Cartas a Kim JongIn [KaiSoo]

By BlueSoo

1.9K 263 211

Una carta, dos cartas, tres cartas... ¿Cuántas serán las suficientes para que al menos una de ellas llegue a... More

Carta 1
Carta 2
Carta 3
Carta 4
Carta 5
Carta 6
Carta 7
Carta 8
Carta 9
Cap. I: Caída libre
Cap. II: Gravity
Cap. III: Flower
Cap. IV: Failed opportunity
Cap. VI: Wait
Cap. VII: Baby Don't Cry
Cap. VIII: Bingsu
KyungSoo
Cap. IX: Brave
Cap. X: Look
...

Cap. V: First time

92 13 12
By BlueSoo

Las oportunidades aparecen en tu vida cuando menos te lo esperas, llegan de golpe y solo queda en nosotros si las tomamos o no. Se dice fácil pero no lo es, al menos para mí, la vida me dio bastantes intentos para congeniar con KyungSoo, y yo siendo un tonto los dejaba pasar fácilmente.

Los días se hicieron eternos, universidad, tareas, asear mi casa, más tareas, el trabajo en el canal, mucha más tarea, Sehun problemático, viajes inesperados, etcétera.

Un día martes me encontraba frente a mi laptop investigando todo lo relacionado con la producción de programas televisivos y la redacción de crónicas con reportajes. El maestro nos encargó un nuevo proyecto con un porcentaje bastante alto en la calificación, se requiera un trabajo casi excelente para recibir un elogio del profesor. Conmigo no tenía muchos problemas, mas bien era con Sehun que cada clase había una discusión entre ellos dos por los errores de mi agradable vecino de edificio.

Mis ojos fueron resintiendo el cansancio que tenía debido a la mala posición al estar sentado en conjunto con el brillo de la pantalla. La tarde enfriaba conforme pasaban las horas y aún faltaba un ensayo final para dar por terminado el proyecto. Decidí descansar unos minutos y estirar los brazos consiguiendo relajarme temporalmente. Cabeceaba de un lado a otro tratando de no dormirme hasta que mi celular vibró dándome un susto, fijé la vista a la pantalla notificado un mensaje del director general de Gang TV, Kim Junmyeon.




💬 Director Kim:

Buenas tardes, JongIn, necesito hablar contigo personalmente. Nos vemos en el edificio a las 7:00 p.m. Es urgente.




Nunca recibía mensajes directos por parte de él, siempre su secretaria se encargaba de decirme de alguna cita, junta u otro evento.

Me levanté de mi asiento tomando la toalla del buró para ducharme rápidamente, aunque temblara de frío. Mientras enjabonaba mi cuerpo, llegaron a mi mente varias cosas pendientes que tenía que hacer en la semana, una de ellas es saber el contenido de la carpeta con mi nombre, acercarme a KyungSoo obvio estaba en el primer lugar. Después de vueltas y vueltas el tema del bajito siempre me vencía, mi corazón y mi alma se encontraban ocupadas buscando el momento exacto para no asustarlo como la vez pasada.

Elegí ropa térmica por la temperatura que había afuera junto con la gabardina café, tomé mis llaves y salí rumbo a mi trabajo. Se me hizo fácil desviar de nuevo la ruta hacia la calle ya conocida por su aroma a café que inunda el ambiente, disminuí la velocidad del coche por el tráfico al que me aproximaba. El frío aumentaba más cada hora, casi todas las personas que caminaban por allí traían un vaso de café que de seguro el señor Steve regaló, lo supuse por la forma de los vasos tan únicos y reconocibles. Según él, algunos diseños fueron hechos por KyungSoo años atrás cuando la cafetería recién habría sus puertas.

Los coches avanzaban lentamente, volteé a mi lado izquierdo encontrando la ventana abierta de KyungSoo. Sí, me detuve justo enfrente de su casa, sin embargo, la escena que vi no fue para nada de mi agrado. Un chico aproximadamente de mi edad se encontraba sentado frente a KyungSoo, demasiado sonriente a mi parecer.

Sentí una incomodidad terrible al no poder hacer ni decir nada, quién era yo para reclamarle algo tan simple como una conversación de amigos.

Tragué saliva en seco cuando el desconocido limpió con una servilleta la inexistente suciedad en las mejillas del bajito al mismo tiempo que entrelazaron sus manos. El chico no veía a KyungSoo de manera amigable, su mirada me recordó a Haneul cuando decía lo mucho que me admiraba y amaba. Sus intenciones eran claras pero mi KyungSoo tenía una carpeta con mi nombre, punto a mi favor.

