Otro mundo [Libro 1][Eldarya]...

By AdrianaEDaSilvaT

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Prologo Elizabeth es una chica de unos 25 años que, a pesar de estar en un mundo real, esta constantemente te... More

Prologo
Capítulo 1: Llegada al otro mundo
Capítulo 2: La guardia de Eel
Capítulo 3: Test faérico
Capítulo 4: El espía
Capítulo 5: Humana trepadora
Capítulo 6: La primera misión
Capítulo 7: Los peligros de la cueva
Capítulo 8: Un elfo muy mandón
Capítulo 9: Un ente azul
Capítulo 10: La poción y un día de diversión
*Especial Halloween*
Capítulo 11: Traición
Capítulo 12: Desahogo
Capítulo 13: Noche con el Obsidiana +18
Capítulo 14: El perdón
Capítulo 15: La historia tras el cristal.
Capítulo 16: Entrenamiento en la oscuridad
Capítulo 17: Noticias de Oriente
Capítulo 18: Aprendiz de enfermera
Capítulo 19: Magia
Capítulo 20: Cena para cinco
*Especial San Valentin*
Capítulo 21: La ceremonia
Capítulo 22: Amor dominante
Capítulo 23: Bajo la luna +18
Capítulo 24: Desaparecidos
Capítulo 25: Aparición nocturna
Capítulo 26: La isla
Capítulo 27: En el interior
Capítulo 28: Detrás de las máscaras
Capítulo 29: Diario de un Dragón enamorado
Capítulo 30: Un poder desconocido
Capítulo 31: La Guardia Brillante
Capítulo 32: Secretos
Capítulo 33: La Guardia Glacial
Capítulo 34: Mensajes
Capítulo 35: Idiota
Capítulo 36: Olvídame
Capítulo 37: Controlado
Capítulo 38: Un viaje mágico
Capítulo 39: Derdranë
Capítulo 40: Bajo el Sauce
Capítulo 41: Prometidos
Capítulo 42: El clan
Capítulo 43: Vitalum Vitalis
Capítulo 44: Uno +18
Capítulo 45: ¿Quién soy?
*Nevra Spin Off*
Capítulo 47: El origen de todo
Capítulo 48: De nuevo en Eel
Capítulo 49: En la mente del druida
Capítulo 50: El escondite
Capítulo 51: Sin respuestas
Capítulo 52: La feria Carmesí
Capítulo 53: El ritual
Capítulo 54: Dolor
Capítulo 55: Cazadores de Elegidos
Capítulo 56: Una invitación
Capítulo 57: En silencio
Capítulo 58: A sangre fría
Capítulo 59: Premonición
Capítulo 60: El orbe de Nahaira
*Portada de la segunda temporada*
*Especial Halloween 2019*
Segunda temporada comenzada

Capítulo 46: Caminante de mentes

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By AdrianaEDaSilvaT


Habían pasado varios días desde mi charla con Morgana. No habíamos vuelto a tener noticias de Lynnette y era algo que nos tranquilizaba a todos. Nevra me comentó que Devin iba a ir a la sede del clan cuando abandonáramos Derdranë, ya que quería disfrutar de sus hijos el tiempo que estuvieran aquí, ya que el tema que tenía que tratar con los del clan era un tanto delicado, sobre todo por las consecuencias que eso podría tener con sus alianzas.

Poco a poco yo comencé a leerme el libro para meterme en la mente de los demás, como había hecho Morgana conmigo, pero era un libro tedioso y pesado.

Nevra seguía enseñándome a traducir los pergaminos de la misión. Ya había pasado una gran parte al idioma inicial y luego de ahí lo traduciría al nuestro. Algo que se ve que le daba mucho fastidio.

– ¡Estoy obstinado! – comentó desde su asiento estirándose.

– ¿Qué paso amor? – le miré desde el sofá por encima del libro.

– Primero...Me encanta que me digas amor...– sonrió ladino levantándose – Segundo necesito un beso...– caminó hacia mí, besó mis labios y sonreí – Y tercero es todo tan aburrido y tedioso...

– Piensa que te queda poco – me puse de rodillas en el sofá y le di otro beso.

– Lo sé...Pero creo que necesito hacer ejercicio, llevo como dos meses sin entrenarme y creo que me hace falta desconectar de esa forma.

