POV Omnisciente
Extrañamente estaban todos reunidos en la residencia del patrón, el mayor había ordenado una cena para celebrar la llegada de los pequeños bebés.
Los pilares reían y disfrutaban del agradable ambiente.
- Muchas gracias por lo que está haciendo por nosotros - Tanjirou no dejaba de agradecerle al pelinegro por el apoyo y el amor que les ha hecho sentir a él y a su familia.
- No te preocupes mi niño, todos ustedes son mis hijos. Desde el pilar más antiguo hasta el cazador más reciente, incluyendo a esos dos hermosos bebés tuyos que han sido fruto del amor entre tú y Mei...Cuida a tu familia, es el tesoro más grande que puedes tener - le aconsejó el mayor, el pelirojo ponía atención en cada palabra del pelinegro.
- ¡MOOOONCHIIIIIROOOO! - Inosuke entró como una explosión al lugar en dónde se encontraban todos, el cabeza de jabalí reía con entusiasmo al verlos a todos allí - ¡Te encontré maldito cobarde! Llevas dos días diciendo que me dejaras entrenar a Kateo y siempre que voy a la residencia de Nei nadie sale para recibirme - le recriminó el cazador a Tanjirou.
El pelirojo reía nervioso ante la situación, por más que le ha explicado que Takeo es solo un bebé, él insiste en que sería momento de comenzar su entrenamiento.
- Inosuke - la voz de Mei llamó la atención de todos - ¿Podrías cuidar de Hanako por un momento? - la joven madre le entregó a la pequeña al nombrado, todos observaban sorprendidos la escena, fue cosa de segundos que el cabeza de jabalí ya se había calmado.
Él se sentó en un lugar dónde no hubiese mucho ruido para no despertar a la pequeña y la observaba con profunda atención. Por alguna razón, Hanako le transmitía mucha paz a Inosuke, Mei y Tanjirou observaban felices aquella escena.
- Quizas cree que la puede romper, como un cristal y él no está acostumbrado a tener cosas delicadas en sus manos - Zenitsu que cargaba a Nezuko en su espalda transportandola en su caja, se habia hecho presente en el lugar apareciendo detrás de la pareja.
- ¡Zenitsu! - el pelirojo se había asustado ante la presencia del rubio, no le había sentido llegar antes - Muchas gracias por seguir cuidando de Nezuko - le dijo mientras hacía una reverencia.
- No te preocupes por eso, han sido los mejores días de mi vida - sonrió con las mejillas coloradas.
Mei y Tanjirou reían ante la tierna cara que había puesto Zenitsu.
El ambiente en la residencia del patrón estaba alegre y festivo, ahora que se habían unido al lugar Zenitsu e Inosuke, el pelirojo se sentía aún más acompañado haciendo notar su alegría a traves de una amplia sonrisa dibujada en su rostro.
Mei aunque quería sentirse igual de dichosa que su amado, no podía evitar hacer oídos sordos a un extraña sensación que vibraba en su corazón.
- ¡Mei!, ¡Tanjirou! - la voz del pilar del sonido sacó a Mei de sus pensamientos obligandola a volver a la realidad - ¿Han pensando en casarse? - Uzui, quien tenía más experiencia en el arte del matrimonio había incomodado con una pregunta muy simple a la pareja prvocando que ambos se sonrojaran.
- N-No - respondió nervioso el pelirojo.
- ¡¿Qué estamos esperando entonces?! Es el momento perfecto, no sabemos sí volveremos a estar todos la próxima vez que nos veamos - propuso el pilar, solo con esas palabras logró motivar al resto de los presentes para que clamaran por la celebración.
- Oyakata-sama puede dar la bendición - la pilar del amor que no daba de la emoción propuso al mayor para que celebrara el matrimonio.
- ¡Muy bien Mitsuri! Es una buenisima idea - le respondió el pilar a la nombrada, estaba feliz de ver cómo los demás estaban apoyando su idea, aunque Uzui parecía ser el más emocionado con el matrimonio.
Mei miró a Tanjirou sonrojada y ambos rieron entre sí de forma tierna, solo a traves de esa sonrisa se daban a entender que les gustaba la idea.
- Me llevare a Mei - Mitsuri tomó a la chica de la mano y la sacó de la habitación.
- Nosotros veremos por Tanjirou - respondió Uzui junto a los demás pilares que lo observaban de pies a cabeza - debemos hacer algo con ese peinado - señaló.
Inosuke aún cargaba a Hanako en sus brazos, trataba de no mover ni un solo pelo de su cuerpo para no despertarla, Zenitsu cuidaba de Takeo, mientras que Nezuko aún no salía de su caja.
En uno de los cuartos de la residencia del patrón, Mitsuri peinaba a la novia delicadamente.
Trenzó su cabello y cortó pequeñas flores en el patio de la finca para colgarlas en su cabello.