Mi respiración falló en el momento que el chico se acercó lentamente a los labios acorazonados, mi corazón latía descontroladamente y mi cabeza pedía a gritos que saliera a enfrentar lo que aún no era mío. Jale la manija del coche dispuesto a todo, no importaba si acababa en una discusión o morado de un ojo.

Pero en eso, algo hizo click en mi cabeza. Los ruidosos sonidos del claxon me anunciaron seguir con mi camino, retrocedí y tomé asiento sin despegar la mirada de la escena. Afortunadamente KyungSoo volteó su rostro hacia un lado dejando perplejo al tipo, nunca antes había sentido tanta satisfacción para seguir manejando con una gran sonrisa.

Llegué a mi trabajo lleno de felicidad después de lo que observé; aunque también me puse a pensar en que el sujeto seguiría insistiendo hasta lograrlo, cosa que no estaba dispuesto a dejar pasar. Mis planes debían de comenzar a operar lo más rápido posible, no había impedimento que arruinara mi acercamiento a KyungSoo...





[...]

—Me urge cubrir una nota en Italia mañana mismo y creo que eres el mejor candidato para eso.... JongIn, necesito de tu ayuda.

—Eso significa que...

—Significa que debes viajar a Milán al Fashion Week a la voz de ¡ya!




Los momentos agridulces en la vida si existen. Un viaje rumbo a Milán siempre fue una meta que tenía desde niño. Grandes marcas juntas en un mismo lugar rodeado de modelos luciendo prendas de alta costura y artistas internacionales en primera fila. Todo lo que en algún momento consideré lo mejor de vida ahora lucía en una opción y un terrible obstáculo.




—Director, gracias por confiar en mí, pero... en serio, ¿no hay nadie que cubra esa nota?

—¡¿Estás bromeando?! —rió escandalosamente para inmediatamente ponerse serio, muy serio— ¿Tengo cara de que estoy siendo gracioso?

—¡No, no, por supuesto que no! Es que, siento que aún no estoy preparado para esa clase de eventos. Además, debo ir presentable y...

—Por eso no te preocupes —caminó a paso lento desde el otro lado de su escritorio hasta llegar junto a mí— He hablado con los representantes de Gucci para que portes la marca como se debe.




Me sorprendió que todo lo tenía planeado de acuerdo al evento. Por dentro sentía una alegría inmensa de ser considerado parte de la marca y también me sentía derrotado al recordar la misión que tenía que hacer.

Dejé salir el aire contenido en mis pulmones con una fuerte exhalación llena de frustración, mirando hacia la nada reflexionaba la propuesta con detenimiento llegando a la conclusión en ceder y asistir al desfile. Poner distancia de por medio antes de empezar cualquier cosa pareció ser lo más apto.




—Jongdae irá contigo, Sehun y yo tenemos una... cena de negocios en Londres mañana.

—Conmigo no tiene que fingir señor. Sé que ustedes tienen una relación amorosa, pero no sé preocupe —me puse de pie— Sehun es mi amigo y al contrario de él, yo si respeto su privacidad.




El director también repitió mi acción. Su rostro cambió por completo, ahora lucía nervioso y pálido como una hoja de papel.




—¿Él te lo dijo? —su voz temblaba tanto que provocó una risa inoportuna de mi parte— ¡No te rías, JongIn, no me dijo nada sobre eso!

—¿Directamente? No. Su comportamiento lo delataba —reí al recordar todo lo que hacía Sehun para evitar hablar sobre su relación— Entiendo su postura y créame que no diré nada si ustedes así lo desean.

—Gracias, JongIn. Por ahora lo mantendremos así, después yo mismo confirmaré mi relación con Sehun y, no es por correrte, pero Jongdae está por llegar.

—¡Gracias a usted por considerarme un buen candidato! —hice una reverencia— Tenga por seguro que no lo defraudaré.

—Así será.




Salí de la oficina bastante feliz. Jongdae esperaba en uno de los sillones junto con su amiga Eunyeong. Intercambiamos saludos y poco después la chica entró a la oficina. Según Jongdae, ambos fueron llamados para una audición y nadie les daba alguna referencia sobre eso. Le conté todo lo que había charlado con el jefe, excepto lo de Sehun, sonrió al instante de haberle mencionado lo que tenía que hacer cuando viajemos a Milán. Eunyeong regresó con nosotros gritando de felicidad por su puesto de conductora temporal ocupando mi lugar en el noticiero, no podía haber otra mejor que ella, pensé.

Me puse de acuerdo con mi nuevo asistente sobre la hora de salida y demás cosas. Ambos no creíamos del todo el suceso que nos juntó, se nos venían encima bastantes cosas nuevas y exóticas.