– ¿No te parece suficiente ejercicio el de todas las noches? – le miré alzando una ceja y con sonrisa ladina.

– Umm...Que buen ejercicio – besó mis labios de forma sensual – Pero necesito practicar ¿Qué dirá mi guardia si su jefe llega fofo?

– Pensaran que al fin tienen vacaciones jajaja

– Serás...– se puso hacerme cosquillas y me separé rápidamente – Anda no seas mala... ¿Vienes conmigo a practicar un poco?

– Está bien – me levanté y le di un beso – ¿Dónde y a qué hora?

– En el sauce, después de almorzar ¿Te parece?

– Ahí estaré – sonreí.

Me reuní con Nevra en el sauce después de la comida. Él antes tenía que arreglar unas cosas con su padre y al parecer tomaron más tiempo de lo previsto puesto que llegó un poco más tarde.

– Perdón, llego tarde lo sé...– se acercó y me besó.

– Tranquilo lo entiendo – le sonreí – ¿Cómo quiere entrenar Jefe Sombra?

– ¿Ahora si soy tu jefe? – me sonrió ampliamente.

– Bueno... Puedo pasar la vista gorda de que no estamos en Eel por hoy...

– Empecemos por un calentamiento suave, tengo que retomar esta rutina si no quiero que mi guardia me mande a principiante jaja.

Comenzamos con un calentamiento básico que nos hacía a todos sus miembros de guardia cuando estábamos en la cueva, básico para él, puesto que nunca derramaba una sola gota de sudor y yo ya estaba algo roja. Se notaba que también me había ablandado en cuanto a entrenamiento se refiere y también necesitaba practicar.

Después del calentamiento comenzó ya el entrenamiento fuerte. Había aparecido diversas armas de madera, para no lastimarnos, para practicar reflejos, puntería y también algún que otro tipo de estrategia de ataque sin el uso de la magia.

Después de un par de horas de entrenamiento la noche ya había caído y con ella me caí al suelo por quinta vez que me derrumbaba Nevra, totalmente sudada y roja.

– Has perdido un poco tu toque – se tumbó a mi lado.

– ¡Cállate! ¡Tú ni te has despeinado! – respiré agitada y le miré – ¡Ni una gota de sudor!

– Es lo que tiene ser vampiro – sonrió de lado.

– No es justo...– me di la vuelta y me senté sobre él a horcajadas y comencé a despeinarle. – Mejor... Aunque no fuera por el entrenamiento al menos no soy la única que parece un desastre.

– Te ves muy sexy...– dijo observándome con su ojo gris de arriba abajo mientras se mordía el labio. Se apoyó en los codos sin dejar de mirarme, incorporándose un poco.

– Claro, sudada y toda roja, ideal para seducir...– le miré, se acercó a mí, retiró mi cabello a un lado y comenzó a besar mi cuello mientras sus manos tomaban mis caderas.

– A mi encanta... Y aun se me ocurre una buena idea de cómo acabar este entrenamiento...– siguió besando mi cuello y no evité soltar un suspiro.

– Nevra...Puede venir cualquiera...Y vernos...– perdí mis manos en sus cabellos, aunque no negaré que resultaba excitante el lugar.

– Estamos detrás del sauce... Nadie nos verá...Aparte...soy su Jefe de Guardia...Esto es una orden...– sonrió con picardía sin dejar de mirarme con lujuria.

Tomó mi cuello y me besó con un deseo ardiente, perdiendo sus manos por mi cuerpo. Me dejé llevar por sus caricias, deseando que nadie nos hubiera oído ni visto.

Después de eso y un buen baño caliente con una copa de vino, nos fuimos a dormir.

Al día siguiente decidí por fin poner en práctica lo que leía del libro con Umbra o con Shaitán. No estaba segura de que eso fuera a funcionar con familiares, el libro no te decía lo contrario, pero tampoco lo afirmaba.

– Bueno pequeña mía... ¿Te importa si indago en tu mente? – Umbra me miró e hizo aman de un pequeño maullido.

– ¿Qué harás? – Nevra me miró curioso desde su sitio.

– Probar lo que hace tu madre con Umbra... Capaz funciona...– le miré – Deja de mirarme que tienes que traducir.

