 29 - Anticipación
Capítulo 30 - Querer y merecer
Capítulo 31 - Sin respiración
Capítulo 32 - Segundas intenciones
Capítulo 34 - Dejarlo partir
Capítulo 35 - Celos cavernícolas
Capítulo 36 - Quédate
Capítulo 37 - Perfectamente imperfecto
Capítulo 38 - Detén el tiempo
Capítulo 39 - Casi una tormenta
Capítulo 40 - Primera plana
Capítulo 41 - Enfermero particular
Capítulo 42 - Sí
Capítulo 43 - Preparativos
Capítulo 44 - Nuestro
Capítulo 45 - Frío
Capítulo 46 - Golpes
Capítulo 47 - Tiempo
Capítulo 48 - Realidad
Capítulo 49 - Ellos
Capítulo 50 - Agosto en Londres
Capítulo 51 - Lágrimas
Capítulo 52 - Sin miedo a vivir
Para ustedes
Pequeño espacio

Capítulo 33 - Reacciones a nuestras acciones

702 141 18
By Mialroga_

Gabe se quedó en silencio con un gesto serio en el rostro y contemplando la barra de la cocina, después de un rato lanzó un suspiro al aire, dejó su sitio y encendió el fuego de la estufa, los hermanos lo observaban con suma atención, pero no hablaron.

— No quiero cagarla —habló manteniendo la vista sobre la olla que tenía en el fuego —. No quiero mandar todo al diablo, no con ella. Samanta es especial para mí, en muchos sentidos.

— Gabo, no vas a cagarla —señaló Kaan intentando con la mirada pedirle ayuda a Erkan.

— Kaan tiene razón, no vas a cagarla.

— No sé cómo ser amigo de una mujer —se pasó las manos por el pelo húmedo —. Suena tan estúpido, pero no sé serlo. Intenté decirle a ella, pero supongo que lo sabe, o lo sospecha. Maldita sea, cada vez que la tengo cerca... —hizo un gesto negativo con la cabeza y se volvió hacía ellos, sus ojos estaban marcados por la angustia y la desesperación, tanto que pude sentirla en las entrañas —. Lo único en lo que pienso es "No lo arruines Gabriel. Maldito seas si arruinas esto. Es tu amiga, Kendrick, es tu amiga".

— Si me permites decir algo, yo creo que le gustas —abrí los ojos desmesuradamente en dirección a Erkan, Gabe casi se traga la lengua.

— ¿Qué? —Erkan hizo un encogimiento de hombros de modo despreocupado.

— Se nota que le gustas, es bastante obvio, pero como tú, yo creo que ella tampoco quiere llevar lo que tienen más allá. Miedo, comodidad, indecisión... Lo que sea que les pase a los dos por la cabeza, todo esto los tiene hecho un lío. Se gustan y lo saben, ella lo sabe, tú lo sabes, pero por alguna razón han decidido no hacer nada al respecto, y es completamente respetable.

Los tres se quedaron en silencio, yo sentía el corazón en la garganta y el rostro en llamas. No que fuera malo lo que sentía por él, pero ni yo misma tenía claro qué era lo que esperaba de nosotros dos.

— Estoy jodido —puntualizó Gabe dejando caer las manos a sus costados.

Estamos, kimosabi.

— Deja el drama, no estás jodido —Kaan palmeo la espalda de su amigo con un poco de fuerza —. El hecho de que te traiga completamente idiota no es tan malo. Es, de hecho, muy tierno. Es la primera vez que te veo así y te conozco desde que estábamos en pañales, pero amigo mío, si quieres mantener su amistad, deberías sacártela de la cabeza y no hacer este tipo de viajes.

>> Ningún amigo sensato traería a su amiga a la granja de su familia en donde paso parte de los mejores momentos de su vida para pasarla solos.

