Soltaste un suspiro y te dejaste caer con brusquedad a la cama, ya eran las tres de la mañana y te habías dado un baño para ver si podías conciliar el sueño. Miraste tu teléfono y lo tomaste, quizás si escuchabas un poco de música, te dormirías pronto. Arqueaste una ceja al ver una notificación de WhatsApp.
'¿Quién está despierto a esta hora siquiera?' pensaste mientras abrías la aplicación, era tu mejor amiga Katie, abriste su chat para leer el mensaje por completo, pero lo primero que pensaste fue en tu fondo de pantalla, ya que era nuevo el celular, todavía seguía en el predeterminado, quizás lo cambiarías luego.
Gruñiste, pensando en todas las tonterías que tu amigo Lance podía hacer, tu sorpresa fue grande al ver la imagen que Katie te envió.
Maldeciste en voz baja, sabías que Keith, el chico que te gustaba, iba a salir con Lance a beber algo, pero no pensaste que se iban a poner hasta la madre, tecleaste con fuerza tu respuesta, estabas molesta tanto con Lance como con Keith.
Agradecias a esa muchacha, sonreíste un poco, te incorporaste de la cama para cambiarte la pijama y ponerte algo cómodo y abrigado, hacia frío afuera, tecleaste mientras te ponías tus botas y tu gorro.
Sabías que no iba a acabar en un simple putazo, guardaste tu celular y bajaste con cuidado las escaleras, ya que de seguro tu hermano, Shiro, seguía dormido, tomaste las llaves del auto y saliste en busca de los dos.
Te estacionaste cerca del puente, cerraste la puerta y activaste la alarma, caminaste con paso pesado hacia el puente, dando un salto con agilidad para bajar, viste al latino y al coreano, el último inconsiste en el piso. Te cruzaste de brazos y arqueaste una ceja, esperando una explicación por parte del moreno. — ¡Él empezó a beber demas! — señaló Lance, alzando los brazos en señal de inocencia, tu mirada volvió al chico azabache, caminaste hacia él, alertando a Lance, quien retrocedió para evitar un golpe o un reproche.
Diste un leve golpe en la mejilla de Keith, este gruñó y se giró hacia el lado contrario a ti, miraste a Lance, quien sentía que su alma se salía del cuerpo, — Ayúdame a cargarlo al auto, luego hablaremos sobre esto — ordenaste, el moreno asintió, caminando rápidamente hacia donde se encontraba el azabache para cargarlo, suspiraste con pesadez y te dirijiste al auto.
Lance ya se había ido a su casa, después de un regaño de tu parte, tuviste que regañarlo afuera, ya que, si lo hacías adentro, posiblemente recibiría un regaño peor de parte de Shiro al ser despertado. Miraste a Keith, que dormía plácidamente en el sofá de tu habitación, suspiraste, ya eras las cuatro y media de la mañana y tú no habías dormido ni una mierda, te habías puesto tu pijama y te recostaste en tu cama, haciéndote bolita.
Pero justo cuando tus ojos se estaban volviendo pesados, Keith gruñó en señal de que se había despertado, te sentaste y le miraste feo, en parte por haber interrumpido tu intento de sueño y en parte por haberse puesto hasta la madre. — ¿Qué-? — consiguió decir antes de reprimir una arcada, rápidamente le señalaste el bote de basura, y el sin rodeos vomitó ahí. Hiciste una mueca de asco, pero, te incorporaste y le diste unas cuantas palmadas en su espalda.
— Te pusiste hasta la madre con Lance, Kogane — dijiste una vez que el mencionado dejó de vómitar, le diste un pañuelo húmedo para que se limpiara. — Agh, maldición — el te miró, — ¿Supongo que esta en tu habitación? — preguntó, asentiste, luego regresaste a tu cama, — Puedes dormir aquí, ahí — señalaste tu escritorio, — Hay ropa que robé de Shiro, para que duermas cómodo — sin nada más que decir, te tapaste con las cobijas y cerraste los ojos, decidida a dormir de una vez por todas.
Escuchaste como Keith murmuraba un 'Gracias', también el sonido de su ropa al cambiarse, suspiraste mentalmente, por fin dormirías en paz. O eso creíste hasta que sentiste un peso a tu lado, abriste los ojos de repente. — ¿Qué rayos haces? — preguntaste al ver al azabache acurrucado a tu lado, el te miró, esa mirada, esa maldita mirada que llamó tu atención.
— Dijiste que podía dormir aquí... — tu rostro se tornó rojo al ver que no entendió lo que le dijiste, y a pesar de que te referías que durmiera en el sofá, no te incomodaba el tenerlo ahí a tu lado, no tuviste más remedio que desviar la mirada, — Maldición Kogane — murmuraste, él por otra parte, estaba ligeramente confundido y con un tremendo dolor de cabeza, de igual manera, no tardó en caer dormido a tu lado.
Pasaron unos minutos y por fin te sentías cansada, sentiste como los brazos del coreano te rodeaban y te apegaban a él, el rubor se apoderó de tus mejillas, sin embargo, te acurrucaste y cerraste tus ojos, a la vez que volvías a murmurar — Maldición Kogane —.
Estaba buscando imágenes de Keith y me salió la del chat y dije, 'No quedaría nada mal' y eso, fu¿? La imagen completa por si la quieren admirar¿?
Pues nada, ya me voy a dormir, jus¿
Dancing-Bi-Myself~