– Malvada...– suspiró y volvió a lo suyo.

Miré a Umbra que estaba sobre mis piernas. La acaricié y leí el capítulo en el que te hablaban de la introducción de tu subconsciente en la mente de otro.

Respiré hondo y coloqué mis manos sobre la cabeza de Umbra. Visualicé como mi ser recorría mi cuerpo y pasaba por mis brazos, para acabar en mis manos y luego fusionarme en una conciencia que no era la mía.

Veía en mi mente lo que mi familiar estaba viendo en ese momento. Se lamía sus patas y echó un vistazo hacia Shaitán, que estaba en los pies de Nevra comiendo una gallyflor.

– Bien...Ahora...déjame ver más atrás...– intenté hacer que Umbra retrocediera en sus pensamientos.

Acabé en el sauce, corriendo de un lado a otro, persiguiendo a un minaloo. Sonreí viendo lo bien que se lo pasaba Umbra con los demás familiares.

Fui yendo más atrás y vi que estaba en el Jardín de la Música en Eel. Estaba sobre mis piernas y oía la voz de Jinrei hablarme y de repente no vi nada, era todo negro, no había sonido, no había nada. Lo siguiente que vi fue mi rostro llorando mientras la abrazaba. Era cuando Jinrei la mató.

– Oh Umbra...– dejé de indagar en su mente y la abracé con fuerza – Perdóname por hacerte recordar eso – lamió mi mejilla y la dejé en el suelo. Sequé la lágrima que había derramado al recordarme ese día.

– Veo que pudiste hacerlo – observé a Nevra que me miraba con atención.

– Si, pero siento que eso le hace daño emocional...

– A ella se la ve bien...– Umbra había saltado sobre Shaitán para morderle la oreja y darle con las patas traseras para invitarle a jugar por el despacho.

Nevra se levantó evitando molestar a los familiares y se sentó a mi lado tomando mis manos.

– Pruébalo conmigo

– ¿Qué? No estoy preparada, no sé si podré con una mente mucho más grande y compleja.

– Inténtalo – me sonrió de forma cálida.

– Está bien...Piensa que quieres que vea.

– Pero ponte encima mío anda – me senté de lado sobre él y me abrazó con fuerza. – Venga, estoy listo.

Puse mi mano en su mejilla y otra vez dejé que mi ser pasara por mis brazos hasta adentrarse en la mente de Nevra, en ese momento me vi a mí misma sobre él con los ojos totalmente en blanco. Él sabía que estaba ya dentro de su mente y bajó la vista mirando mi escote, se acercó a darme un leve beso ahí y no evité golpearle el hombro.

– Perdón jajaja, es algo que no puedo evitar... Me provocas demasiado.

– Lo hiciste aposta jaja. Anda deja que me concentre...

Volví a respirar hondo e indagué por su mente, no buscaba nada claro y me era difícil buscar un recuerdo en concreto.

Hasta que se me ocurrió uno que quería ver e intente meterme por su mente. Resultaba algo complejo, la mente era compleja. Los recuerdos podrían estar tras algo significativo de ese día y encontré lo que quería. Una gallyflor. Me acerqué a ese recuerdo y comencé a verlo en mi mente como si yo viviera ese recuerdo.

Estaba en el bosque, había estado lloviendo y Nevra estaba bastante lejos de Eel y entonces, a los pies de la montaña se fijó que había un familiar, herido de una pata y se acercó a ese familiar.

"Vaya eres un black gallytrot... Eres una criatura muy hermosa... ¿Te han herido?"

El familiar le gruñó enseñando los dientes, pero Nevra no se rendía, podía oír sus pensamientos, quería poder cuidar y curar a ese black gallytrot. Él no tenía familiar, ninguno le complementaba y sintió que ese familiar podría complementarle bien, pero primero tenía que ganarse su confianza.

Buscó por el monte en donde estaba, sin perder de vista al familiar, una planta, una especie de flor de fuego, era una gallyflor, la comida favorita de los black gallytrot.

"Tranquilo...mira...tengo esto para ti..." le extendió la flor, pero recibió un mordisco del animal. Estaba realmente asustado.