>> Ningún amigo realizaría un pícnic en su lugar especial y por sobre todas las cosas, no la enseñaría a montar así, tan de cerquita en su yegua favorita. Digo, no que no la puedas invitar a conocer el rancho, o enseñarla a montar, pero se nota que te gusta y que estabas coqueteando con ella, descaradamente.

— Los amigos comparten...

— Los amigos no comparten momentos tan íntimos, Gabriel —interrumpió Erkan —. Se divierten, salen a bailar, comparten cenas, desayunos, etcétera, etcétera. Es más, hasta se emborrachan juntos, pero no las traes hasta aquí solo para mostrarle algo que para ti es un tesoro.

>> Afloja un poco, limítate a comprarle unos tacos y charlar de vez en cuando, no a mover tu agenda del infierno y ahogarte toda la semana en trabajo para pasar tiempo con ella a solas el fin de semana.

>> Sé un buen amigo y vayan al cine, déjala que llore en tu hombro cuando vea alguna película dramática, o cuando esté en sus días delicados. Has tiempo cuando una situación especial lo amerite, no digo que no la traigas y la dejes montar a Sirena, solo no hagas cosas que haría un novio, porque amigo mío, te estás comportando como uno y si no quieres "cagarla", deja de tratarla como si fuera la mujer de tu vida.

— ¿Qué debería hacer entonces?

— Bueno, como consejo —intervino Erkan —, hoy aléjate de ella un poco, duerme en otra habitación, lejos de la tentación, porque por Dios, esa mujer es tentación pura —Gabe le frunció el ceño —, y cuando vayan de vuelta a casa, charla con ella sobre cosas que generalmente hablas con un amigo.

— Cosas como "¡Oye! la rubia de la mesa de al lado es ardiente" —se burló Kaan.

— No le hagas caso el idiota de mi hermano, podrá tener al amor de su vida comiendo de la palma de su mano, pero eso no le ha quitado lo tarado.

— Relájate un poco y trátala como nos tratas a nosotros... —Erkan se lo pensó mejor —. Bueno, trátala más delicadamente y con tacto. Y Gabo, no vas a perder su amistad, solo no le des ningún trato especial como cenas costosas y viajes para dos, por ahora. Es una mujer muy agradable y lo vale, realmente vale la pena, no tengo ni un día de tratarla y veo que es un tesoro.

>> Date tu espacio, imagina que es una de nosotros, pero con curvas, delicada, hermosa de hecho, con esos ojos y esos labios que te incitan a querer perderte... ¡Ay!

— Cállate, idiota, estás hablando de la mujer que Gabo quiere —el silencio volvió a reinar en la cocina.

— ¿Qué has dicho? —cuestionó en un hilillo de voz un Gabe pálido y tembloroso.

— Bueno, la quieres, como tu amiga. Tú lo has dicho, aunque por tu reacción, puedo ver que querer no es la palabra que describe lo que realmente sientes por ella.

— No deberías escuchar a escondidas.

Pegué un respingo cuando la voz de Mason me susurró en la oreja. Me llevé la mano al pecho intentando que mi corazón se quedará en su sitio y me volví hacía él. Él me sonreía complacido de haberme encontrado con la guardia baja.

— Yo no...

— Tranquila. No voy a decir nada —me sentí terriblemente avergonzada.

— Lo siento. Tienes razón, yo no debí escuchar su charla —desestimo mis palabras con un movimiento de mano, rodeó mis hombros con su brazo y me sonrió.

— Es malo, porque siempre sacamos de contexto las cosas cuando hacemos eso, pero no es el fin del mundo. Sin embargo, y por experiencia propia, te propongo una cosa. Si quieres saber lo que el cabezota de Gabo siente por ti, pregúntaselo, aunque algo me dice que no está del todo seguro de lo que siente —abrí la boca para decir algo, pero él no me permitió hablar —. Ahora vamos, que ese necio te preparó chocolate caliente, y eso es algo que no se ve todos los días.

Sin dejarme siquiera reaccionar, me arrastró hasta la cocina. Cuando abrió la puerta de golpe los tres hombres pegaron un brinco.