El tiempo transcurrió tan rápido que no me di cuenta lo tarde que era. Después de dejar a ambos chicos en sus respectivas casas, dirigí mi camino a la calle donde mi corazón latía sin control.

Desafortunadamente la ventana ya se encontraba cerrada, aunque no impidió hacer una parada rápida para despedirme de él antes de partir.
La cortina de tono blanco transparente y la luz encendida de su cuarto dejaban ver a KyungSoo durmiendo plácidamente como un niño pequeño. En sus manos se encontraba un papel arrugado y un lapicero, lo más probable fue que se haya quedado dormido mientras redactaba algo o dibujaba. Me acerqué aún más al cristal susurrando un ligero volveré por ti, retorné a mi coche y manejé rumbo a mi casa a preparar mis maletas.




2 semanas después...




Las semanas más ajetreadas definitivamente las viví en Milán, en mi país no tenía problemas para salir a la calle, pero durante mi estancia en ese lugar, todos los días me encontraba un mar de paparazzis. Jongdae me ayudó en todo momento en los reportajes, desfiles, ropa y muchas más cosas, afortunadamente no todo fue trabajo. Exploramos parte de la metrópoli comprando souvenirs, ropa y zapatos. Llevaba el dinero suficiente para pagar todos los gastos, al principio el pobre se sintió mal, ya después de unas horas nos encontrábamos en Tamo Mozzarella Bar bebiendo Maraschino mientras contábamos anécdotas de nuestras vidas. Juntos tuvimos un viaje reconfortante y relajado entre comillas.

Al llegar de nuevo al aeropuerto de Gangnam, tomamos un taxi de regreso a Nonhyeon-dong y de allí a nuestras casas. El director me llamó para agradecer la nota cubierta y por representar a la empresa y la marca Gucci bastante bien.

Después de colgar la llamada, dediqué mi tiempo a terminar los pendientes de la universidad, el permiso de ausencia expiraba pronto y no quería aplazarlo más de lo que ya. El reloj marcaba las ocho de la noche, mi cabeza dolía por toda la concentración que le di a mis libros y libretas, guardé todo el desastre extendido en el escritorio y brinqué a la cama para un merecido descanso, hasta que cierto inoportuno abrió mi puerta.




—¡Hey! Hasta que llegas de tus vacaciones —entró descaradamente a mi habitación colocando su trasero en mi cama— Gracias por no llevarme.

—Primero que nada, buenas noches, Sehun —dije con voz somnolienta.

—¿Por qué no me llevaste? Sabes perfectamente que amo Italia y el mundo de la moda.

—Eso pregúntaselo a tu novio Junmyeon. Él fue quien me eligió para el reportaje, y a Jongdae como mi asistente. ¿Tú hubieses ido con el puesto de buen asistente?




Se quedó pensativo al no encontrar argumentos. Además, por ciertas marcas en su cuello me di cuenta que él se lo paso genial en Londres. Al ver que no quitaba la vista en esa zona, cubrió la parte con el cuello de su camiseta carraspeando un par de veces. Luego de una charla llenas de síes y noes de mi parte, finalmente se retiró a su departamento; no sin antes recordarme a alguien que mi cabeza no pudo ignorar en todo el viaje: KyungSoo.

Quedamos en ir a la cafetería al día siguiente para seguir con la segunda parte de mis anécdotas de Milán. El cansancio se apoderó aún más de mi cuerpo haciéndome caer en la cama justo cuando sonó el portazo de Sehun.




"KyungSoo, esta vez será de verdad"





[...]


El sol radiante con un poco de frío complementaba perfecto la mañana de agosto. Chamarra negra de cuero, playera azul, pantalón gris y mocasines, la combinación que escogí y compré con Jongdae en un centro comercial milanés. Sehun pasó muy temprano por mí, de hecho, era la primera vez que íbamos juntos a la cafetería y como clientes. Al llegar, mantuve la vista en la famosa ventana que por fortuna estaba abierta, dejando ver a KyungSoo con una guitarra. Sus manos pálidas y pequeñas tocando las cuerdas del instrumento tocó mi corazón, arrancándome un suspiro inesperado, tan inesperado como las preguntas de Sehun.




—¿Él es KyungSoo?

—Sí.

—¿En serio?

—¿Por qué? ¿A qué te refieres con ese "en serio"?

—Nada, solo decía —caminó unos pasos para entrar al lugar retrocediendo al mismo lugar donde me ubicaba — Por cierto...

—¿Por cierto qué?

—KyungSoo es muy guapo. Te recomiendo que lo cuides muy bien si llegas a conquistarlo —dijo casi susurrando a mi oído.

