La guardia (Saga la Donante #...

By Iselayuki

76.4K 7.4K 760

Libro #4 de la Saga La donante. Una historia previa al inicio de la donante. Conoce un poco más sobre los gu... More

Sinopsis
Prologo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Aviso
Capítulo 27

Capítulo 21

1.9K 255 29
By Iselayuki


Las siguientes semanas son toda una travesía, tras un largo viaje desembarcamos en las costas de Portugal, donde se encuentra uno de los refugios. Nos hemos quedado solo algunos días, me he tenido que despedir de Koller. Quien deseaba me quedará a su lado, ya que él sería trasladado a España, donde fueron llevados todos sus equipos para continuar con sus experimentos, y puesto que por los siguientes meses Kyla no podrá ayudarlo, esperaba siguiera asistiéndolo y realmente me vi tentada a aceptar, porque me gustaba pasar tiempo con él, sin embargo, si en algún momento puedo volver, quiero ser más que solo la chica que mueve cosas y espera por recados, quiero poder defenderlo y no quedarme al margen.

Para mi sorpresa, Asim ha decidido unirse a la guardia también, así que nosotros nos dirigimos a Rusia con Liel.

―Estamos a solo unos días ―explica Liel, arrojando otro tronco a nuestra improvisada fogata.

Nos hemos visto obligados a detenernos en varios refugios y a esquivar a los humanos que aún no han sido recluidos o que simplemente se han negado.

El mundo o lo que queda de él, se ha vuelto un caos. Si alguien pensó que los confrontamientos cesarían tras lo sucedido con América, se equivocó. Los pueblos se volvieron contra los pocos gobiernos que aún se mantenían y ahora parece que cada uno lucha para sí mismo. Ni siquiera tengo la certeza de que algún presidente siga al mando.

―¿Los refugios estarán bien? ―pregunto, tras lo visto en la última de las ciudades por las que cruzamos.

Desde luego que no debemos intervenir, pero es difícil no querer hacerlo, cuando las pequeñas pandillas se han vuelto la pesadilla de quien solo busca ocultarse y sobrevivir. Continúan sufriendo inocentes, pero tal como ha dicho Liel, si aparecemos, solo los haríamos entrar en pánico. Algo que no necesitan en estos momentos, así que estamos siendo muy cautelosos.

―Si. Hay un grupo de militares custodiando las entradas durante el día, y por la noche, son los guardias quienes se ocupan. Además, de que sus ubicaciones están bastante escondidas.

―Tengo curiosidad ―murmura Asim jugando con una hoja. Su rostro mostrando rastros de suciedad, como debe hacerlo el mío―. ¿Cómo es que ellos no tienen miedo? ―Entiendo a lo que se refiere. Aunque no se cruzan demasiado los humanos con nosotros, es imposible que no se den cuenta lo que somos. No estando en el mismo complejo, que no es tan grande como lo eran los laboratorios.

―La mayoría de quienes vigilan, saben lo que somos.

―¿Y por qué nos ayudan? ―insiste con una expresión confusa.

Liel entrelaza las manos, inclinándose otro poco hacia el fuego, que ilumina de un modo lúgubre sus rasgos duros. De nuevo es el tipo frio y exasperado que conozco, pero solo en apariencia. Viajar con Asim no nos ha dado mucho espacio, pero la chispa de atracción entre los dos sigue presente. Solo una noche nos escapamos y de pensar las cosas que hicimos, casi podría jurar que mi cara se calienta y cambia de color.

―Algunos desean convertirse ―contesta, mirándome con sospecha, como si adivinara donde se encuentran mis pensamientos―, y otros tienen a sus familias siendo protegidas. Además, de que entienden que en este momento no hay otro lugar mejor donde pueden encontrarse que en los refugios. Para la mayoría no hay mejor aliado que otro vampiro, porque se puede enfrentar a ellos.

Impuros.

Son la pesadilla de muchos grupos de sobrevivientes.

