❝Puedes prestar el Death Note a otra persona y seguir siendo el propietario. Esa segunda persona también podrá prestársela a una tercera❞
[Edificio de L]
Aizawa llegó al edificio, con sus pantalones, saco y zapatos en mano pues se los había quitado al tratar de pasar el sistema de seguridad.
– Buenos días.
Matsuda y Soichiro giraron, sorprendiéndose al verlo.
– ¿Qué te pasó en la frente?
– Ah, esto... –tocó la bandita que tenía en la frente.– Nada, una pequeña pelea con mi esposa. Mi hijo aún es pequeño, debería pasar más tiempo con él.
– Sí, hay que pasar más tiempo en casa.
– Que tontería, este lugar es genial. ¿Por qué no traes aquí a tu familia?
– No me compares con un tipo desocupado como tú –giró.– ¿Y Ryuzaki?
– En una cita –miró la pantalla.– Están los tres en el cuarto de Tn.
Soichiro y Aizawa miraron a la pantalla principal, mientras Matsuda tecleaba para sintonizar una de las cámaras del piso de la chica.
– Cámaras de seguridad, eh. Bueno, supongo que no tenemos alternativa sabiendo que Hiryū está involucrada con el segundo Kira.
[Piso de Tn]
Tn estaba sentada en un sofá, viendo con algo de desconcierto a los dos jóvenes que tenía delante. En el sofá frente a ella se encontraban Light y L, el segundo comía un pastel. Y en la mesa entre ambos muebles habían dos tazas de café, una copa con un sundae de fresa y dos porciones de pastel.
– ¿Qué clase de cita es esta? –preguntó, de brazos cruzados y con una ceja levantada.
– Tú querías estar con Light, y Light quería estar contigo, pero –levantó su mano, donde tenía un extremo de las esposas.– debo venir también. Y, aunque los deje solos, puedo verlos por las cámaras –dejó el pequeño plato, ya vacío, sobre la mesa.– No te preocupes por mí, por favor.
– ...Claro...Bueno, como sea –tomó la copa.– Esto lo compensa –comió un poco del sundae.
– Por cierto, ¿Te vas a comer el pastel?
– ¿Lo quieres? Te lo doy si me dejas la fresa.
– Hecho.
La chica sonrió, dejó la copa sobre la mesa y tomó el plato con su porción de pastel, tomó la fresa y le extendió la porción al detective. El pelinegro se estiró para tomar el plato y volvió a sentarse, comenzando a comer.
– Más importante que eso –habló Light. Miró al mayor.–, aunque nos hemos trasladado a este lugar...Ryuzaki, no te ves nada motivado.
– Light-chan tiene razón –comió la fresa.
– ¿Motivado? –pensó un momento.– No lo estoy. De hecho, estoy deprimido.
– ¿Deprimido?
– Sí –comió.– Pensaba que tú eras Kira –tragó.–, y pensar que mis deducciones eran erróneas me han afectado...No, en realidad aún sospecho de ti. Por eso hice esto –levantó la mano en donde tenía su lado de las esposas.– Sin embargo, Kira puede manipular las acciones de la gente –ladeó la cabeza a un lado.– Puede que Kira te haya manipulado para hacerme pensar que eras Kira. Tn y tú han sido manipulados por Kira –ladeó la cabeza al otro lado.– Creo que así lo hizo, para hacer que me sienta así.
– ¿Quieres decir que puede que Tn y yo hayamos sido controlados por Kira, o que puede que seamos el propio Kira?
– Sí, no hay ninguna duda –lo miró de reojo.– Ambos son Kira.
– ...
– Cuando confirmamos que tú eras Kira, en el momento que fuiste encerrado las muertes cesaron; fijándonos en eso, podemos decir que Light es Kira. Pero dos semanas después, volvieron a morir criminales. El poder de Kira puede pasarse a otras personas. Interesante teoría.
– Es posible –comió.– Light y yo éramos Kira, pero transferimos el poder.
– ¡Tn! –intervino su novio.