—¿Ah? —volteé a verlo soltando una carcajada— ¡ERES UN IDIOTA! ¡JAMÁS EN TU VIDA TE ATREVAS A PONER TUS OJOS EN ÉL!

—¡Pues ponte alerta y ve tras él! Pero fuera de eso...




Sehun quedó inmóvil escuchando la escandalosa música de "Luhan", el vecino de mi Kyung. Ahora sonaba una pista relajante, romántica y a la vez dolorosa.




Can the dark side light my way? Oh, yeah, yeah
Lay your hand across my face, yeah, yeah
Time we lost, that's all my fault




En momentos pensaba si Luhan sabía mi historia de memoria o solo colocaba la canción al azar golpeando justo a esa fibra en mi interior, haciéndome temblar de lo perfecta que puede ser la letra de una canción cuando el amor llega a tu corazón.




Please don't be long, 'cause I want your love
I don't have love without your arm
Life is too short, but I will live for you...




—Kai, ¿de dónde proviene esa música?

—¿Y ese interés repentino?

—Curiosidad, simple curiosidad.

—Justo así inicio todo mi enredo mental y mira dónde estamos. Pronto te unirás al club de los que quieren conocer a Luhan.

—¿Por qué lo dices?

—Olvídalo.

—¡¿Me dirás o no?!

—¡No hay necesidad de decírtelo con manzanas, solo mira hacia allá!




Milagrosamente, el famosos Luhan se ubicaba de igual forma en su respectiva ventana, por sus movimientos se lograba entender lo ocupado que estaba realizando la limpieza de su cuarto. Polvo, polvo y más polvo se veía salir del lugar y Sehun lucía... ¿embobado?




—¿Sehun? —pasé mi mano derecha varias veces frente a sus ojos— ¿Te sientes... bien? ¡DESPIERTA!

—¡Q-QUÉ? ¡Rayos, quita tus manos de mi vista!

—¿Cómo que qué? ¿Te perdiste entre el paisaje empolvado o el chico te atrapó sin que te dieras cuenta?

— Nop, ni una ni otra.

—¿Entonces?

—Me fijé en aquel chico tocando la guitarra... ¿Cómo dices que se llama? ¿KyungSoo? Es muy guapo y...

—¡OYE, IDIOTA! ¡ALEJA TUS PERVERSAS INTENCIONES DE ÉL!

—¿Perversas? Cálmate un poco, señor pervertido.




Ambos caminamos hacia dentro mientras reíamos al unísono de las tonterías recién dichas. Más que reír de felicidad, ocultaba mi enojo para no insultarlo, lo dijo de broma, aun así, logré ser tolerable a la situación. Nos sentamos en la mesa junto al gran ventanal consiguiendo tener una vista favorable hacia la casa de los Doh... y del segundo chico misterioso. Nos tomaron la orden trayendo lo pedido en solo cuestión de segundos al no haber tantos clientes y nos concentramos en mirar la escena de en frente.




—¿Qué piensas hacer? —inició Sehun llevando a la boca un trozo de pastel de chocolate.

—Antes del viaje, me propuse a visitarlo a su casa; pero Haneul apareció y arruinó todo lo que tenía en mente.

—¿Y ahora?

—Pienso hacer lo mismo, aún no quito el dedo del renglón.

—Junmyeon dice que me observó el tiempo necesario para enamorarse de mí. Ahora entiendo su perspectiva ya que te veo a ti hacer lo mismo con KyungSoo.

—Las cosas se fueron dando. Enamorarme era el último de mis propósitos. Lo vi verme con esos grandes ojos negros llenos de ternura pura y me atrapó al instante.




De un momento a otro notamos a KyungSoo quedarse quedó dormido en la mecedora, poco a poco fue soltando la guitarra en su regazo y su cabeza quedó recargada en su hombro. Seungsoo llegó a la habitación quitando el instrumento para que su hermano durmiera sin malestar, volteó hacia en frente dándose cuenta de nuestras miradas fijas hacia él y KyungSoo.



—¿Quién es él? -preguntó Sehun.

—Es Seungsoo, el hermano mayor de KyungSoo. Él sabe sobre mis sentimientos hacia su hermano —respondí mientras le hacía señas al mesero para la cuenta.

—¡¿Le dijiste?! ¡¿En serio?!

—¡Tuve que hacerlo! Una vez me atrapó cerca de la ventana viendo a su hermano dormir.

—Acosador.

—¡Eso es lo que quise evitar que pensara!

—¿Y lo lograste?

—Nop.




