Capítulo 51: Sin respuestas

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Nevra se aferraba a mi mano con fuerza, me atrajo hacia su pecho, notaba el palpitar fuerte y nervioso de su corazón. Mientras bajábamos las escaleras vi como desenfundaba una de sus dagas y estaba atento a todo sonido.

– ¿Sientes algo? – le murmuré.

– No oigo nada...

Vi un largo pasillo con un sinfín de puertas. Leiftan nos comentó que son habitaciones llenas de libros y materiales que ha estado adquiriendo durante años. Normalmente no había nadie más en esa guarida, salvo algún que otro vasallo desconocido para Leiftan.

Nos acercamos a la última puerta y Leiftan nos hizo una señal para quedarnos atrás. La abrió de forma rápida. Estaba lista para usar el humo blanco de mis manos por si fuera necesario.

Al observar la estancia estaba vacía. Solo estaba el sillón rojo que vi en mi visión y una mesa con una caja cerrada en el centro y rodeada de papeles.

Leiftan se acercó con disgusto hacia la mesa y quitó una daga clavada en una de los papeles.

– Es su letra...– murmuró leyendo la nota – Se ha marchado... Sabía que vendríamos aquí, porque sabe que me han descubierto y que la Guardia de Eel me traería en contra de mi voluntad aquí...– volteó a vernos y vi como hacía un guiño disimulado –Esta caja...– tomó la caja – es el corazón de Jinrei... Reconoce que fue un poco descuidado de su parte dejar al druida suelto...

– Muy bien Leiftan...– le quité la daga a Nevra y le apunté con ella – Ahora dejarás que el resto de la guardia se encargue de este lugar y harás lo posible para que encontremos a ese Daemon amigo tuyo... ¿Verdad Nevra? – le miré y él pilló lo que estaba intentando hacer.

Por el tono de voz de Leiftan y ese gesto deduje que en ese lugar Bamet podía estar observándonos u oyéndonos. Seguramente deduciría que hemos descubierto a Leiftan por Jinrei y que le obligaríamos a hablar, por lo que habría puesto algo mágico para poder confirmar si Leiftan le seguía leal o no.

Nevra se acercó a él y le puso la mano en la espalda con fuerza. Creo que en el fondo le estaba gustando esto.

– ¿La oíste verdad? – le empujó contra la mesa.

– Si vampiro...La he oído... – rumió Leiftan, sin ocultar el tono de molestia que le provocaba el disfrute de Nevra.

– Ya sabes las cosas que puede hacer...Así que ve abriendo la boca...

– No pienso decir nada más...Ya hice suficiente con traer a esta estúpida guardia a este lugar...El plan de Bamet seguirá en pie...

Caminé observando la estancia mientras Nevra y Leiftan hacia su papel. Creo que a los dos les encantaba montar el drama. Sobre todo, a Nevra, que gozaba con tener de rehén a Leiftan.

Me fijé en un ligero brillo rojo sobre una de las piedras y vi el diseño de una runa. Seguí caminado y me fijé que ese brillo y esa runa se repetía en varias partes de la estancia. Memoricé rápidamente el dibujo para preguntarlo luego.

– Tomemos el corazón del druida. La Guardia de Eel no debe de tardar en llegar – miré a Nevra – Y cuidadito Daemon... Acuérdate que en los calabozos las cadenas se pueden apretar aún más...

Nevra empujó a Leiftan por donde habíamos entrado y yo tomé la caja con el corazón del druida. Al salir no vimos a nadie, pero aun así seguimos haciendo nuestro papel hasta no estar seguros.

– Deberíamos de dar un rodeo...– miré a los chicos – Para asegurar que no haya nadie cerca...

Rodeamos el bosque, evitando a la guardia. Nevra seguía estando sujetando a Leiftan y conseguimos llegar al Cuartel sin ser vistos por nadie. A la altura del refugio Nevra soltó a Leiftan y caminamos con rapidez hasta el interior del Cuartel General.

Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]Where stories live. Discover now