POV'S ____
- ¿Pero tú sigues sintiendo algo por Ust? - Preguntó con el ceño fruncido.
No sabía que contestarle, todo esto es muy complicado, dios me estoy volviendo loca.
- Tengo tantas cosas en la cabeza que no sé ni lo que siento por él. - Apreté mis labios.
- Creo que ya me respondiste... - Me miró con los ojos muy abiertos.
- ¿Qué? - Fruncí el ceño. - Rubius por favor no digas tonterías. - Rodé los ojos.
- ____ te gusta Ust y no lo quieres reconocer. - Dijo asombrado mientras sonreía y abría ampliamente su boca.
- Rubius basta. - Me sonrojé un poco y me crucé de brazos.
- Llevamos más de una hora hablando sobre Ust y todo el tema de Caeli... - Suspiró. - Y cada vez que hablabas de él se te iluminaban los ojos. - Me miró con cara de gatito.
- No me mires así y ya te dije que no digas tonterías. - Me hice la enojada.
- ¡Ya ____! Dejémonos de bromas. - Me miró serio y me asusté un poco. - Dime... Hay confianza entre nosotros no tienes porqué ocultar lo que sientes.
Miré a otro lado, sentía algo de vergüenza decirle, por que tengo pareja...
- Emmm... Rubius yo... - Suspiré nerviosa. Mi voz se quebraba. - Yo estoy con Cheeto, no debería de sentir nada más por otra persona...
Rubius llevó su mano derecha a su frente.
- ____ la manera en la que te engañas a ti misma es brutal. - Rió. - Sólo te digo que no te hace nada bien hacerlo, por que cuanto más te engañes, las cosas más te van a doler, serán más dolorosas verlas, escucharlas... - Lo miré atenta. - Espero que abras bien los ojos y sobre todo tu mente, que reflexiones y pienses bien en lo que hay aquí. - Señalo mi corazón. - Por que como te dije antes si te sigues engañando quién va a sufrir más será tu corazón por no estar unido al de Ust.
No sabía que decir, las palabras no me salían tan sólo me quedé mirando un punto fijo y escuchando atentamente sus palabras. Parecía mi padre. Continuó hablando y yo seguía en la misma posición, muchas cosas pasaban por mi cabeza. Dentro de mí hay algo que me dice que tiene razón y la otra me dice que no, que le estaría engañando a Cheeto... Aunque ya le haya mentido al acostarme con Ust...
- Y bueno, sólo quiero que estés bien. - Terminó de decir y sonrió.
- Gracias por preocuparte. - Sonreí de lado.
- No hay de qué ____, ahora si no te importa voy a ver que hace mi Mahe que me duele el culo de estar tanto sentado. -Reímos.
Se marchó y me tumbé, miré el cielo el cual se encontraba algo oscuro. Se veían algunas estrellas, entonces allí vinieron mis pensamientos de nuevo. Rubius se olía todo esto... ¿Pero cómo? No sé, a lo mejor al ser gemelos uno siente o presiente las cosas del otro.
Y con lo de Ust y yo... Cuando pienso en él realmente sonrío como tonta, me sonrojo o me pongo nerviosa.
Él remueve algo en mí que nadie antes había logrado... Fue mi primer amor, mi primera ilusión... Y el amor de mi vida. Si digo que no siento algo por él mentiría, pero ha cambiado no sé si para bien o para mal, me encantaría conocer al nuevo Ust pero cuando está conmigo es muy posesivo y no sé que hacer, me voy a volver loca. Déjaré que pasen unos días para aclarar mi mente ahora estoy muy confundida, no sé ni lo que siento por él.
- ¡BU!. - Grité del tremendo susto que me dio.
- ¡¡CHEETO TE VOY A MATAAAR!! - Corrí hacia él.
Comenzamos una carrera al rededor de la piscina y no llegué a alcanzarle, resbalé y caí al agua, maldije todo en ese momento. Le grité de todo y luego se tiró al agua salpicandolo todo. Fue nadando hacía mi y yo comencé a nadar rápido en dirección contraria a la de él. Volvimos a hacer una carrera dentro del agua, me sentía agotada y me detuve, miré por todos lados y no vi a Cheeto. Me halaron del pie hundiendome en el agua, maldije todo otra vez. Salí a la superficie rápido y lo miré muy mal.
- Casi me ahogo. - Dije molesta.
- No te enfades princesa, sólo fue un juego. - Hizo un puchero.