Nevra insistió un poco más, pero esta vez el animal de dio un zarpazo con su pata buena en la cara. Sentí el dolor de Nevra y vi cómo se llevaba la mano a la cara, estaba totalmente ensangrentado. La visión se volvió borrosa por el lado izquierdo.

"Hazme el daño que quieras, pero tú te vienes conmigo para curarte"

Estuvo un buen rato intentado acercarse al animal, recibiendo mordiscos y zarpazos. Después de unas horas el familiar acabó aceptando la flor, Nevra demostró que era digno de estar con él.

Nevra lo cargó y lo llevó al pequeño campamento que había formado y ahí curó al animal y decidió llamarle Shaitán.

Lo siguiente que vi fue a Eweleïn diciéndole que había perdido prácticamente la visión del ojo y que iba a tener que llevar un parche para poder estar más cómodo a la hora de ver, pero que tenía el ojo infectado por el familiar, algo que no iba a expandirse más. Nevra pensaba que eso era lo de menos, lo importante era que había salvado a Shaitán y ahora lo iba a tener siempre a su lado.

– Vaya...– quité mi mano de su rostro. – Entonces fue así...Así conseguiste a Shaitán... Bueno... y por defecto perdiste parte de tu vista...– de forma instintiva acaricie el lado de su rostro que tenía el parche y él entrecerró un poco el ojo bueno sintiendo esa caricia.

– Y como sabrás no me arrepiento de nada. – me sonrió – ¿Por qué has ido a ese recuerdo? Pensé que buscarías algo más...intenso...

– Bueno, no quiero que sufras recordando cosas desagradables por mi curiosidad...

– Esas cosas son pasado...Ahora estoy contigo... Busca más cosas. Vas a tener que adentrarte en la mente de un hombre que seguro que será complicado.

– Está bien...– suspiré y volví a adentrarme en sus recuerdos.

En el recorrido de sus recuerdos vi una pequeña seta con ojos y según lo que había leído en los libros de Eel era de la raza de las miconidas. Recordé lo que hace tiempo me dijo Eweleïn sobre Karenn y una miconida por lo que decidir indagar.

Iba corriendo por las callejuelas de un pueblo, reconocí que era Balenvia por las fotos que Nevra me había enseñado. Entró de golpe en una estancia donde vi a Eweleïn al lado de una camilla, trabajando con rapidez.

"¿Qué ha pasado?" preguntó Nevra angustiado mientras veía a Karenn.

Ella estaba recostada en la camilla, su color de piel se había vuelto verdoso y le comenzaron a salir sarpullidos extraños por su cuerpo. Podía sentir la angustia y desesperación de Nevra.

"Mordió una miconida, no sé cómo paso, pero se ha intoxicado ¿Llevaba mucho sin comer?" la elfa miró a Nevra.

"No lo sé, me dijo que había comido al salir de Eel"

De repente Karenn empezó a convulsionar y Eweleïn se acercó rápido a ella para ver que tenía. Empezó a salir espuma de su boca y Nevra se ponía más nervioso, intentando ayudar a Eweleïn sin que ella lo pidiera.

"Venga Karenn, aguanta. Sé que vas a salir... No me dejes hermanita" le hablaba Nevra.

"Nevra ¡Sal de aquí! Sé que estás angustiado, ¡pero déjame trabajar!" gritó la elfa y pidió a un hombre que estaba en la sala que sacará a Nevra mientras este llamaba a su hermana.

Pude ver como tiempo después Nevra seguía fuera de la estancia, caminando de un lado a otro, sentía como lloraba y sus pensamientos iban recordando las cosas que hacía con su hermana y que sería su vida sin ella.

"Puedes entrar a verla, ha salido ya de peligro, por suerte hemos encontrado un antídoto que las miconidas nos dieron para este caso" Eweleïn le invitó a entrar y Nevra corrió a verla.

Tenía mejor aspecto y su rostro estaba relajado. Nevra suspiró y se puso al lado de su hermana que dormía tomándola de la mano.

"Sabía que eras muy joven para venir aquí...No debí de dejarte sola...Perdóname..."

Alguien me sacó de ese recuerdo y me llevó a otro, otra estancia, era la enfermería de Eel. Ahora la que estaba en la camilla era yo y podía sentir aún más la angustia de Nevra.