– ¿Qué? –lo miró.– Tampoco me gusta que Ryu-chan me señale como Kira, pero es una teoría medianamente plausible, acéptalo.
– ¿"Ryu-chan"? –repitió. Sacudió la cabeza levemente.– Sí, es plausible. Pero si eso es cierto, atrapar a Kira será imposible.
– Sí, por eso no sé qué pensar. Si la persona controlada es atrapada, el poder se transfiere y su memoria es borrada. Siendo así, capturarlo no servirá de nada.
– Pero aún no estamos seguros, ¡Anímate un poco!
– Light-chan tiene razón, todavía es sólo una teoría –comió.– Y, en caso de que sea así, entonces tenemos que atrapar a Kira antes de que transfiera el poder.
– ¿Animarme? ...No puedo hacerlo. De hecho, sería mejor que ni nos esforzásemos en atraparle –llevó su dedo incide a su boca y miró al techo.– Si vamos tras él desesperadamente, lo único que lograremos será que nos mate...Tn casi lo hace.
Light miró rápidamente a su novia, con sorpresa. Tn levantó los hombros confusa, pues no recordaba aquello.
– ¿No piensan igual? –preguntó L.
El castaño se levantó.
– Ryuzaki...
El detective lo miró. El chico le dio un puñetazo, haciendo que el pelinegro volase al otro lado de la pared, provocando que él cayera también debido a las esposas. La castaña se sobresaltó, mientras seguía comiendo. El mayor se incorporó, mirando al contrario.
– Eso me dolió.
– No bromees –dijo molesto.– ¡Sólo porque no soy Kira, sólo porque te equivocaste, ¿Sólo por eso te vas a rendir?!
– Me has malinterpretado...Lo que quería decir es que si hacemos algo ahora, eso es lo que podría ocurrir.
– ¡Es imposible que logremos atraparle si no atacamos! ¡Muchos inocentes han sido involucrados en este asunto! –se acercó a él y lo tomó de la camisa.– ¡Además, fuiste tú quien nos encerró a Tn y a mí! ¡Ella casi se mata por eso, es lo que tú dijiste!
– Lo sé, pero...sé que has hecho...sin embargo... ¡Ojo por ojo, mi querido amigo!
Ryuzaki se tiró hacia abajo e hizo un movimiento de capoeria, dándole una patada en el rostro a Light. El castaño cayó hacia atrás, aterrizando en el sofá; y, gracias a las esposas, el detective también aterrizó en este. El sofá cayó hacia atrás, con ambos sobre él.
– No es que mis deducciones fueran incorrectas –se incorporó.– Es simplemente qué, el que Light Yagami fuera Kira y Tn Hiryū la segunda Kira, no resolvería el caso. Por esa razón estoy deprimido, ¿Es que no puedo estarlo?
– No, no puedes –se incorporó.– ¡Estás diciendo que no estarás contento a menos que yo sea Kira!
– ¿Qué no estaré contento a menos que seas Kira? Puede que tengas razón. Me he dado cuenta...que quiero que Light sea Kira.
Ambos se levantaron rápidamente, y Light le dio un puñetazo al pelinegro.
– Una vez más... ¡Soy más fuerte de lo que parezco!
L se giró en un movimiento de capoeira, volviendo a darle una patada al castaño. Se tomaron de las camisas, listos para darse otro puñetazo, pero Tn los interrumpió riendo divertida; ambos la miraron.
– Ok, ok –rió y comió.– Ya me divertí lo suficiente, deténganse.
– ...
– Ahora –ordenó, seria.
Ambos se soltaron, separándose un poco el uno del otro.
– Por dios, ustedes son como dos niños –comió.– Yo no pienso limpiar su desastre, ni Watari tampoco, así que muévanse.
– ...
– ¡Ahora!
Ambos se acercaron a la mesa de café que estaba tirada, tomando servilletas y comenzando a levantar y limpiar el desastre que habían hecho al tirar la pequeña mesa durante su riña.
[Sala de control]
– Bueno, al menos Tn logró detenerlos... –dijo Aizawa.
– Parece que ella tiene el control –rió Matsuda.