- Pues no me ha echo gracia. - Miré a otro lado.
Me giró la cabeza rápido y me besó, intenté separarme, seguía molesta pero no tardé en seguirle el beso. Rodeé su cuello con mis brazos y él me apretó contra su pecho.
- Eres un estúpido. - Dije entre nuestros labios. - Pero amo a este estúpido.
Continuamos besándonos y salímos. Nos secamos, teníamos la ropa empapada de agua, fui a mi cuarto y me puse unos Jeans y una camiseta negra de tirantes. Cenamos y como no, esos dos estaban todo el tiempo dándose mimos, besos y susurrándose cosas al oído. Hace tiempo que Cheeto y yo ya no nos damos ese cariño en el comerdor... Sentía la mirada de Rubius en mí cuando los miraba a ellos supongo que supo que me desagradaba verlos así tan juntos.
Terminamos de cenar y Cheeto fue conmigo a mi habitación. Charlamos tranquilamente en el balcón de mi cuarto, al rato volvimos a entrar y me senté en la cama y él en el piso mirándome. Acaricié su barba.
- Es super larga y durita. - Reí.
- Eso es lo que me dicen todas. - Reímos.
Unos sonidos extraños comenzaron a escucharse de la habitación de enfrente, la de Caeli. No le di importancia.
- ¿Cómo que todas? ¿Me estás engañando con putitas? - Me hice la enojada.
Al preguntarle eso el recuerdo de Ust y yo teniendo sexo volvió a mi cabeza, me sentía muy culpable de aquello, no logro sacarme eso de la cabeza. Pero es verdad... Engañé a Cheeto.
- Nop. - Dijo sonriente. - Nunca te engañaría con otra, ¿Tú si?
Me tensé en ese momento, me puse muy nerviosa.
- ¡Cl-claro que no tonto! - Reí nerviosa.
Se sentó a mi lado y charlamos tranquilamente. Pasaron 5 minutos y se escuchaban gemidos muy fuertes de la habitación de Caeli... Me quedé mirando un punto fijo sin expresión alguna. Ust y ella... No puede ser, sentía una presión muy fuerte en el pecho que me impulsaba a llorar, pero Cheeto está aquí. ¿Pero porqué quiero llorar?
- Y no sé dónde lo dejé. - Terminó de decir y me miró preocupado. - ¿Amor estás bien? - Lo miré y asentí con una sonrisa falsa.
Nos quedamos unos segundos en silencio, sólo se escuchaban los fuertes gemidos de Caeli y el choque sus pieles. Apreté las sábanas por el dolor y la rabia que sentía, una lágrima recorrió mi mejilla y la quité rápido.
Cheeto y yo nos miramos y me besó, le seguí. En pocos segundos se encontraba encima de mí, el beso fue subiendo de tono, besaba mi cuello, mordía mi oreja y apretaba mis pechos. Realmente no sentía nada de placer, tan solo me quedaba quieta mientras escuchaba los gemidos de Caeli y ahora los jadeos de Ust. Cheeto fue a desabrochar mi pantalón y lo detuve.
- No Cheeto... - Dije.
- Venga ____... Un poquito. - Hizo un puchero y me besó nuevamente mientras intentaba desabrocharlo. Lo detuve otra vez.
- No tengo ganas Cheeto. - Lo empujé.
- ¿Me vas a dejar así? - Señaló el bulto de su pantalón. No dije nada. - Ellos pueden follar y yo no. - Se quejó referiendose a Caeli y Ust. Salió del cuarto dando un portazo.
Rodé los ojos y me acurruqué en la cama. Sólo estaban los gemidos de ese par y yo... Mi vista se volvió borrosa, lágrimas caían por mis mejillas. No paraba de llorar, sentía una fuerte presión en mi pecho. Rápidamente la frase que me dijo Rubius me vino a la cabeza "Cuanto más te engañes, las cosas más te van a doler"... A lo mejor tiene razón, ¿Pero qué siento realmente? Es verdad que me encanta estar con él, que lo quiero mucho y todo de él me fascina, su carita, su forma de ser, su sonrisa... En fin, me hace feliz...
Abrí mis ojos un poco más y mi corazón empezó a latir con más fuerza, me levanté de la cama aún sosollando. Me dirigí al baño con desesperación, me eché agua en la cara y me miré al espejo.
- No puede ser ____... - Me dije a mí misma.