Pagué la cuenta que salió más caro de lo que pensé. Invitar a Sehun a alguna parte implicaba tener la cartera llena lista para ser vaciada. Todo era culpa de Junmyeon por cumplirle sus caprichos sin rechistar.

Salimos sin romper la charla gratuita del cómo conquistar a KyungSoo sin morir en el intento, la ventana vecina ya estaba cerrada y ahora Seungsoo se ubicaba afuera de su casa como si esperara a alguien. Al verme, rápidamente me hizo señas con sus manos para alcanzarlo. Ambos cruzamos como pudimos a la banqueta contraria debido al tremendo tráfico que había.




—¡Hola, SeungSoo! Te presento a mi amigo Sehun —señalé acercando a ambos.

—¡Mucho gusto! —mi amigo hizo una reverencia a lo que Seungsoo replicó cordialmente—Te pareces mucho a tu... hermano.

—Tal vez porque somos... ¿hermanos? —rió.

—¡Basta, Sehun, ahora no! — metiéndole un codazo en el brazo.

—¡Auch! ¡Ya, ya!

—¡Ustedes dos son muy divertidos! —comentó Seungsoo.

—¡O muy tontos! —exclamó Sehun recibiendo otro codazo de mi parte— ¡Auch! ¡Este dolió más que el anterior!

—Y seguirá aumentando si sigues con tus comentarios —hablé entre dientes.

—JongIn, hace mucho que quería hablar contigo sobre lo que quedam...

—¡Lo sé! —interrumpí— ¡Sé que quedé en algo y te pido disculpas! Tuve que ir a un viaje de trabajo y apenas llegué ayer, pero ten por seguro que mi interés por tu hermano es real y no he cambiado de parecer.

—¡Oh, guau! -Sehun interrumpió de nuevo y se interpuso entre Seungsoo y yo— ¡Jamás te había escuchado hablar así, Kai, sí que estás enamorado! ¡Vayamos a celebrar!

—¿Kai? ¿No te llamas JongIn? —preguntó desconcentrado el otro chico.

—Así me llama él, pero no le hagas caso, SeungSoo. Mi amigo tiene que adelantarse para traer el coche o el tiempo del parquímetro se agota —dije tomando a Sehun de los hombros retirándolo de en medio.

—¿Qué haces, Kai? ¡Quiero seguir escuchando la conver...!

—¡Vete!




Sehun al final hizo caso y caminó hacia donde el coche a regañadientes.




—¿Entonces?

— Vendré mañana aquí... a tu casa.

—Está bien —suspiró— Solo no te precipites. Recuerda que KyungSoo y tú aun no se han tratado y que llegues directo a decirle a mis padres que quieres algo serio con mi hermano, no es una buena idea.

—¡No, claro que no! Sé lo que tengo que hacer.

—Además, es muy rara esta situación, apenas si te conozco y, permitir que un completo extraño entre a mi casa y conozca a mi hermano es algo que jamás pensé hacer. Un sentimiento extraño me hace pensar que todo estará bien.




En ese momento me detuve a pensar en que SeungSoo estaba en lo correcto, tampoco permitiría tal cosa si sucediera ese tipo de situación en mi vida. De lo que sí podía decir firmemente es que mis sentimientos por KyungSoo eran sinceros, de eso no había ni una pizca de duda. Primero me cortaría el brazo antes de lastimar el corazón de su hermano.




—Te entiendo. Esta situación es muy incómoda para ambos y... se vuelve aun mas turbio sabiendo que no tenemos aquí presente a la razón de nuestras platicas mientras discutimos esta situación.

—JongIn... Promete que vendrás mañana.

—Lo prometo, aunque el mismo mundo se interponga, yo vendré por KyungSoo.

—Confió en que lo harás... Bueno, tengo que regresar adentro. Nos vemos.

—Mañana nos vemos...




Mañana será...




7 de agosto, 2019


Esperaba a que el día estuviera soleado con pájaros cantando mientras yo abría la ventana del departamento anunciando un buen día para una nueva aventura...

No un día nublado con personas abrigadas hasta el cuello y una amenaza de lluvia segura. Revisé mi celular checando las notificaciones y encontré un mensaje bastante raro.




💬 +82 1 765 789 12 00

Hola 👋 ¿No te acuerdas de mí? Soy Channie




Chanyeol, un amigo de la secundaria que reside en Bucheon se acordó de mí después de años sin vernos, aún recordó el número que le di hace tiempo.

Conversamos un rato por llamada telefónica y quedamos en vernos dentro de dos días en la cafetería, ya eras las once de la mañana y todavía no me había duchado.

