POV Omnisciente
La chica estaba al otro lado de la puerta de la habitación de la Oiran, su mano temblaba mientras abría esta. La anciana se había retirado de aquel lugar dejandola sola.
Mei abrió la puerta lentamente, una parte de ella se odiaba por no huir, sentía que algo muy malo estaba ocurriendo allí.
Entró lentamente a la habitación, era tan oscura que apenas lograba distinguir sus pies mientras se adentraba al lugar.
- cierra la puerta tras de ti - susurró la voz de la Oiran
Mei hizo caso a lo que esta le ordenó, apenas al cerrar la puerta la luz se hizo presente en la habitación.
No pudo evitar soltar un pequeño chillido cuando vio en el lugar metros y metros de tela que cubrían todo el lugar, era como la tela de su traje, decoradas de bellas flores.
Pero su mirada se detuvo en un rincón del lugar, donde diviso el cuerpo de una muchacha que estaba siendo absorvido por las telas.
- ¿Makio? - susurró
La Oiran frunció el ceño al comprender que ambas muchachas se conocían, la demonio sintió algo de miedo cuando descubrió que la chica venía en busca de su compañera, pero se tranquilizó al recordar que al matarlas a ambar terminaría con la misión de la recién llegada, o al menos eso pensó.
- Sabía que había algo en ti - hablaba la Oiran mientras se acercaba a Mei, tomó su mentón mientras la chica trataba de parecer confundida, pues ella aún no quería ser dedcubierta
- ¿Qué dice? - preguntó Mei, la Oiran se sintió ofendida ante tal comentario, creyó quizas que la chica la estaba queriendo tratar de estupida al pensar que aún esta no se daba cuenta de que era una luna demoniaca
- Dime - habló la Oiran mientras la rodeaba y tomaba su cabello - ¿Vienes sola? - Mei comprendió que esta se había dado cuenta de que era una cazadora, se odio a si misma por haber susurrado antes el nombre de Makio, pero no lo pudo evitar al ver tal horrrible escena
- Si - mintió Mei, sí había fracasado en su misión debía de cargar con la responsabilidad de ello por sí misma, no le cargaría el peso de sus palabras a los demás
- ya veo - dijo la Oiran mientras se detenía en la espalda de Mei, la chica se encontraba desarmada, su espada estaba escondida en la habitación donde pasó la noche con Tanjiro, trataba de buscar una salida pero aún no encontraba nada
La demonio tomó el cabello de la chica y lo miro detenidamente
- Odio que vengan mujerzuelas bonitas a estas lugar - la demonio cortó su cabello dejandola en una melena, Mei ante aquel acto al ver su cabello caer dio un salto alejandose la mujer, la demonio cuando cortó el cabello de la chica con sus uñas le hizo unas heridas en el cuello de Mei provocando que sangre cayera de esta.
- Este olor - susurró - esto parece entretenido - la Oiran lanzó una sonrisa, Mei antes de que pudiera darse cuenta la demonio estaba en frente de esta - vamos a jugar - sentenció
*Mientras tanto*
El día pasaba y aún Mei no lanzaba alguna señal, por lo que Uzui esperaba junto a los cazadores en aquella residencia planeando qué hacer.
- No creo que eso funcione - mufó Inosuke en un rincón - ella quizas esté en problemas - los demás lo miraron sorprendido, era primera vez que el cabeza de jabalí parecia estar preocupado por la chica - pero se lo merece, es una debilucha - terminó de hablar
- Entonces, ¿qué haremos? - habló Zenitsu
El pilar parecía estar sumergido en sus pensamientos, resultaba extraño no tener pistas de la chica, pero no le sorprendía. Ya que el día anterior tampoco había dado señal alguna hasta que Tanjiro fue a verla.