"Por el Oráculo Eli...No me dejes por favor... Aún hay mucho que te quiero mostrar... Cosas que quiero que veas...Joder... Cosas que quiero decirte...No me dejes... Te necesito a mi lado, necesito ver tu sonrisa cada mañana...Vuelve a mí..." lloraba de forma angustiosa, podía ver como las lágrimas caían encima de la mano que me estaba sujetando y con la otra acariciaba mi mejilla y mi cabello.

De repente una luz comenzó a parpadear fuerte y oí a Nevra soltar un grito en el momento que entraba Eweleïn con otro enfermero a la sala.

"Su corazón ha vuelto a dejar de latir" informó la enfermera.

"¡No! ¡Sálvala Eweleïn! ¡Ella no puede morir! ¡No me dejes Eli, no me dejes!" apretaba con fuerza mi mano.

"¡Roeze saca a Nevra de aquí!" gritó la elfa sin separar su vista de mí.

El enfermero empujó a Nevra fuera de la estancia mientras este hacía fuerza para que no sucediera gritando mi nombre. No quería soltar mi mano, hasta que un gesto fuerte del enfermero hizo que la soltara y lo arrastró hacia la salida. Podía sentir el dolor que salía de su pecho y la angustia que tenía.

No pude evitar soltar unas lágrimas viendo esa escena y sentí como alguien me tocaba las mejillas para limpiarlas, sacándome de la mente de Nevra.

– ¿Por qué me has llevado ahí?

– Quería que vieras lo que me importas...Lo que sentía por ti... Por más que lo negara...– besé sus labios de forma suave.

– Eso es algo que ya se...– acarició mi mejilla.

– ¿Y por qué fuiste por el recuerdo de Karenn?

– Ewe me había dicho que solo te había visto así de preocupado solo cuando Karenn mordió una miconida y quería saber qué había pasado. Perdóname si te hice recordar cosas malas...– besé sus manos.

– No tienes que disculparte. Ahora busca algún recuerdo oculto, algo que te sea difícil de acceder, que yo quisiera olvidar...– me sonrió y tomó mi mano para colocarla en su mejilla.

Cerré los ojos y respiré profundo.

Caminé por la mente de Nevra en busca de algo y me llamó la atención dos puertas que estaban algo oscuras. Una era la puerta del cuarto de Valkyon en Eel, algo que intuía lo que quería decir y la otra era la puerta de su cuarto en Derdranë. También intuía lo que significaba, no quería dañarle recordando eso, pero él me pidió que indagara y buscará en los recuerdos que él quiere olvidar y entre esos recuerdos estaban esas dos puertas.

Cuando iba a adentrarme en el recuerdo de Derdranë otra puerta me llamó la atención. Era de barrotes y metálica, con un par de cadenas colgando. Estaba bastante lejos y oculta entre muchos recuerdos. Era eso lo que tenía que hacer, adentrarme entre los recuerdos ocultos, caminé hacia ese recuerdo. Sentí la respiración nerviosa de Nevra al saber que me acercaba a su recuerdo, a ese recuerdo.

Abrí la puerta con lentitud con miedo a lo que podría ver, ya que notaba que esto si asustaba a Nevra.

Él estaba caminando por un pasillo, estaba bastante iluminado y decorado de forma ostentosa, como de la riqueza marroquí. No reconocía el lugar, no era ni Eel ni Derdranë. Nevra se detuvo frente a un espejo que había en ese pasillo.

Al obsérvale se notaba que era un Nevra juvenil, con dieciséis años, pude verle por fin los dos ojos grises y seguía aun con su sonrisa cálida y pícara. Era un chico bastante alto y delgado, apenas tenía musculatura, nada que comparar con el Nevra de ahora, pero seguía siendo igual de atractivo. Se arregló el cabello que lo tenía mucho más corto y se acomodó el cierre de su capa para seguir su camino.

Entró en una puerta que llevaba a unas escaleras que bajaban y al acabar se encontró con su padre.

"Bien hijo, tienes que elegir quien será la humana con la que te vas a alimentar gran parte de su vida. Ya tienes la edad para eso, ya no necesitas de estar yendo de una en una"

"A madre no le gusta esto..."