Busqué la ropa más informal que pude sin perder el toque elegante característico en mi personalidad, suéter gris Gucci con franjas rojas y verdes en los puños y cuello junto con el pantalón negro entallado. Los tenis blancos que nunca usé anteriormente, ahora resultaban perfectos para la ocasión. Los obsequios que compré la vez pasada los regalé a algunos compañeros de trabajo, así que pedí en línea algunas prendas de la misma marca que portaba como un regalo signo de mi gratitud. Bajé al estacionamiento y guardé todo en la cajuela del coche, todo estaba listo, solo faltaba llegar.

En todo el transcurso del camino mi corazón latía muy acelerado. Al llegar, estacioné el vehículo cerca de la casa, abrí la cajuela sacando las bolsas con los detalles y caminé lentamente hasta la puerta.




Vamos, tú puedes.

Llegó el momento.

Es hora de...




—¡ME VOY, MADRE!

—¡KYUNGSOO! ¡VUELVE AQUI!

—¡DESPUÉS REGRESARÉ, DÉJAME SOLO!




Antes de tocar, la puerta se abrió de golpe dejando ver a KyungSoo enojado escapando de su madre. Él no me vio por lo rápido que salió hacia la calle rumbo al centro, la mamá todavía se encontraba en la puerta furiosa con ciertos papeles en las manos.




—Señora Sunhee, ¿cómo está?

—¡Oh, JongIn! De nuevo viendo esto ¡¿Cuánto tiempo estuviste ahí parado?!

—Lo suficiente como para decir que usted y su hijo están... ¿enojados?

—¡Discúlpanos de nuevo! Con esta van dos veces que nos ves así. ¡Tengo que alcanzarlo o puede pasarle algo!

—Si me permite, yo puedo ir por él.

—¿En serio? No quiero causarte molestias muchacho. ¡Olvídalo! Iré yo.

—¡Créame que no lo es! —para nada que lo es.




La señora tomo las bolsas de obsequios y las llevó a la sala de su casa, al mismo tiempo que me invitó a pasar. Aunque me conocía y me vio como buen muchacho, sabía perfectamente que desconfiaba de mí y que obviamente dudaba en dejar a su hijo en manos de una desconocido y tenía razón. La convencí hábilmente tratando de calmarla para que no entrara en pánico.




—Está bien, está bien, eres un chico que inspira confianza y... yo confío en ti.




La señora SunHee entró rápido a la habitación de KyungSoo, escuché algunos cajones abrirse y cerrarse como si buscara algo, al salir me extendió un suéter gris junto con una sombrilla.




—Allá afuera hace mucho frío y puede que llueva, por favor, ¡te lo encargo mucho!

—No se preocupe, lo traeré de vuelta.




Me despedí con una gran sonrisa en mi rostro que no pude evitar de la emoción que se desbordaba dentro de mi ser. Entré al coche y lo encendí sin soltar el suéter más preciado del mundo, sentí la necesidad de oler por primera vez la esencia que esperaba desde hace tiempo descubrir. Me vi como un loco, pero no me arrepiento.

Avancé unas cuantas cuadras volteando de un lado a otro tratando de encontrar al chico, me sorprendió el gran avance que hizo con tan solo una silla de ruedas. Estaba a una calle del parque central cuando decidí seguir a pie la búsqueda, estacioné el coche con cuidado de no hacerlo en un lugar prohibido y me dirigí al norte del parque. 

Los niños jugaban en los columpios y resbaladillas con bastante energía, crucé la zona chocando con uno que otro pequeño que se atravesaba, al llegar a la fuente central divisé por fin a KyungSoo observando el lago de cisnes, una atracción única de Nonhyeon-dong.

La oportunidad estaba a unos metros de distancia, mi corazón latía furiosamente sin poder calmarlo. Caminé casi sigilosamente para no asustarlo, Respiré profundo y...




—¡¿JongIn?!

—¡¿Chanyeol?!

—¡Qué gusto verte!




¡LASTIMA NO PODER DECIR LO MISMO, CHANYEOL!

¡¿POR QUÉ ME INTERRUMPES JUSTO AHORA?!

¿QUIERO MATAR A ALGUIEN Y ESE CISNE ME ESTÁ VIENDO FEO! ¡MALDICIÓN!


Reclamó mi mente.




Chanyeol llegó por detrás asustándome y de paso asustando a KyungSoo que escuchó el saludo sonoro haciendo que girara las ruedas de su silla y avanzara hacia la salida del parque.




—¿Qué haces aquí?

—-¡¿Qué no se supone que nos veríamos después?! —dije sin quitar la vista del bajito.

—Lo sé, pero quise sorprenderte —volteó hacia atrás al ver que mis ojos no se mantenían en él— ¿A quién estás mirando?