- Seguiremos con el plan - dijo Uzui - Tanjiro ira esta noche, sí ella le dice algo extraño nosotros entraremos en acción, asi que preparense - sentenció Uzui
Los tres chicos asintieron, Tanjiro no pudo evitar recordar lo sucedido la noche anterior con Mei, por lo que su cara se tiñó de un fuerte rojo. Zenitsu notó esta acción de su amigo y dejandose llevar por las ganas de molestarlo comenzó a hablar
- Veo que alguien está siendo muy beneficiado con esta misión - el rubio hablaba susurrando mirando a su amigo peli rojo, el cuerpo de Tanjiro no pudo evitar dar un pequeño salto ante aquellas palabras
- ¿Q-Qué dices? - preguntaba aún sonrojado Tanjiro
- Tú sabes - hablaba el rubio mientras miraba arqueando sus cejas de forma pícara - Tú...Mei..a solas - aquellas palabras fueron como un nectar para el joven cazador, Tanjiro no pudo evitar explotar de lo avergonzado que estaba.
- Tsk - mufó Inosuke - ¡ES SUFICIENTE! - habló el muchacho salvaje mientras se ponía de pie - ¡DIOS DE LA FESTIVIDAD! - el cazador apuntó a Uzui - PREPARAME, YO IRE A ESE LUGAR HOY - una sonrisa triunfante apareció en el rostro del pelinegro
- ¿Iras en la noche? - preguntó Tanjiro
- No, ire de inmediato - pequeños brillitos resaltaban en sus ojos.
- Creo que tengo un plan - habló el pilar
Unos minutos más tarde...
- ¿Qué miran? - preguntó Inosuke al ver a sus compañeros mirandolo silenciosos.
Pasaron unos segundos y ambos chicos estallaron de risa.
- JAJAJAJAJAJA - Zenitsu estaba literalmente llorando de la risa, el joven cazador llevaba sus manos hacia su estomago tratando de resistir la risa.
- Inosuke - habló el peli rojo - te ves muy bien - el joven secaba sus lágrimas en forma de orgullo, él era tan sincero y amigable que no podía evitar ser bueno con su compañero
- Ire solo porque esa debilucha no fue capaz de cumplir su misión - murmuró el joven pelinegro
- Oh...te agradezco Inosuke - hablaba el joven pelirojo mientras se acercaba a su amigo - en verdad te preocupas por Mei - aunque Tanjiro no compredía la verdadera razón de por qué Inosuke iría hasta ese lugar de esa forma, quería creer que lo hacía por ser buena persona.
En realidad, la única razón por lo que lo hacía Inosuke, era porque no podía dejar que una subdita perdiera su vida en una misión tan sencilla, o eso pensaba él.
Esa tarde Uzui vestido de la misma forma que cuando fue a vender a Mei acompañó a Inosuke hasta la casa en donde se encontraba la chica, le presentó al cazador ofreciendolo como una chica más que podría hacer cualquier tarea que se le designara.
- Ella es Inoko - Uzui hablaba mientras le presentaba al señor de la casa a la nueva chica
El señor la miró por un momento hasta que se decidió por comprarla
- Tengo un buen ojo para mis negocios - habló el señor.
Uzui ya había dejado la casa dejando a Inosuke en aquel lugar solo enfrentandose a distintos ojos femeninos clavados en él
- Vaya chica - hablaba una anciana mientras retiraba el exceso de maquillaje en su rostro - así natural te ves mucho mejor
El rostro de Inosuke en natural era realmente bello, sus largas pestañas hacían resaltar sus ojos. Su piel palida y limpia le daba femenidad a sus contornos.
El joven recorrió la casa tratando de escuchar algún comentario sobre Makio o Mei, pero todas las mujeres del lugar estaban calladas, ya sea, por desconocimiento o temor.
Un leve olor a sangre lo dirigió hasta una pequeña habitación, entró y lo que vio le dejó congelado.
Mei estaba siendo absorvida por unas telas al igual que otra muchacha.
Maldición, que par de debiluchas. Susurró.
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Queridas lectoras:
Muchas gracias por todo!
Tanto comentarios, como votos *-*
Nunca pense que llegara a alguna persona que siguiera esta pequeña historia *---*
Ayer no pude actualizar :(
Pero aqui les traigo algo
Espero que les guste
♡