Las personas que desconocen nuestra existencia son cada vez menos y supongo que justamente por eso que Koller a tenido que moverse a las mejores instalaciones que se mantienen en pie.

―En eso concuerdo, afuera es una pesadilla ―asiente Asim, arrojando la hoja al fuego.

―¿Realmente van a convertirlos? ―Ahora soy yo quien pregunta.

Algo que provoco un caos, fue que, en un intento por salvar a la mayor cantidad de personas, algunos fundadores terminaron convirtiendo a varias personas a punto de morir, lo que dejó una necesidad bastante grande de controlar a recién convertidos y mermo el número de guardias disponibles. De ahí que nos tengamos que mover, para ayudar.

No fue agradable ver a un grupo de ellos, son puro instinto y necesidad. Aunque entiendo y apreció lo que hicieron para salvarlos, como conmigo.

―No todos pueden ser convertidos, pero los fundadores están dispuestos a cumplir su palabra.

―Los siguientes meses serán interesantes ―masculla Asim.

―¿Hace cuánto eres vampiro? ―Él sonríe ante mi pregunta.

―Cumplí el centenar unos años antes de que fueras convertida ―explica con una ligera sonrisa. Asim es uno de los vampiros mas tranquilos y relajados que he conocido, no imperturbable y sereno como Liel, sino más bien como si nada le preocupara―. En teoría, soy mayor de edad en años vampíricos.

Resoplo. Sigo debajo de los 20, lo que para ellos significa que soy una bebé.

―Mejor no pregunto tu edad, ¿verdad? ―Liel me sostiene la mirada, pero su mente toca la mía.

"Me lo reservo, probablemente pensarías que soy demasiado viejo". Hay un toque de diversión, pero me obligo a no cambiar mi expresión.

"Presumido".

―Somos afortunados ―la declaración de Asim me hace prestarle atención.

―¿Qué quieres decir?

―No todos pueden elegir que camino tomar y no especialmente, siendo tan jóvenes.

Los miro confundida.

―Lo que Asim quiere decir, es que no todos los fundadores son tan flexibles. ―Él asiente, de acuerdo con la afirmación de Liel.

―Tuvimos suerte al ser convertidos bajo el mandato del señor Danko y no me refiero a el primero, sino a Edin. Los únicos que no obligan a sus convertidos a servirles sus primeros 100 años, son el señor Regan, Bail y Edin. El resto de los fundadores se toman muy en serio el favor, todos son asignados como sirvientes, escoltas o lo que necesiten. No tienes opciones, hasta después de ser lo bastante mayor para incluso cambiar de señor.

Mi cara debe expresar la incredulidad que sus palabras me provocan.

―No tenia idea.

―No es algo de lo que debas preocuparte ―dice con firmeza Liel―, he hablado con el señor Edin y ha dado el consentimiento. Estas bajo mi protección.

―Eso es bueno ―concuerda Asim.

―No tenía idea que debías tener autorización.

Creo entender porque Marine siempre insistía en que era su responsabilidad, pero creí que era una cosa menos literal.

―No es tanto como autorización, se trata más de mantener el orden.

―Y también porque nadie tan reciente opta por unirse a la guardia, eres de las pocas mujeres, no hay muchas de ellas en las filas de la guardia. La mayoría prefiere realizar otras tareas.

Eso si ya lo había notado. Dala, Anisa, Irina y Navia, son los nombres más mencionados, sin contar a Marine.

El olor de humanos alcanza mi nariz y me encuentro mirando los bosques que nos rodean.

―Tenemos compañía ―gruñe Liel.

―Humanos ―confirma Asim.

Solo nosotros tres hemos viajado y tener un encuentro con al menos 50 hombres armados no suena atractivo. Hemos conseguido evadirlos, pero parece que el fuego los ha atraído. Esta es una de las pocas noches que hacemos una pausa y no ha salido bien.

Como si pensara lo mismo que yo, Liel arroja tierra sobre las llamas que en un instante quedan mitigadas, sumiéndonos en las sombras. Mis ojos no extrañan la luz, se adaptan con rapidez, distingo cada una de las siluetas del bosque donde encontramos.

