La guardia (Saga la Donante #4)

Capítulo 13

Capítulo 13

A pesar de lo que esperaba, no vamos en busca de Rolan, obviamente sería una locura hacerlo, porque es donde se encuentran los impuros, quienes parecen persuadidos por el sonido del helicóptero y se han desviado, olvidándose de nosotros. Al menos por el momento.

Liel dice que, aunque no son racionales, tienen un enorme instinto de supervivencia y que no se arriesgaran a salir durante el día, cosa que nos permitirá encontrar un refugio provisional.

Eso es bueno, ya que el amanecer llega mucho antes de lo pensado, aunque con nuestra velocidad conseguimos alejarnos bastante. Aparentemente, el objetivo de los impuros eran Kyla y Koller, pero ahora que no están ellos, es muy posible que vengan detrás de nosotros.

Miro las ruinas de lo que parece era un estacionamiento de algún centro comercial, hemos descendido un par de niveles, lo suficiente para evitar los rayos del sol, ahora simplemente, nos sentamos en silencio, uno bastante incómodo. Apenas si lo conozco, y la única experiencia que tuvimos antes de esto, no fue muy agradable que digamos, es posible que piense que soy una tonta por quedarme.

Lo admito. Soy una idiota.

Apoyo mi barbilla en mis rodillas y me dedico a observar la pared, las rocas caídas que hay cerca de esta y lo que era un auto, que ahora está semienterrado en los escombros, espero que no haya tenido ocupantes, claro es posible que el olor me lo hiciera saber, así que es un alivio. El lugar ha sufrido bastantes daños, no tenemos un espacio muy amplio, pero si lo suficiente para no estar uno encima del otro, aunque no es que tuviéramos muchas opciones, todo es un caos. Mi visión que ahora es mucho mejor que cuando era humana, me permitió darme cuenta de lo destruida que luce la ciudad. Realmente, espero que hayan evacuado a las personas antes de que las bombas cayeran. No he visto cuerpos, pero es posible que los mismos impuros se ocuparan de ellos. Pensar en ellos me hace estremecer internamente, una persona normal no sería rival para ellos.

Mi encuentro fue muy breve, pero ellos son tan fuertes como un vampiro y, sobre todo, parecen no contenerse.

Es una locura que nadie los notara antes, porque según entiendo, los vampiros e impuros tienen mucho tiempo existiendo. Aunque justo ahora los humanos deben tener claro que no son los únicos y por eso esos hombres fueron detrás de nosotros. Solo puedo imaginar el caos que debe haber en el resto del mundo.

La guerra solo permitió que su existencia fuera revelada con mayor rapidez. O al menos eso creo.

―Deberías dormir ―lo escucho decir y mis ojos al instante buscan su cara, no me mira, también parece preferir observar el lugar―. Nos moveremos apenas baje el sol. Será una carrera sin descanso durante toda la noche, eso nos permitirá acortar distancia.

Cierto. Debemos estar en los límites de la ciudad y considerando que durante el día no podemos movernos, tendremos que hacerlo durante la noche. 48 horas, eso significa que disponemos de dos noches para llegar. O nos dejaran. No me hizo falta una explicación más detallada para entender lo que quería decir. El destino era algún punto de Europa o Asia, así que, si no lo logramos, estaremos atrapados aquí.

―¿Todos han sido transportados? ―pregunto, curiosa por primera vez. Hasta ahora lo único en lo que estaba enfocada era en proteger a Koller y Kyla, pero por fortuna ahora ellos están a salvo, así que supongo que debería importarme lo que pase con el resto del mundo o lo que queda de este.

Pensar en ello, me hace recordar a Marine. El dolor de su perdida es un crudo recordatorio de mi inutilidad, que me obligo a apartar de mi mente. Ya no estoy tan segura de que esto haya sido una buena idea, ni tampoco de lo que diré a Rolan. Lo conozco mucho menos que a Liel y los discursos nunca han sido mi fuerte.