- Creo que faltan flores - susurró Mitsuri mientras veía el peinado.
- Voy a pasar - la voz de Kanao se escuchó desde el otro lado de la puerta - Creo que esto sería perfecto para este momento - les dijo entrando a la habitación y les señalaba lo que traía en sus manos.
- Eso...es...- Mei observó con atención aquel hermoso objeto, no pudo evitar dejar salir una fina lágrima de uno de sus ojos.
- El broche mariposa de Shinobu - añadió Kanao mientras lo miraba con melancolía y cariño - Estoy segura que ella querría que lo usaras en esta ocasión - dijo entregandoselo.
- Muchas gracias...Kanao - respondió la joven tomando aquel broche con sumo cuidado, era un tesoro lo que tenía en sus manos.
Mei observó aquel broche por un momento recordando las sonrisas, enojos e incluso lágrimas que la chica compartió con la pilar. Se preguntaba qué diría ella sí la viese ahora, con dos hijos y a punto de casarse con el hombre que más ama.
La pilar de la niebla suspiró para luego dibujar una fina sonrisa en sus labios, le entregó el broche a Mitsuri y ella lo puso en el cabello de Mei sin problemas.
- Ahora si, tu cabello está perfecto - le dijo mientras veía con brillitos en sus ojos el resultado de su pequeño trabajo.
- Vamos a pasar - ahora era la voz de Aoi junto a las tres niñas que llamaban desde el otro lado de la puerta - Mei, te hemos traido esto - habló la pelinegra entregandole un kimono - es aquel que Shinobu te pasó para aquella cita que tuvieron ambos, vendría muy bien que lo usaras ahora - añadió para luego dar a mostrar una amplia sonrisa - Te queda muy bien el broche mariposa, es cómo lo habíamos imaginado - dijo mientras su voz se quebraba.
Mei notó la tristeza en las palabras de Aoi y corrió hacia ella para rodearla en sus brazos y así poder consolarla.
- No llores Aoi, ella aún las cuida. Estoy segura de eso...No creo que quiera lágrimas un día como hoy - habló Mei secando los ojos húmedos de la chica.
Ella movió su cabeza aceptando lo que la pilar le había dicho, terminó de secar sus lágrimas y suspiró antes de hablar.
- Comencemos a prepararte - dijo ordenandole a las niñas que ayudaran a Mei a cambiarse.
POV Mei
Estaba nerviosa, realmente tenía muchos nervios dentro de mi.
Es gracioso porque a pesar de que ya hemos formado una familia junto a Tanjirou, nunca pensé que me casaría con él tan pronto.
Con eso de los cinco años de vida no creí que sería realmente importante y necesario que hicieramos esto.
Comencé a recordar mis viejas conversaciones junto a mamá sobre cómo sería el día de mi boda, recuerdo que muchas veces dije que no me casaría ni que tendría hijos.
Ahora me resulta aún más gracioso todo lo que está pasando.
Aún así, me gustaría que mamá estuviese hoy conmigo, ella diría las palabras precisas para calmarme.
No solo me falta ella, la ausencia de Muichirou y Shinobu se hacen aún más notables los días como hoy.
- Esta lista - Aoi habló sacandome de mis tristes y nerviosos pensamientos. Mitsuri fue en búsqueda de un espejo que había encontrado en la habitación de Oyakata-sama y lo trajo para poder verme.
- Te ves bellisima - Mitsuri que me miraba con sus mejillas rosadas y pequeñas lágrimas amenazando con salir hizo que sintiera más ansiedad por verme.
Me gire para ponerme frente al espejo y no podía creer lo que veía.
Nunca pensé que el día de mi boda me vería igual que mamá el día en que se casó con papá.
Por cosas del destino que no conozco, mi peinado se parece mucho al que usó ella aquella vez. Ha pasado tiempo desde que me vi en el espejo, puedo notar cómo mi rostro ha ido madurando, tengo aún más facciones similares a la de mamá.
- La extraño tanto...- dije dejando salir las lágrimas que tanto dolían en mi corazón.
Las chicas se acercaron rápido a mi y entre todas me abrazaron.
Siempre escuche que las novias se ponen más sensibles con el matrimonio ya pronto a celebrarse, ahora puedo ver que es algo real.
- ¿Mei? - la voz de Uzui nos alertó a todas, las chicas me arreglaron los ultimos detalles y abrieron la puerta para que él pudiese entrar.
- Estamos listas - dijo Mitsuri orgullosa de su creación.
El pilar abrió sus ojos de par en par al verme, provocó que me sonrojara ante su reacción, creí que quizas no me veía realmente bien y por eso él no sabía que decir.