―No los lastimen, a menos que sea necesario. ―Asim mira con disgusto a Liel, pero no puedo discrepar de su petición, aun cuando no sean las mejores personas, sumar cadáveres no me agrada.

Sostengo nuestras provisiones y retrocedo, quedándome fuera de combate, como me ha indicado Liel, debo ser quien mueve muestras cosas. Apesta seguir siendo la damisela en apuros, porque a diferencia de mí, Asim tiene lo básico de entrenamiento y le han dado una espada.

Me concentro en los sonidos de la noche, confirmando que intentan rodearnos.

"¿No es mejor huir?", les cuestiono a ambos.

"Estaríamos conduciéndolos a nuestro refugio".

"No nos queda mucho tiempo antes del amanecer, será mejor darnos prisa".

Mierda.

"Quédate detrás de nosotros", me ordena Liel, mirándome. No tiene que pedirlo. Lo que menos deseo es ser un estorbo.

Los primeros humanos no demoran en aparecer y los dejan fuera de combate rápido, pero eso provoca que la lluvia de disparos inicie. No tengo problemas para seguir sus movimientos, sin embargo, me preocupa que alguien resulte herido. Los faroles de un par de vehículos, con los ladridos de perros confirman como nos siguieron la pista.

"¡Muévanse! Tenemos que perderlos", ordena Liel. "Ve delante, te cubrimos".

Obedezco, moviéndome en zigzag como ellos me han instruido. Correr se supone es la primera lección, y comienzo a entender la razón. No siempre puedes hacer frente a tus perseguidores.

Ellos son persistentes, pero los dejamos atrás sin que reciban otra cosa que algunos golpes.

Pasamos el día en un sótano y al caer la noche retomamos la marcha. Hemos aprendido la lección y saltamos el pequeño descanso.

Es poco más de medianoche, cuando el olor a vampiros me hace detenerme. Intercambiamos miradas con Asim, pero Liel no parece preocupado y cuando reconozco el aroma de uno de los guardias me relajo.

Un trio de guardias aparece a unos metros de nosotros. Reconozco a quien está al frente.

―Fabien ―la voz de Liel suena un poco brusca, pero ellos no parecen inquietos por ello.

―Vinimos a recogerlos ―expresa Fabien, haciendo un gesto detrás de ellos―. Vamos.

Asim es el primero en moverse, yo miro a Liel, él asiente y sujeta mi brazo conduciéndome. En esta ocasión no me sorprende ver un helicóptero, pero si un poco la tensión en Liel.

"¿Pasa algo malo?".

"No, solo si alguien pregunta, estás conmigo". Lo miro extrañada, pero no agrega nada más, aunque no me pierdo la mirada curiosa de Fabien.

Le dirijo una pequeña sonrisa, no olvidando que me protegió de Anisa. Él asiente y ese pequeño gesto hace que Liel se tense aún más. Esto es muy extraño. 

Continue Reading

You'll Also Like

95.2K 4.8K 23
Anabelle Saltzman se despierta en una sala de hospital después de estar desaparecida por 2 años, todos intentan averiguar qué fue lo que sucedió con...
295K 22.3K 24
💙 ๑ೃೀ...﹙ʚ: 𝑽𝒂𝒍𝒆𝒓𝒊𝒂 𝑱𝒂𝒏𝒆 :ɞ﹚ ❛ empezaron en bandos diferentes, pero ambos acostumbraban pelear por lo que creían correcto, así que empeza...
13.1K 1.5K 43
¿Qué pasaría si Carlisle tuviera una hija cuando era humano y si esa hija tuviera el poder de manipular el tiempo? ¿Y si esa misma hija, Crystal Cull...
9.4K 843 62
Después de que una serie de asesinatos comienzan a ocurrir en la ciudad, su vida familiar empeora cada vez más y todo tipo de problemas comienzan a s...