— Exijo una taza, me la merezco. Los caballos están dentro, las gallinas y las vacas también y hace un frío que te cala hasta los huesos, así que quiero mi taza y tú, ven y dame un beso.

Me quedé momentáneamente perpleja cuando Mason se acercó rodeando a Kaan son sus brazos y plantándole tremendo beso en los labios, uno que él recibió de buen agrado. Sonreí inmediatamente al ver sus muestras de cariño y el amor que despilfarraban por cada poro.

Les di algo de privacidad y me acerqué vacilante a Gabe y a Erkan, quienes abucheaban el momento de romance entre ellos dos. Gabe inmediatamente colocó una taza caliente con chocolate caliente frente a mí.

— Muchas gracias, está delicioso —él sonrió complacido.

— Me alegra mucho que te gustará, por cierto, la ropa te queda bien.

— En realidad, me queda fantástica. Muchas gracias.

— Chaparrita, vamos a tener que pasar aquí la noche, hay una tormenta y la carretera no es muy segura. ¿Estás bien con esto?

— No hay problema.

Sintiendo la mirada de tres personas sobre nosotros, Gabe trago con dificultad y continuó bebiendo su chocolate. Suspiré internamente buscando en mi mente la manera de apoyarlo un poco y ayudarlo a relajarse, pero la charla de hace rato no dejaba de pulular en mi memoria.

— ¿Tienen películas aquí? —Gabe pareció pensárselo.

— Creo que tenemos una televisión funcional en el trastero y una videocasetera vieja en algún lado. A los chicos les gustaba ver películas hace tiempo, pero descubrieron que un rancho y tiempo libre no van de la mano.

— ¿Qué les parece una noche de películas? —hubo un silencio repentino en la cocina, los cuatro intercambiaron miradas especulativas y al final asintieron con la cabeza.

— Creo que es una idea fantástica. ¿Qué dices Gabo, le damos a la hermosa dama una noche de buenas películas viejas? —cuestionó Mason.

— Hagámoslo.

Al final terminamos recostados en la sala sobre mantas calentitas y con la chimenea funcionando, curiosamente las únicas películas disponibles fueron de terror, así que ellos terminaron aguantándose el miedo y los nervios. Gabe de vez en cuando intentaba romperme la mano, pero inmediatamente aflojaba su agarre y trataba de notarse relajado, eso hasta que un rayo iluminó el interior de la casa haciendo que ellos brincarán del susto y maldijeran en voz alta.

— Bueno, yo me retiro, hay que madrugar y mucho trabajo por hacer. Samanta, un verdadero placer conocerte y pasar tiempo contigo. Descansen —Erkan salió de prisa de la casa dirigiéndose a su cabaña. Mason y Kaan fueron los siguientes.

— Vamos, te acompañaré a tu habitación —Gabe me ayudó a ponerme de pie.

— ¿Dónde dormirás tú? —salimos de la sala arrastrando los pies de cansancio.

— En la sala.

— ¿No tendrás frío? La casa se ha puesto algo fría.

— Estaré bien, la chimenea me mantendrá caliente. Aquí, está es la tuya.

Dentro únicamente se encontraba una cama lo suficientemente grande para que dos personas durmieran en ella cómodamente, los colores en cálidos y claros.

— En el baño podrás encontrar un cepillo de dientes y pasta dental, pero no agua caliente, esa solamente en el baño que usaste hace poco.

— Gracias.

Comencé a sentirme nerviosa de la nada, y sin razón alguna. Los dos nos mantuvimos en completo silencio viendo en todas direcciones. Al final suspiramos al mismo tiempo y sonreímos con nerviosismo.

— Gabe, no tienes que quedarte en la sala, puedes quedarte aquí, la cama es bastante grande.

— No creo que sea buena idea —retrocedió un paso mientras palidecía un poco.