—¡A n-nadie, b-bueno sí, a una persona!




KyungSoo se encontraba esperando el cambio de color del semáforo para cruzar la calle, al detenerse el flujo de coches prosiguió con su camino, sin embargo, no esperaba que se encontrara con un pequeño bache en medio de la carretera.

La llanta direccional derecha quedó atorada en ella haciendo que KyungSoo forcejeara tratando de sacarla de allí. El semáforo ya estaba cerca de cambiar de color y no sabía que hacer, dejé a Chanyeol con la palabra en la boca y corrí como nunca a alcanzar al pequeño en problemas.

No había tiempo de sacar la llanta, al llegar, pasé mi brazo izquierdo entre sus piernas y con el derecho rodeé su espalda con cuidado de no lastimarlo hasta lograr levantarlo y correr hacia el otro lado. Los vehículos avanzaron con velocidad sin importar que la silla estuviera en medio, quedó hecha trizas.




¿Es así como se siente cargar el mundo entre los brazos?

¿Es así el primer encuentro con el amor?

No lo sabía... y ahora ya lo sé.


Palabras inmortales de Kim JongIn.




Mi cabeza quedó en shock al sentir el tacto del cuerpo ajeno. Su pecho subía y bajaba dejando salir el aire por la boca, su rostro pálido con la mirada perdida y sus manos temblorosas rodeando mi cuello, prefería ver eso en lugar de una escena desastrosa que jamás me hubiese perdonado.




—¿E-estás bien? —mi voz temblorosa sacó del trance al pequeño.

—... —solo asintió

—E-Está bien, p-perdón por tomarte de esa manera, si ibas en silla de ruedas significa que no puedes caminar —aún tenía la mirada perdida— Vamos, te llevaré a una de las bancas del parque.




No esperé respuesta y crucé de nuevo al anterior lugar, mis ojos no querían dejar de admirar el hermoso perfil que dejaba ver KyungSoo. Sus labios perfectamente acorazonados los tenía cerca después de semanas viéndolos a distancia. Moría por escuchar su voz por vez primera, aunque oía sus gritos y reclamos hacia su madre, no era lo mismo estando enojado que calmado.

Una banca entre la fuente y la laguna fue la elegida para acomodar su cuerpo lentamente sintiendo rápidamente el frío en mi cuerpo por el calor ausente de KyungSoo. Me senté a una distancia decente sin invadir su espacio personal, él frotaba sus manos en sus delgados muslos en señal de nerviosismo, debía hablar para romper un poco el hielo.




—Sé que te sientes mal, no te preocupes, entiendo que estas en shock.

—... —asintió lentamente.

—Tu madre, la Señora Sunhee me envió para llevarte a tu casa —volteó a verme rápidamente al escuchar la palabra madre —Está preocupada por ti.

—¡¿M-mi mad-dre?!




Su voz entrecortada era una melodía de ángeles para mis oídos, por fin sus ojos negros hicieron contacto con los míos. Una burbuja imaginaria se creó entre nosotros, los sonidos del parque, el claxon de los coches, la laguna, la fuente; todo dejo de tener sentido. Su voz, simplemente su voz detuvo al mundo para ser solo él y yo.




—Sí, tu madre —me acerqué un poco más a él poniendo mi mano sobre su rodilla para calmarlo— ¿Ya estás más tranquilo?

—S-Sí, gracias por... salvarme —dijo antes de regresar la mirada a la laguna— S-Soy muy t-torpe al cruzar l-las calles.

—Yo no diría lo mismo, llegaste hasta aquí por tu propia cuenta. Torpe no eres.

—S-Si usted... l-lo dice... Le creeré.

—¿Usted? —sonreí— Háblame de tú, por favor.

—N-No puedo hacerlo —noté tensarse levemente al apretar sus puños sobre sus piernas, necesitaba ir más lento — S-Sería muy i-imprudente de mi parte.

—¡No te preocupes! No quiero presionarte. Yo comienzo —KyungSoo volvió a hacer contacto visual conmigo— Me llamo Kim JongIn, un gusto en... —mi cabeza proceso la imagen de KyungSoo en la ventana, siendo allí la primera vez que lo vi—... conocerte. He hablado con tu madre un par de veces y por lo que ella me dijo, te llamas...

—K-KyungSoo, me llamo Doh KyungSoo —inclinó su cabeza hacia delante como presentación —Gracias de nuevo, no sé cómo agradecerte.

—Yo sí sé... Permíteme llevarte a casa.

—Yo... —¡Rayos, por favor, no me niegues tu mirada! — No quisiera ser una c-carga para ti.