"Lo sé, pero está en nuestra naturaleza, nuestro clan es así, y el de los demás también."

"Pienso como madre, esto se puede hacer de otra forma..."

"Bueno, tal vez hoy cambies de idea, es la forma más fácil de conseguir alimento. Nosotros ejercemos un vínculo muy fuerte de quien nos alimentamos, por eso es importante que elijas bien y que encuentres ese vínculo especial entre tú y el alimento que elijas."

Su padre le tomó del hombro y siguieron caminando por un oscuro y angosto pasillo. No había ni una sola antorcha para iluminar el camino, pero podía ver perfectamente por dónde iba.

Oía a lo lejos el llanto de muchas personas y súplicas de liberación. Su padre se detuvo ante un hombre, que también era vampiro, y este le abrió la puerta.

Lo siguiente que vi me dejo de piedra. Se podía ver un pasillo extremadamente largo, bastante frío y oscuro, iluminado por la tenue luz de pequeñas antorchas. A ambos lados del pasillo había diversos barrotes o celdas. Podía oír gritos y más llantos. El olor a sangre era realmente penetrante y bastante intenso.

Nevra miró a una de las celdas y pude ver a mujeres y hombres, prácticamente desnudos, llorando y suplicando que los liberaran de esa prisión.

Mientras él seguía caminando, se podía ver más y más celdas igual de llenas de hombres y mujeres. En una de las celdas vi a una mujer, con una capa negra y cabellos rubios, cogiendo a un hombre con una cadena por los brazos y tirándolo al suelo, para luego ponerse sobre él e hincarle los dientes de forma tan fuerte que el hombre solo podía gritar.

"Humanos, la escala más baja de la evolución. Escoria. Muchos fuimos cazados por su altanería. Deberían de sentir placer de servirnos al menos de alimento"

Sentía que a Nevra todo esto le parecía repugnante y denigrante, en su mente no podía entender cómo alguien podía hacer eso de forma tan salvaje. Si, él bajaba y se alimentaba de algunas chicas, pero por que no tenía otra forma de obtener alimento, y aun así le parecía algo salvaje. Seguramente si hubiera nacido vampiro puro, como su padre, jamás tendría la conciencia que tiene ante estos hechos.

"Llegamos" su padre se detuvo ante una de las celdas. El suelo estaba ensangrentado y la vista de Nevra se situó al fondo de la estancia donde había varias chicas encadenadas a la pared por el cuello. Debían de tener la edad o un poco menos de la edad de Nevra. "Escoge la que más te guste, la que te llame más la atención su olor, puede que esa sea tu vinculo. Si no la consigues ahora no te preocupes, cuando esta muera buscamos a otra" todas temblaban de miedo y solo sabían llorar. Muchas tenían magulladuras de golpes en su cuerpo y Nevra pudo ver que en un lateral una estaba casi agonizando por un vampiro que no supo cómo parar, seguramente uno más joven que él.

"Pero...Son niñas...Yo no me alimento de niñas..." Nevra miró a su padre, no quería hacerlo.

"Hazlo hijo, escoge una, es una orden. Así está más tiempo de vida contigo ¿Quieres defraudar a tu clan?"

Nevra caminó con nerviosismo hacia las chicas, todas le miraban negando con la cabeza y le suplicaban que no lo hiciera. Pasó saliva de forma pesada y olfateó el cuello de varias, en busca de quien le llamará más la atención, bajo la atenta mirada autoritaria de su padre y al fijarse bien, bajo la atenta mirada de otro miembro del clan.

Se detuvo ante una chica joven, de cabellos castaños, era la más bajita de las chicas, pero la que parecía más fuerte y sana. Su padre sonrió e hizo un gesto al hombre que estaba a su lado y desatado a la muchacha sin soltar las cadenas de sus manos, solo quitó las de su cuello y la lanzó a los pies de Nevra.

"¡Por favor! ¡Se lo suplico! ¡Déjeme salir! ¡No merezco esto!" la chica se aferró a la pierna de Nevra, pero recibió un golpe en la espalda del hombre que los acompañaba.

"¡No le pegue!" gritó Nevra con fuerza.

"Vamos hijo ¿A qué esperas?"