— ¿Por qué no? Solo dormiríamos.

— Yo no...

— Gabriel Kendrick, te aseguro que tu virtud se encuentra total y completamente a salvo cerca de mí. Juro y prometo solemnemente que no me voy a reír de ti si roncas o duermes con un ojo a medio abrir. No haré comentarios sobre la relajación intestinal de tu persona si de vez en cuando sueltas un gas mientras duermes profundamente, algo que es perfectamente normal en cualquier ser vivo.

Gabe se me quedó viendo entre asombrado y divertido, al final negó viendo al cielo y se pasó la mano por la nuca.

— Yo... Dios, ¿cómo rayos voy a hacer para evitar...? —No terminó la frase, pero al final asintió —. Iré por mi cepillo, está en otro baño. Ya regreso.

— Está bien.

Lo vi marcharse, inmediatamente entré al baño para asearme. Me recordé que no haríamos nada malo, solamente dormiríamos juntos.

— No hay peligro en eso.

Salí del baño con los nervios recorriéndome las venas, él ya se encontraba recostado con los brazos cruzados detrás de la cabeza y la vista clavada en el techo. Me metí debajo de las cobijas igualando su posición.

— ¡Dios! —Mi voz llamó su atención —. Que techo más interesante —dejó salir una risita nerviosa y se volvió hacía mí, iguale su posición de nuevo quedando frente a frente —. Me gusta mucho aquí.

— No pudiste verlo todo.

— ¿Tendré otra oportunidad de venir? —colocó un mechón de mi pelo detrás de mi oreja dejando su mano sobre mi hombro.

— Espero que sí. Si tú quieres. Vendremos tantas veces como quieras.

Sonreí porque estaba segura de que no se había dado cuenta de que se había incluido en aquellas futuras visitas.

— Me gustaría mucho.

— A mí también.

— Gracias por mostrarme todo esto. Es bellísimo. Este lugar tiene mucha alma, tal como las personas que viven aquí —escuchamos las risas de Kaan y Mason afuera, los dos sonreímos.

— Llevan más de dieciocho años siendo pareja, y todavía no dejan de amarse.

— El amor no se agota jamás, y menos cuando es real —Gabe suspiró y a mí se me comenzaron a cerrar los ojos.

— Supongo que es así —beso mi frente y me sonrió —. Descansa, Samanta.

— Descansa, Gabriel.

Poco a poco me fui quedando profundamente dormida, sentí una suave caricia en mi mejilla y el cálido aliento de Gabriel acariciarme la piel. Rememoré nuestro día, un día por demás interesante y lleno de altibajos emocionales, pero que no cambiaría por nada. Sentí algo calentito rodearme y finalmente perdí la noción de mi alrededor.

Por la mañana, cuando desperté, lo hice abrazada a él. Intenté aclarar mi mente de inmediato, porque jamás había despertado abrazada a alguien de esta manera. Me le quedé viendo con atención, tenía el rostro relajado y la respiración más arrulladora que hubiera escuchado. Me permití seguir la curvatura de sus labios, repasé el contorno de su rostro y envidié un poquito lo largo de sus pestañas.

Dios mío, pero que lindo es.

Mi sorpresa fue mayúscula, pues cuando él abrió los ojos primero me recibió con una bonita sonrisa y se acurrucó de nuevo contra mí, y ahí, en menos de un segundo se agarrotó en su sitio, abrió los ojos desmesuradamente y salió, literalmente, corriendo de la cama como si hubiera visto un fantasma.

Abrió y cerró la boca varias veces hasta que supongo, se le aclaró la mente y recordó que nada había pasado entre nosotros.

— Buenos días —tanteé con cautela.

— Buenos días. ¿Desayuno?

Y así como así, desapareció de la habitación más pálido que las sábanas de la cama. El viaje de regreso fue por demás extraño, y bastante incómodo. Él casi no habló y cuando intentaba acercarme a él, se alejaba, tanto como el confinamiento dentro del auto se lo permitía.