—Eso... jamás. ¡Vamos! Preocuparemos a la Señora Sunhee.




Sonreí un poco y me levanté de la banca tomando a KyungSoo de las piernas y espalda. Caminé a una velocidad suave evitando ser brusco con el movimiento, el pequeño seguía con la cabeza gacha.

Las personas y los niños jugando en el parque nos miraban raramente, un silencio tremendo inundó el lugar y eso hacía poner nervioso al chico. Y quién no, era extraño para cualquier persona ajena a nosotros.

Llegamos al coche y fui colocando rápidamente su cuerpo en el asiento delantero, junto a mí por supuesto. Cerré la puerta y rodeé el coche entrando de inmediato para que el frío no invadiera.




—No quiero ser inoportuno, pero, ¿por qué saliste huyendo de tu madre?

—Porque no me gusta pelear con ella, prefiero huir que comenzar una discusión donde claramente acabaría mal.

—Yo creo que lo mejor es que platiquen y evites salir corriendo. Si no hubiera estado cerca, el coche te hubiera atropellado —su mirada se volvió triste dejando salir un par de lágrimas. ¡IDIOTA, IDIOTA Y MIL VECES IDIOTA!— ¡NO! POR FAVOR, NO QUISE HACERTE LLORAR.




En ese momento quería golpearme la cara y de paso darme un tiro por haber provocado ese pequeño llanto. Saqué de la gaveta una caja de pañuelos y jalé varios de ellos secando cuidadosamente sus pómulos y mejillas las gotas saladas derramadas sintiendo la suavidad de su piel blanca. El sonrojo bastante pronunciado en sus mejillas enloqueció mi corazón por ser yo el causante. Increíble espectáculo.




—E-Está bien —tomó uno de los pañuelos y secó lo restante— Puedo secarme, en serio, no quiero molestarte.

—Y yo ya te he dicho que jamás lo serás para mí. Déjame hacerlo por ti.

—G-Gracias. Haré c-caso omiso a lo que me dices —suspiró— Odio discutir con mi madre... o mi padre, t-trataré de ser más consciente la próxima vez

—Es por tu bien, KyungSoo, las discusiones con nuestra familia son... incomodas y difíciles de tratar. Pero tú, promete que a partir de ahora tu relación madre e hijo mejorará —alcé mi dedo meñique— ¿Pinky Promise?




Su pequeña mano temblorosa dejó extender su último dedo para completar el sello de promesa. El contraste de su tono de piel con el mío nos hacía únicos a los demás.




—Pinky Promise...




Nos quedamos así por unos segundos cuando de repente unió nuestros pulgares dejando salir una hermosa sonrisa, aquella sonrisa que anhelaba tener así de cerca.

Podría decir que necesitaba inmortalizar ese momento para siempre y con justa razón, teníamos problemas y sentimientos en común.




—KyungSoo... —¡Vamos, dilo ahora! ¡Seamos amigos! ¡¿Qué dices?!

—¡M-Me encanta la idea! G-Gracias por ofrecerme tu amistad.

—¡Ahora sí! —rompimos nuestra unión de dedos y encendí el coche —Te llevaré a tu casa, KyungSoo.

—Gracias... amigo.




Por fin, después de semanas, no importó dejar a mi amigo en el parque con tal de estar al lado de KyungSoo. Ya tenía la misión al diez por ciento, faltaba un detalle más por saber, la misteriosa carpeta con mi nombre no podía quedar atrás.




Era hora de comenzar a escribir otra historia a lado de un hermoso pingüino en apuros...











[N/A] Hola...

Me encuentro bastante feliz como JongIn en este capítulo y literalmente él es el motivo junto con KyungSoo.


Mis dos grandes amores festejaron sus respectivos cumpleaños JUNTOS. Me encanta que KyungSoo se dio el tiempo para estar con JongIn, la felicidad que nos compartió en Instagram es inmensa. Muero de ternura.

Por otro lado gracias por su apoyo, perdón por el retraso y por las posibles fallas que tenga este capítulo.

Nos vemos al siguiente capítulo, coman frutas y verduras, procuren dormir bien y manténganse sanos.



Liz💓













Continue Reading

You'll Also Like

78.3K 7K 38
Alexia es una chica con miedo al amor y con muchas inseguridades con su cuerpo. Conocerá a pedri gracias a su nuevo trabajo, atracción, risas, buenos...
142K 17.4K 77
La historia trata de una escritora qué se hace famosa por un golpe de suerte y un buen descubrimiento de parte del editorial, su nombre Sarocha Chank...
357K 35.9K 92
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
755K 90.6K 117
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...