Lía.
Chase y Chloe se habían quedado hablando, Chloe me había venido a buscar para ir a casa de Brave conmigo y yo decidí venir a buscar a Brave ya que se demoraba, caminé y llegué al aula de Matemáticas, lo primero que vi fue a Brave y a una profesora besándose apasionadamente, mentiría si dijese que no me importó ver esa escena.
Quedé sorprendida, y sobre todo porque ella era una profesora. Soy una estúpida, me hice ilusiones, pensé que a Brave le atraía o algo, pero ya veo que solo fue producto de su borrachera.
Brave se separó de ella y al caminar me vio, rápidamente yo me retiré, caminando apresuradamente por el pasillo.
— ¡Lía! —escuché que gritó.
No voltees, no voltees. Me repetí a mí misma.
Maldito Brave, aunque yo soy una verdadera inútil, es más que obvio que yo no le gusto, él se besa con cualquiera.
Después de haberme besado con Brave quedé pensando por un largo rato, en los cuáles se vino a mi mente un pensamiento; el poder hablar. Me gustaría tanto poder hablar, al menos intentarlo.
Me frustra, me molesta y me entristece no poder hablar con los demás, han pasado tantos años y aún no eh tenido ningún avance. Soy una inútil.
Llegué hacia donde Chloe y Chase y me despedí con la mano, salí del instituto rápidamente, oía sus gritos llamándome y sus pasos acercándose, pero no me importó y tomé el primer taxi que vi. Le di la dirección de un centro de psiquiatría y el me llevó hasta allí.
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Esperé sentada en el pasillo, gente salía y entraba en todo momento, moví mi pierna impaciente, necesitaba que ya me atendieran.
— ¿Lía Quailee? —gritaron.
Levanté mi mano y me acerqué, me dijo que entrara y lo hice.
—Buenas tardes señorita Lía. —dijo él psiquiatra. —Tome asiento.
Obedecí y me acomode en mi asiento, comencé a escribir en mi celular rápidamente.
''Soy Lía, tengo un problema, quedé con un trauma después del accidente que tuve, no puedo hablar y eh venido precisamente para que me ayude a superarlo, anteriormente había estado con tratamiento, pero no me sirvió mucho que digamos''
Le mostré mi texto y el asintió.
—Bienvenida entonces, yo seré tu psiquiatra desde hoy en adelante, te ayudaré a superar todo para que tú vuelvas a hablar. —asentí atenta a todo lo que decía. —Mañana necesito que vengas, comenzaremos con terapias mañana mismo para que lo más pronto puedas hablar.
Sonreí, realmente espero que esto me ayude.
—Me presento, soy el psiquiatra Brian sleffhi y estaré para ayudarte en todo momento.
Articulé un gracias y el asintió sonriendo.
—Ahora haremos tu ficha de ingreso.
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Brave.
— ¡Lía! —grité pero ella no volteó ni paro de caminar.
Suspiré y la comencé a seguir, ella caminaba bastante rápido y cuando llegó a Chase y Chloe se despidió con la mano.
— ¿Qué le paso a Lía? —preguntó Chloe con el ceño fruncido.
No respondí y comencé a correr, Chase y Chloe me siguieron corriendo también, cuando estuve a punto de alcanzarla ella tomo un taxi y se fue. Paré de correr, respiraba agitadamente debido al cansancio.
— ¿Qué le has hecho? —preguntó Chase.
—Me vio besándome con la profesora Susan. —hice una mueca.
— ¿Y por qué se ha ido así? —Chloe levanto una ceja.
—La eh besado ayer por la noche, estaba algo borracho.
Ambos abrieron su boca formando una ‘‘o’’, rodé los ojos y comencé a caminar devuelta al instituto.
— ¿Enserio la has besado? —escuché decir a Chase cuando se colocó al lado mío.
—Sí.
—Yo sabía que te gustaba. —Chase río y Chloe también. — ¿Chloe sabias que Brave cuando esta borracho hace cosas que no es capaz de hacer cuando esta sobrio? —lo fulminé con la mirada y Chloe río.
—Ya veo. —dijo ella.
Cuando llegamos al estacionamiento nos subimos los tres al auto en dirección a mi casa, pensamos que ahí iba a estar Lía pero nos equivocamos. ¿A dónde podría haber ido?
De todas maneras los tres entramos a mí casa y comimos ahí.
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Chase y Chloe se había ido hace un rato, Lía había llegado pero había subido y se había encerrado en la habitación, realmente está molesta. Apagué la televisión, apague las luces y subí a mi habitación, mi celular comenzó a sonar y lo atendí rápidamente.
— ¿Quién es?
—B-brave... —escuché un susurro. —Ay-yudam-me.
Fruncí el ceño y miré el celular, en la pantalla decía ''Marcus'' como lo conteste tan rápido ni siquiera había mirado que era él.
— ¿Marcus? ¿Qué pasa?
—Estoy en la calle... —susurró pero luego hubo un silencio. —North west.
Su voz apenas se entendía, pero me preocupé, colgué y salí de mí casa, encendí mi moto y partí en dirección allá.
Al llegar la calle estaba vacía y fría, me bajé de la moto y recorrí con miedo el lugar, había un callejón y oí un quejido. Corrí hasta allí y vi a Marcus en el suelo. Rápidamente me agaché mientras tocaba su cara y lo movía.
— ¿Qué te ha pasado? —dije agitado y con temor. — ¿Qué te han hecho?
Me miró y movía su boca pero no emitía ningún sonido, de su nunca salía sangre y él estaba pálido, llamé a una ambulancia dándole la dirección de donde estaba y colgué, mientras trataba de que Marcus se mantuviera consciente.
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Las cosas cambiaron y lo sé perfectamente, el dolor que había sentido alguna vez se esfumaba, ya nada me importaba, haría lo que fuese necesario para hacer justicia.
Después de que llegara la ambulancia, Llegamos a la clínica junto con Marcus, han pasado seis horas desde que lo ingresaron y le pusieron puntos, había entrado a su sala ya que él estaba despierto, me había contado que dos chicos lo habían golpeado a la vuelta de su oficina y lo habían ha donde yo lo encontré. Comencé a sospechar de quien pudo haber sido, por lo que ahora le haría una visita.
Tenía veintiséis llamadas perdidas de Chase, había mantenido mi móvil apagado todo el tiempo por lo que no había podido contestar.
Llegué al instituto y divise rápidamente a Matt, corrí hacia donde él y lo primero que hice fue abalanzarme sobre él, lo tiré al piso y comencé a darle puñetazos en su rostro.
— ¡Sé que has sido tu quien ha entrado a casa de Lía, maldito bastardo! —grité enojado. — ¡Y no me quedaré de brazos cruzados!
Lo seguí golpeando, estoy enfurecido.
Sé perfectamente que fue el quien entró a casa de Lía, ya que habían sido dos y ahora con Marcus fueron dos también y además Matt me había advertido que tuviera cuidado con Lía y un montón de cosas más, maldito bastardo.
— ¡Brave, para! —escuche gritar a alguien, sentía como me tiraban hacia atrás pero yo le tiraba patadas a Matt.
Me volvi a soltar de quien sea que me estaba agarrando y volvi a tirarme encima de Matt, el tambien no se quedaba atrás y tambien me tiraba puñetazos pero creo que le di tan fuerte en su cabeza que quedó inconsciente y sangrando, logré calmarme un poco ya que no quería matarlo. Salí de ahí caminando hacia la salida del instituto completamente asustado.
¿En que me convertí?