Intenté hacer ameno el viaje contándole lo que fuera, pero él se mostraba cortante y bastante incómodo, así que decidí no seguir intentándolo.

— Voy a estar ausente por unas semanas —su voz sonaba insegura y un poco tensa.

— Mucho trabajo.

— Demasiado —su semblante se había vuelto uno que no había visto antes, era como si el Gabe de ayer hubiera desaparecido por completo —. Y no tendré tiempo de nada, además del trabajo —y hubiera dejado paso a un Gabe completamente diferente. Uno verdaderamente frío y gruñón.

— Está bien.

— Eso por si llamas y no respondo. No estaré disponible.

— Lo entiendo.

El resto del viaje lo hicimos en completo silencio, cuando me dejó en casa se comportó igual, sin embargo, me acompaño hasta la puerta y se despidió de mí con un apretón de manos y una salida igual de veloz que la de esta mañana.

Terin estaba en casa, me pidió ansiosa que le contará todo sobre mi día con él, así que lo hice, al final de la charla ella lucía molesta y un poco descolocada.

— Quizá no debí decirle que se quedará conmigo.

— Él pudo decir no, y al final igual se quedó. Culpa tuya no es.

— Es la primera vez que veo a alguien apanicarse por despertar junto a mí.

— Es que roncas como dinosaurio —agregó Terin intentando restarle hierro al asunto —. En mi opinión, el señor Gabriel Kendrick tiene severos problemas de compromiso emocional. Dale tiempo para que analice las cosas, y para que descubra que dormir a tu lado no es igual a un compromiso a largo plazo. Déjalo que aclare su enmarañada mente y que te extrañe.

>> Nada malo puede pasar con la distancia. Quien sabe, tal vez se dé cuenta de que exagera y que su comportamiento alejara a la amiga y a la mujer. Si tanto le asusta el compromiso, entonces te sugiero que tú también te des tiempo para aclarar tu mente, y comprender que con él no tienes futuro romántico, de ningún tipo.

— No quiero un novio.

— No, no lo quieres —me abrazó contra su costado —, pero eso no quiere decir que no te hagas ilusiones.

— Terin —advertí.

— Samy Sam, te quiero, y no quiero que salgas herida. Por lo que me has dicho es bastante claro que Gabriel no solo huye del compromiso, le tiene pavor, y no pretende iniciar algo estable con...

— Conmigo —ella hizo una mueca.

— Es un tonto, porque tú eres genial, pero no puedes obligar a nadie a hacer algo que no quiere. Dense su espacio, solamente así verán qué es lo que pasa y si lo que tienen entre ustedes realmente vale los dolores de cabeza. 

¿Qué opinan de la reacción de Gabriel y de su repentino cambio de actitud? >>>>

¿Qué sensaciones les deja el capítulo? >>>>

¿Qué creen que pase en el siguiente capítulo? >>>>

Mil gracias por tanto apoyo, por tan bonitas palabras que me han dedicado y por continuar en la historia. 

Abrazos desde Guanajuato, y recuerden, cuídense mucho.

¡Nos leemos pronto!


Continue Reading

You'll Also Like

100K 9.1K 86
Pobre Joseph, alguien debió advertirle que se estaba equivocando al contratar a Lexy como su nueva secretaria, pero se "emocionó" demasiado y la mesa...
254K 13.4K 89
¿Qué es lo que puede pasar en una noche? ¿Qué es lo que pasaria si de repente te encuentras a un chico semidesnudo a lado de ti? "Has lo que quieras...
2.3M 40.5K 30
Alice odie el amor. Logan odia el amor. Pero Logan necesita a Alice si quiere obtener lo que busca, y Alice a pesar de detestar al chico de ojos col...
66.6K 4.5K 67
“> Antes de que pudiera decir una sola palabra más, Kaspar me empujó contra la pared y comenzó a recorrerme el cuello con los labios. Su respiración...