- Te ves hermosa... - dijo mientras se acercaba a mi - Puedes cambiar de opinión ahora mismo, tomamos a tus pequeños y los criamos como sí fuesen nuestros. Mis esposas los aceptaran felices - hablaba alegre mientras sostenía mis manos.
- ¡Uzui idiota! - Mitsuri golpeó la cabeza del pilar para que él me soltara.
- Estaba bromeado - dijo tocando su cabeza para luego acercarse a mi y susurrarme de forma que solo ambos escucharamos - aunque podría decirlo en serio - añadió.
- No, gracias - dije colocando mi mano en su rostro para alejarlo.
- Ya Mei, estamos listos esperandote. ¿Puedo entregarte? - preguntó ofreciendome su brazo para sostenerme de él.
- Sí no la vas a secuestrar no hay problema - dijo Aoi acercandose a nosotros.
- Iremos justo detrás de ustedes - habló Mitsuri observandolo con unos ojos amenazantes.
- Mujeres, les tengo tanto temor cómo el amor que siento por ustedes - bufó Uzui mientras yo me acercaba a su brazo y me agarraba de él para dejar la habitación.
- Estoy lista - dije con una sonrisa, aunque en realidad mis piernas no paraban de temblar.
- Vamos - respondió Uzui con una gran sonrisa.
Salimos de la habitación para dirigirnos al patio trasero de la residencia, según Uzui allí estarían esperando por nosotros.
Caminamos por la residencia y mis pier as cada vez temblaban más, Uzui notó mi nerviosismo y a ratos me sonreía para que me calmara, aún así sentía mi cuerpo ansioso.
A solo unos pocos pasos del patio me detuve en seco para calmarme un poco, las chicas y Uzui se preocuparon por mi, pero les dije que estaba bien. Era solo los nervios de la novia.
Seguimos caminando hasta que finalmente logramos llegar al patio.
En este corto tiempo se encargaron de adornar el lugar con muchas flores e incluso colocaron un altar hecho con las mismas glicinas, bajo de éste se encontraba Oyakata-sama con una gran sonrisa en su rostro y a su costado estaba Tanjirou.
Tenía su cabello más ordenado y no usaba su haori de cuadros.
Solo con su uniforme de cazador, el que parecía estar demasiado limpio y colgando su katana, la cual es encontraba en su cinturón.
- Son las costumbres del patrón - susurró Uzui - al final son dos cazadores los que estan uniendo sus vidas y corazones - añadió para mi.
Nos acercamos hasta ellos y Uzui me entregó a Tanjirou para luego quedarse junto a Mitsuri y las niñas que habían tomado lugar junto a los demás.
- Tanjirou...Mei - Oyakata-sama nos nombró obligandonos a que ambos lo miraramos - Han de saber que es el primer matrimonio que celebramos entre cazadores de demonios, por ello, he creado mi propia versión de votos para hacerlo - dijo con esa siempre presente sonrisa en su rostro - Comenzare contigo Tanjirou Kamado, tú joven cazador de demonios, ¿Prometes proteger, cuidar, respetar y amar a Mei por el resto de tu vida? - le preguntó a Tanjirou que se encontraba frente a mi, él tomó mi mano antes de responder.
- Hoy, mañana y siempre...Lo prometo - dijo con una gran sonrisa en su rostro provocando que me ruborizara.
- Mei - habló Oyakata-sama llamando mi atención - Tú que eres ya una pilar, ¿Prometes proteger, cuidar, respetar y amar a Tanjirou por el resto de tu vida? - dirigí mi mirada hacia Tanjirou para sonreirle y decir
- Por siempre...lo prometo - dije acercandome a él.
- Entonces yo les entrego mi bendición, que la salud y el amor nunca falte entre ustedes - dicho eso, Tanjirou se acercó a mi para tomarme entre sus brazos y juntar nuestros labios en un eterno beso.
- Te ves hermosa, realmente hermosa - dijo al separarnos para tomar aire, apoyó su frente en la mía y cerramos los ojos sintiendo el amor y la alegría de todos quienes nos rodeaban.
- ¿Debería sentirme mal por no haber sido invitado a tu boda, hija mía? - su voz, aquella voz paralizó cada centimetro de mi cuerpo.
Todos se giraron en búsqueda de quién había hablado y allí, entrando a la residencia se encontraban todas las lunas demoniacas vivas, otros demonios de más bajo nivel y liderandolos a ellos se encontraba él.
- Muzan - gruñí tomado posición frente a Oyakata-sama y con Tanjirou a mi lado.
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DDDDDDDDDDDD: !!
¡PENULTIMO CAPI!
Espero de verdad que les haya gustado, ademas les agradezco por todo el apoyo que está teniendo este fanfic♡
Dos cosas:
1. No estaba segura sí en ese tiempo ya habían espejos, pero para hacer el momento más dulce lo añadí nomas :c
2. Este y el proximo capi serán más extensos de lo normal
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