Nevra miró a la muchacha quien lloraba con fuerza y luego a su padre, no quería hacerlo, pero era su obligación y la sed le quemaba la garganta. Así que se acercó al cuello de la muchacha enterrando sus dientes en su vena, para absorber mejor la sangre, mientras la muchacha no hacía más que gritar. Su sangre sabía bien, pero no sentía ese vínculo que tanto le recalcaba su padre.

Al acabar la muchacha quedó desmayada a los pies de Nevra.

"Llévala a la habitación de mi hijo. Será su alimento"

"No padre, yo no..."

"¡Ya basta hijo!"

Su padre salió de la estancia y Nevra miró a las muchachas que seguían llorando.

Salí rápidamente de ese recuerdo totalmente horrorizada por lo que acababa de ver. No podía mediar palabras ante tal recuerdo. Usaban a los humanos como simple alimento, provocándoles dolor y dejándoles vivir como si fueran escorias.

Miré a Nevra que me observaba con tristeza ante ese recuerdo y no evité levantarme rápidamente de encima suyo y alejarme.

– Eli...– se acercó a mí – Yo no soy así... Lo sabes...

– Pero...Pero sabes que eso sigue pasando...Sabes para qué usan a los humanos...Yo... – me costaba entender todo lo que había visto – ¿Eso fue lo que pensaste al verme por primera vez? Recuerdo que hablaste de mi olor...y del almuerzo...

– ¡No! – se acercó a mí tomando mis mejillas y haciendo que le mirara – Desde el día que acabas de ver en mis recuerdos me alejé de esa vida. La muchacha que vistes se llama Louisa, la dejé irse en cuanto llegue a Derdranë, le di dinero y le pedí que buscara un buen lugar donde vivir, un lugar donde los humanos fueran aceptados y acabó en Eel.

– ¿Qué...?

– Si, ella fue quien me habló de Eel, sigue ahí, pero en vez de vernos nos escribimos cada bastante tiempo, aún la reconozco entre la gente y ella a mí, ya ha formado una familia y todo – sonrió de forma leve – Pero yo prefiero mantener las distancias de ese recuerdo. Me alegro de que encontrara la felicidad, al menos ella tuvo esa oportunidad.

– Creo que se topó con el mejor de todos...Le diste algo que ninguno le hubiera brindado. Eso te hace grande...– me sonrió de forma cálida, agradecido.

Tomó con fuerza mi mano y caminó hacia el sofá e hizo que me sentara en sus piernas como antes, abrazándome con fuerza.

–Sé que es duro de ver, mi madre está luchando con fuerzas para que eso deje de pasar. Ha conseguido que, desde que pasó ese recuerdo, el clan de mi padre se alimente sin esclavizar a humanos. Más o menos como lo hago yo, esperan a que lo pidan o seduciendo sobretodo...– pasó saliva – Pero los demás clanes...Aun lo hacen...

– Eso es un horror...– suspiré.

– Yo jamás te he podido ver como un alimento, a nadie veo así. Si, tu olor me atrae como nunca lo ha hecho otro olor, pero no pienso alimentarme de ti.

– ¿Y ese vínculo que nombro tu padre?

– Suele haber una unión entre el vampiro y su...alimento... Una especie de comunión entre ambos. Algo bastante fuerte, pero nunca lo he llegado a experimentar, nunca he conectado con nadie de esa forma cuando me alimento. Según mi padre, ese vínculo es único y te permite hasta conectar tu mente con la de esa persona, sin necesidad de hechizos ni nada. Pueden comunicarse sin hablar, es un vínculo que se rompe cuando su sangre deja de recorrer tu cuerpo, por eso los vampiros suelen estar siempre con su vínculo. Es necesario un mordisco para eso, no sirve que te den la sangre en un frasco o un simple arañazo con tu colmillo, tienes que hincar el diente.

– ¿Cuál es el origen de ese vínculo? – le miré curiosa.

