Capítulo 32: Secretos

1K 54 15
                                    


Decidí contarle el sueño en el que tocaba los cristales contaminados y estos se desvanecían. El Oráculo había aparecido en el ayudándome a portar un cristal puro.

Miiko no dejaba de mirar el cristal que tenía en sus manos y todos en la estancia no sabían qué decir ante eso.

– Entonces ese es tu acometido – rompió el silencio Huang Hua – Ayudarnos con los cristales contaminados, limpiarlos para así reconstruir el Gran Cristal.

– Cada pieza que encontramos vuelve a su lugar – Miiko se acercó al Gran Cristal y extendió sus manos con el fragmento que tenía en ellas. El pequeño trozo de cristal flotó enfrente suyo para luego acabar incrustado en el Gran Cristal.

Un fino brillo azulado invadió la estancia un breve segundo de tiempo. Hubo una larga pausa, un silencio algo incómodo, donde todos observábamos a Miiko.

– ¿Está todo listo para el viaje? – dijo al fin la kitsune aun mirando el cristal.

– Sí – contestó Nevra, que aún seguía sujetándome de los brazos.

– ¿Y Senoth?

– Tiene puesta vigilancia todo el tiempo, la señorita Huang Hua nos indicara cuando debemos transportarlo.

– ¿Qué ha pasado con él? – pregunté.

– Después de sacarle el cristal su energía y su poder menguó. El dolor de fallar lo hace sentir débil y sin ganas de luchar. Eso sí... Tenemos que encontrar al Daemon que le entregó el cristal contaminado – por primera vez oí a Leiftan hablar.

– Aun así, le tenemos con una venda en los ojos para que no pueda usar la hipnosis.

– ¿Por qué lo van a juzgar en el Templo FengHuang?

– Las diferentes clases de FengHuang usan sus conocimientos de leyes y normas para juzgar y condenar a los que más daño provocan, hablando de las razas más fuertes de Eldarya, son los únicos que tienen el poder para condenarlos, ya que el mal que ellos hagan desestabiliza este mundo – me explicó Huang Hua – Senoth acabará seguramente en la prisión del templo. Ahí será controlado y si es posible sometido para quitarle su magia y que jamás pueda dañar a nadie.

– ¿Y la isla? ¿Qué pasó con ella y Ligeia?

– Cuando Leiftan dejó inconsciente a Senoth la hipnosis se rompió. Ligeia, al ser la reina, está conectada con los miembros de su tribu. Es una tribu de sirenas que se creía extinta. Solo viven del comercio y están casi siempre bajo el agua, ocultos en esa isla. Senoth usaba su canto para atraer a los corazones más puros, casi siempre eran niños los que seguían su canto, la inocencia de estos les hacía puros.

– Pero yo la pude oír cantar e inocente no soy. – solté una carcajada incómoda y miré a la kitsune que era la que me estaba explicando todo.

– Debe ser que tu corazón no ha sido corrompido aún. – me miró – Parece que al ser la Elegida tienes el poder de purificar desde tu corazón.

– Todo esto es tan extraño para mí...– murmuré.

– Deberías de ir a descansar un poco y luego a la biblioteca para escribir tu informe. En otro momento te contaremos el resto de esta reunión.

– Está bien...– miré al vampiro que aún me sujetaba y le sonreí para que me soltara. Lo hizo sin dejar de mirarme y yo salí de la estancia con un dolor de cabeza.

En vez de ir a mi habitación fui al cerezo a tomar un poco el aire y aclarar todos mis pensamientos. Había sido demasiada información en tan poco tiempo.

Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]Where stories live. Discover now