– Es más bien una leyenda...– me miró pensando – Según recuerdo, se decía que uno de los altos vampiros se enamoró locamente de una humana, la cual no usaba nunca como alimento. Un día, otro vampiro de su clan mordió a su amada dejándola en muy mal estado. Él entró en cólera y quiso hacer lo posible para que ella viviera, por lo que optó por morderla para poder transformarla, aunque pudiera llegar a matarla. Al beber su sangre sintió mucha vitalidad, mucha energía, algo que nunca había sentido antes, pero desgraciadamente ella no aguanto la transformación y murió, pero oyó en su mente la voz de ella diciéndole que no lo odiaba y que lo amaba. Palabras que hicieron eco en su interior. Lleno de dolor, usó su don, que era prácticamente crear maldiciones, un don muy poco común y único en él, y maldijo a todo vampiro con un vínculo especial con su "comida", creía que leerle la mente de quien te alimentas te trastoca, por eso decidió lanzar esa maldición. Quería que todo vampiro sufriera encontrando su vínculo y sufriera aún más cuando lo perdía. Como él había perdido al suyo.

– Vaya...– me quedé pensando un rato – ¿Puede que sea yo tu vínculo?

– Puede...– me miró – Pero no me alimentare de ti.

– En Eel las mujeres se ofrecen a ser tu alimento y las dejas. Yo me ofrezco para que te alimentes y no lo haces. ¿Vas a seguir seduciendo a mujeres para que te dejen alimentarte de ellas mientras que yo me ofrezco?

– No Eli...– miró hacia otro lado de la habitación – No quiero alimentarme de ti... ¿Y si te hago daño? ¿Y si tu sangre me gusta tanto que no puedo parar de beber? Te mataría...No podría...

– Ya te he alimentado con mi sangre Nevra...– tomé su barbilla e hice que me mirara.

– Por eso tengo miedo...A pesar de estar inconsciente aún recuerdo el sabor de tu sangre, la energía que me daba...Y solo de pensarlo...Hace que cualquier otra sangre me sepa mal...

– ¿Eso quiere decir que has sentido ese vínculo?

– No lo sé, no he leído tus pensamientos, puede deberse a que no clavé mis dientes en ti, pero aun así no voy a beber tu sangre, beberé la sangre donada, no seduciré a nadie más para eso, puesto que eso implicaría jugar con esa persona mientras estoy contigo y hacerte daño a ti con eso...– besó mi frente.

– Si cambias de opinión...Ya sabes...Yo me ofrezco para que bebas mi sangre. No me harás daño, eso lo sé – acaricié su mejilla. – Además... Piensa que si soy tu vinculo sería divertido conectarnos mentalmente – sonreí ladina.

– Eso sí que sería un peligro – se rió y me besó con suavidad – Lo tendré en cuenta. ¿No me odias? – me miró curioso – Vi tu mirada de pánico al salir de mi mente...

– No puedo odiarte...Es tu pasado, pero no negaré que me asustó bastante ver eso...Has cambiado y eso me alegra. Gracias a eso puedo estar ahora aquí contigo. –besé sus labios.

Le miré un rato y una pregunta comenzó a rondar por mi cabeza.

– ¿Puede que por ese vínculo...te...enamoraras de mí? Como en tu leyenda ¿Puede eso afectar a tus sentimientos hacia mí?

– ¿Me lo preguntas en serio? – alzó una ceja. – Para nada Eli, que eso te quede claro, el vínculo no afecta en los sentimientos...Mi padre tuvo un vínculo con una humana antes de conocer a mi madre y jamás se llegó a enamorar de ella. No pienses nunca en que ese vínculo me hiciera enamorarme de ti, fuiste tú, tu forma de ser conmigo, tu cara, tus gestos, tu sonrisa, solo tú...– me miró con sinceridad

– Lo siento, solo...era curiosidad...

– Te amo, recuérdalo siempre – apoyó su frente contra la mía.

– Yo también te amo Nev – sonreí de forma amplia.

Después de un rato hablando con calma decidimos regresar a la habitación. Al día siguiente a Nevra le esperaba un día tedioso, ya solo le quedaba pasar el escrito de los pergaminos a nuestro idioma, lo que significaba que pronto volveríamos a Eel.

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Como ya sabéis este capítulo tiene una parte erótica que subirá en unos pocos días a mi otra historia "Perversiones de Otro mundo". Si quieres leerlo puedes acceder a esa historia desde mi perfil.

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Había pensado en hacer un Spin-Off de Nevra, adentrándonos en su mente como en este capítulo ¿Les gusta la idea? Si es así ¿Qué quieren ver en la mente de Nevra?

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